8/14/2007

push push!

Esa tapa de ayer de La Nación anunciando más de medio millón de pobres adicionales, es inexacta, en rigor es una manipulación evidente. Cuando el periodista nos llamó para consultar sobre el impacto de la suba de canasta sobre el nivel de pobreza dijimos: Imposible establecerlo. Ciertamente, necesitamos más datos sobre qué paso con los ingresos del hogar. Por el lado del gasto sabemos que la canasta básica alimentaria (CBA) sube y el IPC acompaña, aunque menos intensamente. Sin embargo por el lado de los ingresos del hogar no sabemos nada. Desconocemos que sucedió con el empleo, los salarios y otro tipo de ingresos familiares (vía cuenta propismo, etc) Si habiendo aumentos de CBA e IPC esta suba en el gasto del hogar se compensara con mejores salarios o mayores perceptores de ingresos por un incremento en el nivel de empleo, el efecto sobre la pobreza puede amortiguarse, neutralizarse por completo o incluso con inflación y aumentos de CBA, puede haber descenso de los niveles de pobreza e indigencia, tal como acontece en el país desde mediados de 2003 . Sin embargo, y tan sólo como hipótesis, a ingresos constantes del hogar, un incremento de 1 punto del IPC supone 150.000 pobres adicionales, producto como vimos en Ramble oportunamente, del descenso por debajo de la línea de pobreza de una parte del 10% de población que supera el nivel de pobreza pero por menos del 25% de su valor monetario y se encuentran en zona de vulnerabilidad social. Pero esta es una hipótesis. Sin embargo la tapa salió dando por hecho que los planetas chocan y que el INDEC subestima 2 puntos de pobreza, cuando el 26,9% de población pobre que conocemos existe, pertenece a los datos que muestra la base de Encuesta Permanente de Hogares del 2do.semestre de 2006, cuando ni siquiera había controversias sobre el IPC. En fin, el viejo neoliberalismo cadenero muestra sus tatuajes y cuando lo dejan, sale a la cancha. Los matusalénicos sabelotodo que están aún en condiciones de deambular y que en la saga de Martinez de Hoz integran la comparsa de economistas y técnicos cuyas bri-llan-tes-i-de-as nos condujeron a la mega crisis de 2001, y a lo largo de treinta años de divagues triplicaron la pobreza, el desempleo y la informalidad , endeudaron, privatizaron y demás lindezas, aún balbucean. Pero, el tiempo no para, ya se mueven algunos en el banco de suplentes que, elongando a veces y manipulando siempre como el mejor, buscan su lugar en el push for return. En fin, esto recién empieza y se verá, se verá... a lo mejor no se les dá. Me salió un versito.

24 comentarios:

Opiniones Independientes dijo...

¿Entonces le creemos a Guillermo Moreno? ¿Cuántos pobres hay, Artemio? Si no se puede creer en el Indec y no se puede creer en los que critican los números del Indec...¿en qué creemos?

Anónimo dijo...

Coincido. Le creemos al INDEC? O a Moreno? O a Alberto Fernández? O a Antonini Wilson? O a Miceli? O a Uberti?
Por favor, estamos rodeados de mentirosos compulsivos!!!

Tano

Anónimo dijo...

La nota de La Nación me parece que llama la atención sobre un tema que todos conocemos, analizada en el simple contexto que la canasta básica de alimentos está claramente subvaluada, tal como certeramente indican tus propias encuestas, y si consideramos que los datos del INDEC sobre ingresos son confiables, como parece serlo, entonces, más allá de si son 250 mil, 500 mil o más, lo claro es que la pobreza seguramente va a ser más alta que lo que indique el INDEC.
Por otro lado, me parece que sería bueno que reconocieras que La Nación te cita en forma correcta cuando dice: "La estimación de Artemio López, socio de Equis y uno de los analistas más consultados por el Gobierno, es aún mayor: cada punto de inflación pone a 150.000 personas más bajo la línea de la pobreza (con ingresos constantes)."

