cruces

Mandé esta linda nota a Diario Z que si bien refrita anteriores ( la bordona tiene un límite compañeros y compañeras), permite sin embargo reafirmar conceptos, fijar ideas, como para ir tomado previsiones. Piensenlón, meditenlón y después diganmen

Duran Barba desplegó su ya clásica hipótesis: A la gente, el tema de las escuchas le importa un carajo. La percepción que tenemos de este episodio, difiere de la de Barba en que nos parece un tema jurídica y políticamente central por lo que implica el proceso al Jefe de Gobierno por montar un centro de espionaje con policías sospechados además de haber participado en la conexión local de la voladura de la AMIA.

Sin embargo, la centralidad del tema en materia jurídico- política, no debe confundirse con el estado de opinión pública, donde, al igual que Barba, creemos que no es un tema central para el ciudadano medio porteño, al que típicamente le interesan temas que afectan su vida diaria aquí y ahora, por lo que la estrategia a seguir en materia de opinión pública es sumamente compleja y para nada lineal, si es que se quiere evitar el efecto paradojal o bumerang

Si se confundiera la importancia jurídico-política del hecho y su contundencia, con la estrategia a seguir en materia de opinión pública, el contundente procesamiento podría transformarse en apenas una "capaña sucia más", como en su oportunidad sucedió con el tema "efedrina" sobre de Narváez que finalmente redundó a favor de diputado colombiano.

Rápidamente agregamos, que la ofensiva sobre Macri que hasta ahora se observa más articulada en los medios masivos, no parece la mejor respecto a alterar el estado de desinterés de la opinión pública sobre el tema escuchas.

Peor aún y para desagrado de algunos estamos convencidos que dados los interlocutores que se han desplegado en la ofensiva anti macrista en la Ciudad, con centro en la figura de Aníbal Ibarra, receptor del 3,28% de los votos en la última elección y hoy mostrado con gran espacio y beneplácito por los medios escritos, radiales y televisivos hegemónicos, si esta es la estrategia , probablemente no se dañe la imagen de Macri, y si se profundizara, tal vez pudiera impulsar el efecto paradojal y hasta mejorarla.

En esta dirección de análisis queremos rebatir además una extendida hipótesis que sostiene que lo mejor que podía pasar al kirchenrismo es que Macri se transforme en principal oposición, bajo el esquema binario: modelo/ anti modelo, futuro o pasado con regreso a los noventa, encarnados en el ingeniero fisgón.

Este análisis está en la cabeza de buena parte del progresismo independiente porteño, que ejerce “apoyo crítico” al FPV, y a nuestro buen saber y entender, desconoce el comportamiento del electorado en general y el justicialista en particular a nivel local y sobre todo nacional. El justicialismo profundo, por llamarlo de alguna manera.

Para explicar más claramente nuestra posición, cabe recordar que originalmente, según todos los estudios de opinión disponibles, los votantes de Mauricio Macri, cuando inicialmente pierde la ciudad en el año 2003 a manos de Aníbal Ibarra, fueron mayoritariamente votantes de Néstor Kirchner cuando se consagrara presidente con el 22% de los votos. En sentido inverso los votantes de la entonces promisoria Carrió como presidenta, votaban Ibarra como Jefe de Gobierno.

Era un cruce interesante de culturas políticas que con el tiempo el oficialismo nacional violentó, al punto de negarlo e insistir con que el candidato natural del FPV en la ciudad era Aníbal Ibarra, y que además, falso de toda falsedad, este personaje fue el sostenido por el electorado justicialista que había optado por Kirchner en 2003.

Como todo error conceptual, su desarrollo en el tiempo lo profundizó y resultó finalmente grotesco, llegando a su cima en la última elección porteña donde bajo esta percepción imaginaria, se supuso que el voto justicialista, que era el que efectivamente estaba entonces disponible en el distrito, podía optar por la candidatura de Carlos Heller, frente a otras ofertas opositoras pan peronistas, en especial la de Pino Solanas. Los resultados electorales están a la vista.

Por nuestra parte, sostenemos que un segmento importante del electorado de Macri y Kirchner local y nacionalmente, en especial “abajo”, se cruzan y la estrategia peronista opositora lo sabe, e intenta el armado de colectoras para yugular parte del voto justicialista oficial a nivel nacional e impedir el acceso “al mito” del 40+1% de los votos en primera vuelta del FPV.

Una de las colectoras, la más potente, impulsada hoy por el duhaldismo de “paladar negro”, sería encabezada por Mauricio Macri – dirigente con alto nivel de conocimiento a nivel nacional y penetración en sectores populares -- donde se encolumnaría no solo el Peronismo Federal y el PRO, sino parte de la dirigencia territorial peronista hoy "indecisa"--, alternativa nacional que resultará potenciada, si de este episodio jurídico-político muy grave el líder del PRO sale intacto, o peor aún, favorecido en materia de opinión pública.

Macri quedará entonces disponible para encabezar una de las colectoras nacionales a fin de evitar el probable triunfo en primera vuelta del actual oficialismo, que, hay que recordarlo, en su peor momento político tras el conflicto con la 125, con la mega crisis financiera sobrevolando el planeta, destrucción de empleo local y la economía cayendo, logró sin embargo una interesante base de 30% de los votos nacionales, el 28 de junio de 2009.

Cuánto crecerá en votos el FPV resuelto el conflicto con el sector agropecuario, el país creciendo al 7% en 2010 y no menos del 5% en 2011, la Asignación Universal desplegada a 5,7 millones de niños y actualizada, casi pleno empleo y récord de consumo en los segmentos medios?

Nadie conoce esa respuesta, pero la alternativa de sacar a Macri de su laberinto porteño con el menor desgaste posible y ponerlo a la cabeza de una de las colectoras del peronismo anti K, es una jugada clave para evitar la pesadilla de muchos: Un nuevo triunfo del FPV en 2011.