6/19/2019

desempleo e informalidad - la problemàtica del trabajador pobre -

Por primera vez en 12 años, el desempleo traspasa la barrera de los dos dígitos

Alcanzó el 10,1% en el primer trimestre de 2019 y golpea fuerte en el Gran Buenos Aires y en la región pampeana. 

El desempleo no llegaba al 10% desde hace más de 12 años


El momento temido llegó. Esta tarde el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) anunció que el desempleo del primer trimestre de 2019 alcanzó el 10,1%. Es la primera vez en más de 12 años, desde el tercer trimestre de 2006, que el desempleo traspasa la barrera de los dos dígitos.

Por otra parte cabe acotar que la totalidad de los puestos de trabajo generados el primer trimestre de este año fueron asalariados informales  y cuentapropia.


Se concluye entonces que durante esta nueva ola neoliberal que despliega el gobierno de Cambiemos, se ha duplicado la tasa de desempleo abierto - que pasa de 5,9% en el cuarto trimestre de 2015 a 12% según estimaciones conservadoras para el cuarto trimestre de 2019 -.

Sin embargo, debe advertirse que siendo muy grave, el aumento del desempleo abierto no resulta  la carencia central de esta nueva etapa de ajuste neoliberal.

Un aún inédito estudio realizado por el equipo de investigación que conduce la diputada Fernanda Vallejos analiza la que consideramos la mayor carencia del mercado de trabajo en esta etapa , la más extendida y profunda que tuvo su bautismo durante la última dictadura militar a partir de la combinación de congelamiento salarial con niveles inflacionarios muy elevados y se consolidó en los años 90 mediante aumento exponencial de la informalidad laboral combinada con convenios colectivos a la baja: El trabajador  pobre

En general, se asocia la incidencia de la pobreza o indigencia con la existencia de desempleo o, más en general, con la falta de empleo.

Sin embargo, existe otra causa importante de la insuficiente generación de ingresos en relación al valor de la canasta básica alimentaria y no alimentaria. Nos referimos aquí al fenómeno del trabajador pobre.

Existen, al menos, dos formas de medirlo.


  • La primera de ellas toma como unidad de análisis al hogar y considera todas las fuentes de ingresos que el mismo percibe. Bajo este enfoque un trabajador es pobre si vive en un hogar cuyos ingresos totales son inferiores al valor de la línea de pobreza familiar.


  • La segunda forma estima individualmente la situación de cada ocupado donde éste es considerado pobre si sus propios ingresos son inferiores al valor de la línea de pobreza que le corresponde de acuerdo a la línea de pobreza de un hogar tipo ( 4 miembros) para cada región del país.


El estudio referido permite observar ambas dimensiones pero restringido al ámbito del mercado de trabajo formalizado y muestra de manera nítida la notable caída del poder adquisitivo del salario formal respecto a la canasta básica ampliada que mide el umbral de pobreza tanto a nivel nacional como regional.

Así las cosas, realizado en base a datos oficiales, los resultados de la investigación que coordina la diputada Vallejos son impactantes.

Tomando como ejemplo la zona metropolitana y reiteramos, solo el universo de trabajadores formales, sujetos de convenciones colectivas de trabajo, si en el 4to trimestre del año 2016 el 45,3% de los trabajadores formales recibía salarios por debajo del valor de la línea de pobreza regional metropolitana de un hogar tipo de 4 miembros, ya  en el cuarto el 56,3% de los trabajadores estaba en esa condición de carencia.

Síntoma inequívoco del impactante deterioro del poder adquisitivo del salario en tan solo 24 meses, la información del estudio se completa con el porcentaje de trabajadores formales que residen en hogares pobres.

Al respecto la carencia extrema pasó del 10,5% de trabajadores formales residentes en hogares pobres en el cuarto trimestre de 2016 al 13% en igual período del año 2018, aumento notable de un indicador de penuria límite en el poder adquisitivo del salario, cuando el trabajador formal reside en un hogar que combinando ingresos familiares, sin embargo no logra superar el umbral de la pobreza.

Para evaluar la magnitud de la caída salarial inducida por el macrismo, obsérvese que el salario mínimo vital y móvil es hoy de $12.500 y el valor de la línea de indigencia para un hogar tipo metropolitano es $12.700. No comments.


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