No será que tus prejuicios nublan un poco tu juicio?

Alberto

Anónimo dijo...

Alberto, con todo el respeto que me merece Artemio, a quien reconozco como un gran profesional, creo que no son prejuicios los que motivan este tipo de posts.

Néstor Sbariggi dijo...

La tribuna de doctrina descubrió a los pobres! En fin, todo suma si es para pegarle al INDEC.

Anónimo dijo...

Artemio dijo:

"..el viejo neoliberalismo cadenero muestra sus tatuajes
y cuando lo dejan, sale a la cancha.

Los matusalénicos sabelotodo que están aún en condiciones de deambular y que en la saga de Martinez de Hoz integran la comparsa de economistas y técnicos
cuyas bri-llan-tes-i-de-as nos condujeron a la mega crisis de 2001

Y que a lo largo de treinta años de divagues triplicaron la pobreza, el desempleo y la informalidad , endeudaron, privatizaron y demás lindezas..

aún balbucean..."

Mejor "cliché" panfletario de la historia argentina, según el progresismo porteño, es imposible encontrar.
Por favor guárdenlo para mostrárselos a sus hijos y nietos.Histórico e IMPERDIBLE.

Gracias Artemio!
(la próxima algún pensamiento original, no una copia del manual del buen progresista)

Salu2

ayjblog dijo...

Franco

sera un cliche, pero esta a la altura de que venga el principito

el principito vino, y asi termino

los matusalenicos estuvieron, y asi termino

y no es progre, es historia pura

A tres puntas dijo...

Lo insólito es que aún con el cáculo corregido, el artículo de La Nación estima que la pobreza del primer semestre de 2007 descendería de 26,9 a 26, y la indigencia también bajaría unas décimas

Conclusión: En el peor de los casos la pobreza seguirá descendiendo. Aunque le moleste a muchos

Tincho

Lindahl dijo...

Artemio, veo que repetís el discurso de la CTA y de algunos economistas de Flacso respecto de que desde 1976 para acá toda la política económica fue igual, neoliberal, caca, caca, caca.

no me parece igual la apertura financiera con tipo de cambio fijo del proceso (pero sin apertura comercial, sin privatizaciones, sin reforma financiera, sin desregulación como tuvo la Convertibilidad) que la polìtica económica heterodoxa de Alfonsín. Tuvieron efectos bien distintos en el crecimiento, el empleo y la distribución del ingreso.

Con respecto a la crisis del 2001, las crisis externas tuvieron bastante que ver con lo que nos pasó. No fue solo la Convertibilidad.

el reduccionismo sirve como discurso político, pero no veo que ayude a entender nada.

Marcelo Camisay dijo...

Artemio....
es Push?
O es Putsh?
Ya vengo me voy a tomar una cervecita Bávara.

ayjblog dijo...

lindahl, quizas habria que desmenuzar un poco lo de Alfonsin, pre y post sorrouille para defnir las politicas, todavai me acuerdo del debate Terragno-Eduardo por Aerolineas

Mariano T. dijo...

Lo único importante de la tapa de la Nacion es la foto del futuro campeón.
El "tanque" Denis.
Lo demás es anecdótico.

Artemio López dijo...

Insisto en que la tapa de La Nación, sencillamente miente, una vez más, claro.

mariano por favor, ustedes son como Binner, siempre arranca ganando por 20 puntos y después corta clavos...cuando le va bien...por dios...con este DT el campeón está clavado, transcribo textual despues del segundo del bicho las recomendaciones técnicas de Russo: "tranquilos, tranquilos que todavía falta mucho"....
no podemos perder viejooo lobooo de marrrrrrrr!!!!
salu2

Anónimo dijo...

Russo que se dedique a armar el equipo, empezando por sacar a Cardozo que da asco.

El campeón, mal que me pese, va a ser el Vélez del bigotón.

