Según el Indec, los asalariados cayeron 5 puntos porcentuales en la generación de riqueza mientras que el sector privado avanzó cuatro puntos. De esta manera, el crecimiento del 10,3 por ciento del año pasado se distribuyó de manera desigual.
Por Sebastián Premici
El crecimiento económico del 10,3% del año pasado se distribuyó de manera desigual entre trabajadores y el sector privado. Es decir, se amplió la desigualdad. La remuneración al trabajo asalariado retrocedió casi 5 puntos porcentuales al cierre de 2021 al concluir con una participación del 43,1 % mientras que el excedente bruto de explotación, es decir el saldo contable de las empresas, captó el 47% de la torta, una suba de casi cuatro puntos porcentuales. El informe difundido por el Indec arrojó otro dato: si bien el año pasado el empleo aumentó un 6,2%, lo que más se movió fue la informalidad laboral y las contrataciones precarias.
El Indec publicó ayer el informe cuenta de generación del ingreso al cuarto trimestre de 2021, que dio cuenta de cómo se repartió el Valor Agregado Bruto (VAB), es decir la riqueza generada por la economía argentina. Luego del ciclo macrista, la distribución funcional del ingreso había arrojado una mayor equidad entre el mundo asalariado y el sector empresarial, a pesar – o como consecuencia – de la crisis de la pandemia y la asistencia del Estado. Para el segundo trimestre de 2020, los asalariados habían alcanzado el 49,8 por ciento del VAB, a fuerza del ATP. Pero en 2021, con un repunte de todas las actividades, la ecuación se revirtió.
El año pasado, la participación de la remuneración al trabajo asalariado (RTA) alcanzó el 43,1% del Valor Agregado Bruto (VAB), lo que representó un descenso de 4,86 puntos porcentuales respecto a 2020. Por su parte, la participación del excedente de explotación bruto avanzó 3,84 puntos porcentuales y concluyó con el 47%.
En las últimas semanas, desde el Poder Ejecutivo destacaron los niveles de desempleo alcanzados al cierre del año pasado (7%). Sin embargo, la estadística esconde una realidad: la mayor cantidad de puestos generados fue precario. Los asalariados totales fueron 20,5 millones en 2021, es decir una suba del 6,2% con relación al año anterior. Sin embargo, los formales solo crecieron el 1,3%, mientras que los no asalariados lo hicieron en el 10,7% mientras que los no registrados, el 13,4%.
Con estos datos podría entenderse por qué muchos trabajadores y trabajadoras no llegan a cubrir una canasta básica de alimentos con su sueldo. Según el Indec, el sueldo medio de la población que tiene ingresos (el 60,4% de la total) fue de $52.553 al segundo semestre del año pasado, cuando la canasta básica para una familia tipo se ubica en casi $70.000.
La información difundida permite visualizar cómo fue el derrame de la riqueza hacia el interior de cada rubro. El sector agropecuario, que durante el primer trimestre de este año multiplicó sus márgenes de manera exponencial como consecuencia de la disparada internacional del precio de las materias primas, es donde existe una mayor desigualdad. El sector asalariado participó con el 17,1% del VAB, mientras que las empresas lo hicieron con el 66,9%.
Pero tal disparidad ocurre en otros sectores. En el rubro “exploración de minas y canteras”, los asalariados participaron con el 23,2% de la apropiación de la torta mientras que el sector privado lo hizo con el 78%. Y en la industria manufacturera, que creció mucho más que el promedio de la economía, las empresas se quedaron con el 45,5% del valor agregado bruto, frente al 29,3% de los asalariados.
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