No somos afectos a copiar noticias de diarios o revistas, pero por la rareza se justifica. Gracias a la gente de Jauretche, nos enteramos que hoy Roque Casciero escribe en Página 12 una breve pero interesante crítica sobre Revival, el nuevo trabajo de nuestro súper héroe John Fogerty, que queremos compartir .
Debe ser cuestión de azar, pero no deja de llamar la atención que dos artistas como Neil Young y John Fogerty, que forjaron sus leyendas a partir de los ’60, aparezcan rejuvenecidos en sus últimos trabajos, publicados casi al mismo tiempo. Chrome dreams II y Revival, respectivamente, traen de regreso ese sabor rústico casi olvidado, de inagotables rockeros urbanos que recuerdan, nostálgicos, las delicias de la vida campesina. Se habla aquí de dos tipos tercos, empecinados en hacer las cosas a su manera, que chocaron contra el pragmatismo del mercado discográfico: Young fue demandado por su sello por publicar “material poco representativo”, mientras que a Fogerty lo enjuiciaron por “parecerse demasiado a sí mismo”. Ahora que perdieron algo de pelo pero no el fuego sagrado, ambos apelan a guiños más que evidentes al pasado glorioso, pero se muestran con los pies plantados firmemente en el presente...
Revival es, desde el mismo título, la reconciliación de Fogerty con su pasado en Creedence Clearwater Revival. Y se da en un contexto en el que el sello Fantasy (donde grabara con esa banda) fue comprado por otra compañía que, en lugar de enjuiciar al cantante y guitarrista, corrió presurosa a hacer las paces con él. Por eso, como Young con lo de arder antes que desvanecerse, sigue su propio consejo, que viene en “Creedence song”: “No podés equivocarte si tocás un poco de esa canción de Creedence”, canta. En realidad, Fogerty nunca había abandonado el sonido CCR, entre el pantano y el cemento rockeros, pero en Revival recupera el ojo clínico para describir ideales (“Don’t you wish it was true”), homenajear a su generación (“Summer of love”) y castigar a los responsables de la “larga noche oscura”: si en los ’60 le pegaba a Nixon, ahora ataca a Bush y Cheney en la notable “Long dark night”. Y todo con la marca del rock and roll en el orillo, ésa con la que sueñan sus imitadores de todas las épocas.
Roque Casciero
1 comentario:
Una perla musical en semana de elecciones...
Larga Vida a Fogerty!
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