Saludos


Tano

Anónimo dijo...

Si el ingreso promedio familiar aumentara nominalmente 21% (por aumento de salarios y nuevos empleos) aun cuando la canasta básica subiera un 16%, la pobreza bajaría de 26.9% a aproximandamente 25.7% en el 2do semestre de 2007.
Si la canasta aumenta más que 20%, ahí si que serían más los que caen en la pobreza que los que salen.
Pero si la medición de la canasta básica es falsa, y se "dibuja" un 10% de aumento por ejemplo, el porcentaje de pobres bajaría aproximadamente a 24.4%. Si se dibuja un 8%, sería 24.0%.

Artemio López dijo...

tano al bigoton ni me lo nombres..
estudiante que de números!!si.
salu2

Andrés el Viejo dijo...

Lindahl: las crisis externas, por definición, ocurrieron afuera. Efectivamente, la recesión más larga y profunda de la historia argentina (salvo la de 1914-18) comenzó en agosto de 1998, respondiendo a la seguidilla de estallidos financieros en el Sudeste asiático y al default ruso. Brasil sufrió el impacto, del que salió después de una devaluación y una recesión de tono menor.
La Argentina, como queda dicho, se hundió en una recesión imparable y acabó en una explosión que no necesito recordarle a nadie.
¿Por qué Thailandia, Malasia, Rusia o Brasil se recuperaron más o menos rápido y, en cambio, la Argentina se fue al tacho? ¿No tuvo algo que ver laa Convertibilidad, el neoliberalismo o lo que quieras que impidió salir del pozo?
El reduccionismo (cualquier reduccionismo) es malo, pero los hechos son los hechos. Salvo que nos pongamos posmodernos y digamos que todo es cuestión de paradigmas.

Lindahl dijo...

Andrés, la convertibilidad tuvo mucho que ver. También la dolarización de pasivos. También lo cerrada que era la economía. También los problemas fiscales.

Pero no fue "el viejo neoliberalismo cadenero". Es un poco más gris el mundo me parece.

Artemio López dijo...

lindahl es una metáfora, bajale el tono que nadie pretende fundar una categoría teórica. Además muchos sabemos que el neoliberalismo en argentina mas que a cadenazos, te corre a balazos...cuando puede, claro.
salu2!

Lic. Scolaro dijo...

ARGENTINA : MATAR LA INDIFERENCIA
Señor Director:

Preservar a la República con la participación, ilustración y conocimiento en los intrincados caminos de la Política (y Partidos, Art.38 CN), resulta la única garantía de la democracia.

Sin controles y sin transparencia de gestión, sumados a la indiferencia por acción u omisión, por ignorancia o descreimiento, sólo se favorece a los corruptos y por ende se atenta contra las Instituciones. La contemplación pasiva para los que se ilustran sobre los actos de Gobierno, es una complicidad silenciosa con la triste realidad nacional.

No sólo asusta la falta de interés de aquellos sumidos en prebendas, planes o subsidios (que votarán por conveniencia personal), sino que también asusta la no participación de quienes están algo informados, quienes agregarán una dosis de inestabilidad social en los próximos comicios presidenciales.

Por ello cuesta digerir que la voluntad popular (según la encuestocracia) se incline por la sucesión familiar, en un gobierno que se ríe de la Constitución, miente, avala corrupción, dibuja datos y que, entre múltiples temas, vive denostando a opositores ante la falta de oposiciones partidarias. La ausencia de partidos políticos definidos, la mezcla de personalismos, las simbiosis, son el caldo de cultivo para seguir alimentando impostores que viven y se perpetúan en los cargos públicos de todos los niveles.

Un pueblo con necesidades y espectador de burdos avasallamientos de su seguridad, supervivencia, justicia, etc., no está en condiciones de receptar la docencia política que puedan brindarle aisladamente los que poseen vocación ética ante los problemas sociales.

