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El primer problema de la economía argentina
no es la inflación, es sin duda la
distribución inequitativa del ingreso. El segundo problema , no es la inflación , es la pobreza derivada del primero . El tercer tema central de la economía , no es la inflación, sino consecuencia de los anteriores, la inseguridad social que genera el actual modelo, derivada de la combinación de concentración de la pobreza en pequeñas extensiones geográficas, bajo un fondo de inequidad distributiva muy profunda. No parece sensato entonces ubicar a la inflación
tan arriba en la agenda de problemas comunitarios. Lejos de los delirios del napia Moreno, un socio inesperado y reciente del
Club del Freezer - grupo de amigos del ajuste que propone
enfriar (SIC!) la economía con el 50% de la población nacional aún pobre o vulnerable - , el mismísimo
FMI estima un 12% de inflación anual para 2008, cifra que suena razonable para un país en fuerte crecimiento. Sin embargo asumiendo que la inflación es un problema, aunque no central, los análisis económicos que predominan no observan o minimizan el componente de
puja distributiva que interviene en el actual nivel creciente del IPC. Al respecto
Alfredo Zaiat en una nota muy recomendable aparecida este domingo en el suplemento
Cash , advierte que : " Además de las tensiones del crecimiento que se verifica en algunos sectores, una de las principales causas del actual proceso inflacionario tiene que ver con la pretensión de retener tasas de ganancias extraordinarias alcanzadas luego de la violenta transferencia de ingresos que implicó la megadevaluación. Cuando esas utilidades fabulosas empezaron a transitar un sendero de normalización, que en Argentina significa igualmente niveles muy altos con relación a países desarrollados, el ajuste de precios fue el mecanismo de preservación de esas rentas sorprendentes. Los balances son testigos de ese recorrido asombroso. En otras palabras, es lo que se denomina puja distributiva. Hasta el año pasado, los ingresos de los trabajadores fueron recuperando a ritmo constante gran parte del terreno perdido, ganando la carrera contra los precios. En éste, cuando el escenario era bastante similar al anterior, con acuerdos de mejoras de salarios que se pactaron unos puntos por encima de la inflación esperada y, además, con un avance del salario informal por encima del promedio, los ajustes de precios se hicieron más fuertes. Así, se estancó la sostenida tendencia al alza del salario real con relación a cualquier índice de precios que no sea el dibujado por el Indec. O sea, sin derivar en un retroceso, quedó detenido el lento proceso de una distribución del ingreso más equitativa" Así las cosas, desde esta perspectiva, la cuestión distributiva , el retraso salarial y el sostenimiento de mega tasas de ganancias empresarias están también en el centro de la cuestión inflacionaria. Otro tema, asociado pero no idéntico, parece ser la
inflación de alimentos, reflejada aquí en el aumento de la
Canasta Básica, inflación vinculada al creciente precio internacional de los alimentos.
Baste recordar que Chile tiene inflación de canasta del 15% anual, Uruguay del 18%, Francia e Italia en medio de movilizaciones contra el alza del pan y la pasta . La cuestión local empeora en un análisis comparativo, porque existen muchos bienes intermedios, que están involucrados sobre todo en el envasamiento de alimentos, que en un mercado de alta concentración para fijar valor como el argentino, aumentaron muchísimo su precio tras la devaluación (típico caso del aluminio y los plásticos que registran aumentos superiores al 300%). Así las cosas, sostener las mega tasas de ganancias, la inequidad distributiva, el precio internacional de los alimentos y la estructura de alta concentración del mercado de productos intermedios -y en parte de la cadena de comercialización -, parecen ser causas más contundentes que el "recalentamiento" de la economía para explicar el contexto inflacionario actual, que aunque preocupante no es el problema
central de la economía argentina y
ni siquiera ranquea entre las primeras preocupaciones comunitarias. En fin , por algo mi amigo
Jorge La Ferla, gran videasta y último peronista lacaniano me lo advirtió como al pasar: "
Mirá, mirá, desde el punto de vista de una lectura sintomal ( !) el énfasis desmedido sobre la cuestión inflacionaria, es hoy la modalidad de aparición dominante del discurso neoliberal, reciclado luego del descrédito que lo impactó tras la crisis de 2001". Que lo parió.