3/23/2014

acerca del sistema tributario cordobés



Cabe esa posibilidad gobernador? lo noto muy enérgico....

La insólita negativa del llamémosle "gobierno" bonaerense a elevar los salarios docentes a niveles aceptables - en línea con la inflación y la necesaria recuperación de poder adquisitivo del salario, tradición K- abre la discusión acerca de a quienes y cómo cobran impuestos los gobiernos provinciales.

El clásico video de apertura , muestra el paradigma que recorre Córdoba en materia tributaria: La regresividad más abyecta bajo la modalidad de aparición específica en este caso de amenazas de aplicar la ley a los más poderosos , si no "le dan una manito" al gobernador. Besamanos!
Leemos más?


La valuación fiscal de los campos no se actualiza desde 1993. Por eso el impuesto inmobiliario rural y el urbano han perdido peso en la recaudación provincial. En el 2011 representaron sólo 7%, mientras hasta 1993 aportaban cerca del 40%.” Graciela Treber empezó con esta definición el diálogo con Miradas al Sur. Treber es ex concejal de Córdoba capital por el juecismo, y además es hija y colega de trabajo de Salvador Treber, uno de los mayores especialistas en sistemas tributarios que tiene la Argentina, que fue director del Banco Central durante el alfonsinismo.

–¿Cómo se componen los ingresos de la provincia? 

–Los propios representan el 39% del presupuesto. El 61% restante son giros del Tesoro Nacional, por coparticipación y otros mecanismos. Por otra parte, ese 39% que la provincia recauda se divide en un 76% que viene de ingresos brutos, un 10 de los inmobiliarios (el rural y el urbano), un 4 de los automotores y el 10 restante del impuesto a los sellos.

–Es decir que, sobre el total del presupuesto, los tributos a las propiedades aportan sólo 4%. 

–Así es. Según la valuación fiscal vigente, hay zonas de Córdoba en las que una hectárea vale entre 400 y 700 pesos, mientras su valor de mercado oscila entre los 7 mil y 15 mil dólares. La última valuación se hizo en 1993. Estábamos en el régimen del uno a uno. Luego de la devaluación del 2001 no se hizo ninguna modificación. Entonces, zonas que estaban valuadas en 400 o 700 dólares la hectárea hoy oscilan entre 100 y 200 dólares. Lo único que se ha hecho es ir ajustando la alícuota.

–¿De qué modo funciona el impuesto a los ingresos brutos? 

–Se paga tomando la facturación y lo aporta toda la cadena productiva, aunque en algunas industrias tienen exenciones. El tema es que todos lo trasladan a los precios, y lo pagan los consumidores. La tasa varía entre el 1% y el 5% de la facturación, según la actividad. Además es un impuesto en cascada, los industriales lo trasladan a los bienes que producen. Luego hacen lo mismo los mayoristas y los minoristas. Todos los tributos que caen sobre el consumo son poco distributivos. En el caso de los provinciales, los que se aplican sobre las propiedades y los automotores son los más progresivos, y hoy no implican más del 14% de la recaudación. Por eso podemos hablar de un sistema regresivo.

–¿Qué lugar ocupaban antes los impuestos a la propiedad? 

–El inmobiliario, rural y urbano, hasta la década del ’90, representaba alrededor del 40% de la recaudación provincial. A partir del ’93 comenzó a perder peso hasta llegar a la situación actual. Por eso, más allá de que parte de estos recursos se usen para políticas como el boleto estudiantil, no pueden plantearse como medidas redistributivas, ya que los recursos mayoritariamente vienen de los mismos sectores que reciben esos beneficios.

Nota Relacionada
La bestia trepadora
salario docente: recordando a la bestia

Nuevas alternativas de financiamiento que no sea ajustar sobre salarios de los trabajadores, limitando el consumo popular motor - no de la inflación como le chamuya Blejer- , sino del crecimiento y entonces atacando los fundamentals del actual modelo Nac&Pop están siempre disponibles.

Solo hay que ir a buscarlas e ir por los que más tienen y asumir el conflicto que esto supone, claro.  Leer más

No hay comentarios.: