chávez debe pedir perdón

Ciertamente el gobierno de Venezuela esta vez tiene la verdad de su lado. Somos grandes y nadie desconce con quién duerme y mucho menos con quién viaja en avión. Chávez no debe pedir disculpas por la (s?) Samsonite Sin embargo el Comandante sí que Bolivariano, debiera pedir disculpas por situaciones muy determinantes: Chávez debe pedir disculpas porque desde el 2do semestre del año 1998 hasta el mismo lapso del año 2006, su gestión logró apenas 9 puntos de baja en los niveles de pobreza , que pasó de 48,7% de la población total, al 39,7% , llegando a picos de 62% de incidencia en el año 2003, cuando se intento desestabilizar al gobierno legal y se desarrolló el paro petrolero salvaje, impulsado por la oposición pro americana. Peor aún, en medio del mar de petrodólares, la indigencia, universo típico de impacto de las políticas sociales del Estado Bolivariano, cayó apenas 7,2 puntos durante el gobierno del Frente V República, como señala aquí manera oficial . Chávez debe pedir disculpas porque la desocupación abierta pasó del 12,8% de la Población Activa a fines del año 1998, al 10,5% en el segundo semestre de 2006. Se trata de una caída de apenas 2,6 puntos punta a punta, habiendo soportado picos de desempleo de 19 puntos en el año 2003 como los datos oficiales del Institito de Estadísticas Venezolano lo muestra en este cuadro. Chávez debe pedir disculpas porque el tradicional patrón híper concentrado de distribución del ingreso venezolano, no se alteró significativamente durante la gestión del Frente V República, pasando la brecha entre el 20% más rico y más pobre de perceptores de 11,7 veces en el año 1999 a 10,4 veces en 2006. Un retroceso de sólo 1,4 veces en la brecha de perceptores inducida particularmente en los últimos dos años, en tanto hasta el años 2004, la brecha entre el 20% más pobre y más rico era superior a la inicial del año 1999 y alcanzaba a las 15,6 veces, oficialmente se informa acá. Chávez debe pedir disculpas finalmente, porque es una estafa. Un pintorezco y hasta simpático fraude, cuya agotadora retórica antimperialista, para las hoy invisibles prácticas anticolonialistas latinoamericanas, concretas y cotidianas y las mejores tradiciones de lucha de sus pueblos es desoladora. En la práctica tiene el mismo efecto de secuestro de sentido político-cultural que, salvando las enormes distancias de significación, la gestión ladriprogresista produjo en la ciudad de Buenos Aires que abrió las compuertas al desolador discurso de "con Gaby y el Guasón queremos la poli ya, ya, ya,ya!" . Y peor aún, por las implicancias del tema, el repudio o la simple apatía que sobre la problemática de las garantías y derechos individuales promueve la administración burocrática de la memoria trágica de los argentinos, que realizan algunas organizaciones defensoras de DDHH.