No hay estímulos morales para canalizar el interés popular en la captación y comprensión de lo que realmente ocurre en el país. Todos tienden a replegarse en sus problemas y no perciben, ni se orientan a investigar quiénes y cómo nos gobiernan y, menos aun, en quiénes podrían hacerlo mejor.

La baja calidad de propuestas y la falta de las mismas por parte de la candidata oficial, generan una parálisis popular que sólo explota por hechos puntuales u ocasionales (cortes, marchas, etc), sin percibir que el verdadero motor radica en una coherente elección de gobernantes.

Es la falta de fe que nos ha inculcado el accionar de los políticos corruptos e ineptos (incluidos los que nada hacen) lo que ha generado el descreimiento. Todos desconfían de todos y sólo "educando al soberano" (partiendo de los más humildes) se logrará que una caja de comida, una promesa, o cualquier otro "regalo" no les sea útiles a estos manejadores de "cajas" e iluminados abusadores de voluntades y que, encima, se sienten dueños de la Nación.

Erradiquemos el "derrotismo" -el más vale malo conocido- y pregonemos lo que se sabe y lo que se oculta de la gestión Kirchner, haciendo renacer el esclarecimiento que daban la militancia de los grandes hombre de nuestra historia.

Digamos basta a dirigentes y candidatos dóciles o acomodaticios sabaneros, para salir de la marginalidad moral que nos está rozando. De nosotros depende que cada rincón de la Patria sea el campo de debate, para bien de la República.

Saludos

Lic.Francisco Scolaro
www.scolaro.blogspot.com ( El Atrilero)

Artemio López dijo...

scolaro ud recita esta oración de fe laica, dignísima y se descuelga con una publicidad trucha de su blog?...que onda licenciado?..la próxima vez que publicite de manera tan berreta su blog acá, le borramos el comentario. Son normas de la casa, esa, y no escupir en el monitor la otra.
salu2!

Lindahl dijo...

Artemio, simplemente reacciono al tono de tu post. Las palabras importan, y más en el espacio público (aunque seamos 400, como dice el Escriba).

Artemio López dijo...

lindahl, un poco de sal no viene nada mal...no pasa nada, sino nos aburrimos.
salu2!

Andrés el Viejo dijo...

Perdón, Lindahl, por la tardanza.
Dos observaciones a tu réplica:
1) convertibilidad, pasivos dolarizados, problemas fiscales (de la economía cerrada hablo luego): ¿y el estrangulamiento del mercado interno por desocupación y pobreza? ¿y la eterna bicicleta de la deuda pública en proporciones absurdas (megacanje)? ¿y el déficit comercial constante? ¿y la fuga de capitales (hay muchos cálculos de su monto en 2001, el mayor que conozco es de 30.000 M y el menor de 21.000 M? ¿No respondía todo esto al credo (neo)liberal de la Mano Invisible?
2) economía cerrada. La economía argentina se cerró en 1930, no por acción del maléfico Estado o del cruel Keynes, sino por la acción de la Mano Invisible durante la recesión mundial. Permitió una recuperación más rápida que en otros países similares y no similares. Desde 1945 hasta 1974, yo cuento cuatro recesiones, con un sorprendente período de once años sin que hubiera más que dos bajas del crecimiento, además cortas. El ciclo se cierra con la recesión de 1975, brutalmente acentuada en 1976 (la quinta de la economía cerrada). Llega la apertura comercial y financiera y cuento, entre 1977 y 1982: dos recesiones. Cinco en 30 años contra dos en 6. Pasemos de largo los penosos 80, con una conducción económica atrapada entre una deuda desproporcionada y su propia ineptitud. Apertura de Menem y Cavallo: dos recesiones en una década, la segunda de ellas récord nacional.
La comparación entre el desempeño de la "economía cerrada" (no tanto, no tanto, pero bueno) y la abierta se define por goleada. No vamos a los penales.
Un cordial saludo, Lindahl, con vos da gusto debatir, aunque no estemos de acuerdo.