Sube, sube, sube la brechita!

Mañana se leerá que la relación entre los ingresos de uno y otro sector cayó aunque levemente en el último trimestre del año pasado de 32 a 31 veces. El 10% más rico de la población percibe el 36,4% de los ingresos totales. Del otro lado, el 10% más pobre tiene una participación del 1,2%. Sin embargo esta modalidad de medición es absolutamente incorrecta. Ya analizamos oportunamente en Ramble el error metodológico que induce la medición de distribución vía ingreso familiar que propone el Ministerio de Trabajo, donde se termina observando el nivel de empleo en el hogar y no la distancia de ingresos entre unidades homogénes, esto es perceptor contra perceptor, uno a uno , desagregado por deciles. Por citar un ejemplo del error que señalamos: Si el perceptor integrante del 10% más rico gana $100 y el más pobre gana $10, la brecha entre ellos es 10 veces . Ahora bien, si en el hogar del perceptor rico sólo uno recibe ingreso de $100 y en el hogar pobre perciben ingreso 3 personas, el principal $10 y $ 3 por caso cada uno de los dos los hijos que trabajan, la brecha por ingreso familiar per cápita ya no es 10 sino 6,2 y peor aún, y esto es lo importante pues es lo que efectivamente esta pasando hoy en el país, si se estirara la brecha entre perceptores principales de 10 veces a 11 veces puesto que el perceptor rico pasa a ganar $110 y el pobre sigue en diez mangos, con agregar un niño más al mercado de trabajo informal que gane $2, la brecha de ingreso per cápita familiar cae a 6,1 veces, en el mismo momento que la distribución entre perceprores de ingreso individual empeora de 10 a 11 veces. Se trata entonces de unidades de análisis incomparables, no se puede medir distribución entre unidades heterogéneas, donde en una trabajan tres y en otra sólo un miembro.En cambio, si se utiliza la metodología correcta de perceptro versus perceptor, la brecha distributiva entre el 10% de la población perceptora más pobre y más rico empeoró, pasando de 26,4 a 27,8 veces en el último año como se observa en el cuadro que abre este post (click sobre la imagen para ampliarla), estiramiento de brecha que se explica por la caída de participación del 10% más pobre de perceptores. El coeficiente GINI muetra una leve mejora, de la mano d ela recomposición d elos salarios formales que impactan fundamentalmente entre el quinto y octavo decil de ingresos. En líneas generales, en materia distributiva, nada cambia demasiado, o sea venimos mal y seguimos así nomás.