Definimos a las prácticas clientelares como una intervención estatal profunda de transferencia de ingresos para satisfacer una necesidad de carácter imperioso, impostergable y urgente , normalmente asociada a la seguridad alimentaria del hogar.
Intervención estatal enérgica , generadora de vínculos sociales entre los actores muy persistentes , donde la incorporación a la trama de asistencia es realizada tradicionalmente bajo la modalidad de organización comunitaria con fuerte identidad político-territorial, vinculada en todos los casos a la instancia municipal del aparato de estado.
Rápidamente decimos para dar fundamento al análisis, que este es un país que tras un lustro largo de crecimiento con tasas de 9% promedio, ( la famosas tasas "chinas") y por la permanencia de un patrón distributivo de alta inequidad como el inaugurado por la dictadura de mediados de los setenta y consolidado en los años noventa , junto a niveles de informalidad laboral disparados tras la mega devaluación y la crisis del neoliberalismo superiores al 60% entre los trabajadores más vulnerables , no puede vía generación de empleo berreta lograr perforar el 40% de pobreza y el 15% de indigencia en el segundo cordón bonaerense.
Así las cosas es altamente riesgoso enfrentar una elección de la importancia de la del 28 de junio , sin un plan de asistencia estatal, capaz de transferir ingresos a las familias pobres, o al menos a las indigentes y mucho menos en la subregión más postergada del conurbano, donde la concentración de la carencia es muy notable, obteniendo como contrapartida a la satisfacción de esta necesidad , en forma masiva un fuerte respaldo electoral. En muy lógico y sensato que esto pase. Un reconocimiento a la presencia del Estado asistencial . Una transacción de lógica acerada. Tú me das, yo te devuelvo. Chau pichu.
Nada de esto pasó y el cuadro que sigue muestra los efectos de -entre otros factores complementarios- la ausencia de un plan de asistencia a los segmentos vulnerables , esto es, de la falta de construcción clientelar tradicional en el justicialismo bonaerense.
Observando el cuadro anterior, se detecta una penetración del PRO sobre partidos pobres del segundo cordón por sobre el 30% de su media electoral, tal como se muestra nítidamente en el cuadro que sigue, donde se agrupa por cordón ( 1 y 2) el despliegue electoral de las fuerzas bonaerenses .
Como es tradicional se patentiza que , mientras los republicanismos y los progresismos caen a la mitad de su performance en los partidos donde manda la canícula, el populismo PRO, mantiene su promedio respecto al primer cordón bonaerense y se ubica apenas 10 puntos por debajo del populismo FJPV.
Como se observa, mientras en el interior bonaerense que realiza 38 de cada 100 votos distritales y donde el impacto del conflicto con las facciones agropecuarias fue notable , el FJPV responde electoralmente de manera adecuada y esperable (26%), la pérdida de performance definitoria se produce en el conurbano en general (36%) y en el segundo cordón en particular (41%) , subregión híper pobre, donde se realiza el 32 % de los votos provinciales.
Esta notable circunstancia electoral, tan compleja para el oficialismo , puede ser en algunos casos atribuídas a la "traición" de intendentes, desconocemos los móviles de cada uno de ellos para avalar o no esta hipótesis.
Sin embargo, en general sugerimos se aplique para todos los casos bajo análisis en el segundo cordón , la interpretación de lo acontecido como la modalidad de aparición electoral específica de una ausencia , siempre presente en la "tradición" justicialista bonaerense , como los son las prácticas clientelares eficaces. El precio de la heterodoxia, digamos. Alto.
PD: Antes de que manden comentarios del tipo: Todos tiene derecho ciudadano no a recibir dádivas!!! ...onda Escoba-dlof, les aclaro que es justo el pataleo, clap!, clap! Pero mientras eso pasa y nos preparamos para cantar La Marsellesa, hay que hacer lo que manda el tablero. No se hizo y este colorado atorrante nos fumó en pipa. Listo, fuimos.