11/28/2011

la falsa opción neoliberal: "acumular o distribuir"

En los últimos días ciertos análisis sostienen que se inicia en el país una etapa de mayor acumulación que distribución , disociando como en los años 90 el patron distributivo de la modalidad de acumulación y crecimiento económico .

La pregunta obvia es sobre la viabilidad política de un proceso de acumulación sin distribución asociada , de acuerdo al sistema de alianzas que despliega el proyecto nacional desde mayo de 2003.

Un indicador que permite dar consistencia a esta inquietud es el análisis del mercado de trabajo y la estructura salarial que genera, para aproximarnos al estado de situación realmente existente que sería el punto de partida de la "acumulación sin o con poca distribución", digamosle así. Veamos esto:

La última información desagregada disponible indica que el salario promedio en la Argentina ascendía a fines del año 2009 a $ 3.091 mensuales. Los haberes interprovinciales siguen reflejando significativas asimetrías en cuento a la distribución del ingreso entre las distintas regiones del país.

Así lo indicó este informe de la consultora Economía & Regiones, que dirigen Rogelio Frigerio y Alejandro Caldarelli, publicado en Abril de 2010 , donde se expresa que la mayor remuneración promedio se constata en Santa Cruz, con un monto de 6.241 pesos, y la menor remuneración corresponde a Santiago del Estero con 2.048 pesos.

En sentido contrario, siendo la línea de pobreza de fines de 2009 de $ 1700, esta representaba entonces el 55% del salario promedio en Argentina, dicho de otro modo, el salario promedio nacional no lograba duplicar el valor de la línea de pobreza.

Las mejoras en el lapso 2010 - 2011 existieron pero no cambian la estructura salarial en promedio respecto a la Línea de Pobreza ( solo mediante el impacto de la AUH se mejora el ingreso familiar promedio mientras la mejora salarial promedio acompaña la inflación) , en tanto la dimensión de distribución geográfica asimétrica sigue idéntica.

Por este motivo no es para nada sorprendente que en Argentina hoy, casi el 45% de los asalariados tengan remuneraciones por debajo del umbral de pobreza de su hogar, aún estando ocupados de manera plena y que las familias superen la Línea de Pobreza por la multiplicaci´pon de perceptores vía generación de empleo y el impacto complementario de la AUH. Se gana poco che.

Esta circunstancia de estrechez de salarios con que remunera el mercado de trabajo, tiene grandes consecuencias. Ya señalamos que si el 30% de la población era pobre en el último trimestre de 2009, antes de la AUH ( con la asignación la pobreza cae a 20%) , el 12,3% de población siguiente en escala de estratificación por ingresos del hogar, no era pobre pero no lograba superar el valor de la línea por más del 25%. Esta estructura salarial sigue intocada.

Este fenómeno de vulnerabilidad está directamente asociada con los niveles salariales con que remunera el mercado de trabajo .

A su vez el nivel salarial esta vinculado, entre otros factores, a la tasa de ganancia empresaria que desengancha el nivel salarial del aumento de la productividad del puesto de trabajo ( ver gráfico de apertura del post), en un contexto de persistencia de dos grandes asimetrías del mercado de trabajo contemporáneo argentino, que no nos cansaremos de señalar:

1.Informalidad del 34,1% que supone un 50% menos de salario para el trabajador informalizado por igual carga horaria y actividad que un trabajador formal.

2.Captación asimetrica de la masa salarial formal privada a tal punto que el 20% de los trabajadores de la cima atrapan el 52% del total de la masa de salarios formal privada en tanto el 20% de la base apenas el 5,2%, diez veces menos.

Esta característica , de notable asimetría al interior del mercado de trabajo formal privado remite a la estructura productiva, niveles de productividad y captación de renta empresaria, sin duda, pero también tributa a la modalidad dominante de representación sindical pro cíclica, que tiende a reproducir y ampliar la estructura salarial asimétrica en el mercado formal.

El reclamo recurrente de suba del umbral del mínimo no imponible, por ejemplo, resulta una medida que más allá de su justicia, reproduce y amplía las asimetrias salariales al interior del universo formal privado, beneficiando las mejoras en la cúpula de los trabajadores.

Por otra parte la discusión de la participación de los trabajadores en las ganancias empresarias mediante paritarias, también abriría la notable brecha salarial ya existente, como bien se señala acá.

Estas notables asimetrías cruzadas del mercado de trabajo actual y la enorme dispersión salarial que suponen, producen y reproducen la aparente paradoja de una mejora relativa de la participación asalariada en la distribución funcional del ingreso , junto a la persistencia de un núcleo duro de trabajadores pobres - de los que habla con pertinencia Facundo Moyano en su artículo "Profundización" en el texto "Kirchnerismo para armar" - , con ocupación plena y salarios por debajo de la Línea de Pobreza específica de su hogar, tanto en el universo informal, como en el segmento formal privado.

2 comentarios:

alejandro dijo...

La absoluta viabilidad política de una sociedad que acumula riqueza pero no la distribuye tiene innumerables ejemplos, y uno muy notable y cercano es Brasil: una sociedad dual con casi dos siglos de notable estabilidad política ( sobre todo en comparación con la sociedad argentina, que todavía hoy; pese a los tremendos golpes y humillaciones que sufrió de 1976 al 2001; seamos generosos con el proceso kirchnerista; suele tomarselo a mal cuando la elite le practica una colonoscopia ). No por nada La Nacion se babea cuando escucha "Brasil" ( o "Chile" .)

Artemio López dijo...

MMM disiento, esto no es Brasil o Chile, acá se complica rapidito todo, más con la estructura de alianzas que soportan el proceso desde 2003...
salu2!