Cuidemos al INDEC (y a la merluza también) .

Integro una módica cruzada en defensa de los índices oficiales desarrollados por el INDEC, en contra de los que suministra por ejemplo la Fundación Oid Mortales, el Foro Libertad, Libertad, Libertad, o el Centro de Estudios por la Dignidad del Entrepreneur. Envuelto en las engañifas habituales de Pierre que, ya se sabe , trabaja sin cesar para que no reine en el pueblo ni el amor ni la igualdad , sostengo en Ramble que la pobreza y la indigencia han descendido hasta alcanzar el 26,9% y 8,7% de la población total respectivamente , más allá del dibujo del precio de la MM o Merluza Moreno. Animalito arisco la MM, muy dificil de encontrar desde que en los dorados años noventa, cuando sí que se podía confiar en el IPC, Felipe el Hermoso, autor del famoso libro "Yo y Platero", distribuía permisos de pesca al zocaire... :) . En fin, retomando , la baja de la pobreza y la indigencia a niveles más que aceptables para tres años y medio de gestión - como ya señalamos en Ramble cinco veces más intensos por caso que los descensos que en igual base temporal, logarara el gran bolivariano -, debe observarse teniendo en cuenta una multiplicidad de factores, ninguno de los cuales, analizado por separado, explica la mejora. En principio, la generación de empleo fué consistente , la elasticidad empleo producto en el lapso comprendido entre el segundo y cuarto trimestre de 2006 fué adecuada en torno al 0,6. Sin embargo, una masa importante del empleo generado fué informal. En efecto, en el mismo lapso el nivel de trabajo en negro pasó de 43,1% a 42,9% de la PEA asalariada, por lo que los salarios de los trabajos informales que supusieron cuatro de cada diez puestos generados en el período de referencia, no superaron en promedio los $470, apenas un 10% por sobre el valor de la línea de indigencia pero la mitad de lo requerido por un hogar tipo metropolitano para superar el umbral de pobreza. Así las cosas, el cuadro Nº1 -click sobre la imagen para verla mejor -, muestra los niveles salariales actuales desagregados por condición de formalidad y los promedios respectivos para el universo de trabajadores formales e informales. Observada en esta dimensión de calidad de empleo y salarios, no parece claro el motivo de la mejora . En este sentido el cuadro Nº2 -click sobre la imagen para verla mejor-, puede ofrecer alguna información donde apalancar la explicación del porqué , a pesar de la generación de empleo de baja calidad y escaso salario, caen la pobreza y la indigencia de manera notable. En efecto, cuando se analiza el ingreso familiar total mensual del hogar- unidad de análisis adecuada para medir niveles de pobreza e indigencia- donde el perceptor principal es un/a trabajador/a informal ($1.520,7) , observamos que este ingreso familiar supera en un 70% el valor de la línea de pobreza y más que triplica el umbral de la indigencia para el hogar tipo. Este fenómeno de salario principal muy bajo e ingreso familiar ampliado, producto de la proliferación en el hogar de perceptores de ingresos complementarios (cónyuges o hijos) y eventuales ingresos extras vía changas del perceptor principal, para el universo de la mitad de la población más vulnerable cuyo perceptor principal en el hogar es un trabajador informal, explica más allá de la Merluza Moreno, la sensible caída en los niveles de pobreza e indigencia por ingresos. Reiteramos, esta baja en los indicadores de carencia está sostenida en una gran oferta de empleos de baja productividad, mala calidad y escaso salario, que logran sin embargo conformar un ingreso familiar total que triplica en promedio el salario del trabajador informal que ejerce la jefatura y ubica a la familia bien por encima del umbral de la pobreza. Esta dinámica de pluriempleo muy mal pagado, es la que asigna mejora en los índices sociales relevantes y ofrece gobernabilidad al sistema, más allá de los salarios promedio de indigencia existentes para el 42,9% de la PEA informal y sus familias, situación que hace que los trabajadores argentinos, por ejemplo, hagan incluso oídos sordos a los llamados permanentes a la organización y lucha de clases de las huestes libertarias como las aquí reunidas, sin ir más lejos.