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Con el mercado de crédito externo virtualmente cerrado tanto para el sector público como el privado y un flujo de inversión extranjera directa casi extinto, el comercio exterior es el único que aporta dólares a la economía.
El objetivo del gobierno, tal como lo plantea en el Proyecto del
Presupuesto de 2014, es lograr un superávit comercial en torno de USD
10.000 M para compensar los pagos de deuda en dólares y evitar así
profundizar la caída en las reservas internacionales. En este escenario,
el crecimiento económico queda supeditado a la performance de las
exportaciones siendo las importaciones la variable de ajuste. Sin un
shock en los precios internacionales a la vista (como el que se dio
entre 2003 y 2008) o un salto en la productividad o la llegada a nuevos
mercados, difícilmente la economía pueda crecer más allá del 3,4% de
éste año.
Las exportaciones crecieron desde 2003 un promedio de 13,2%i.a.; sólo
cayeron en 2009 producto de la crisis internacional y en 2012 como
consecuencia de una mala cosecha y un magro crecimiento de Brasil. Ese
incremento se dio con una marcada tendencia, las cantidades exportadas
aumentaron a un menor ritmo que los precios. En los primeros siete meses
del año la situación no fue diferente: los precios de las exportaciones
crecieron 3% mientras las cantidades sólo 2%.
Las cantidades exportadas muestran un comportamiento heterogéneo
entre los distintos sectores. Entre 2003 y 2012, el sector más dinámico
fue el de manufacturas de origen industrial (MOI) +6,9%i.a., seguido por
el de productos primarios +5,4%i.a. y las manufacturas de origen
agropecuario (MOA) +3,2%i.a. mientras que los combustibles exhibieron
una retracción de 9,8%i.a.
La misma lógica se mantuvo a julio de este año, en cantidad las
exportaciones de MOI fueron las que más crecieron 5,5%i.a. Es un dato
positivo dado que es el rubro con mayor contenido tecnológico. El
principal aporte llega de la industria automotriz, por caso a julio de
este año se exportaron 30% más de automóviles que en igual período de
2012. Lógicamente, producto de una mayor demanda desde Brasil, destino
de 8 de cada 10 autos argentinos. Sin embargo, las automotrices ya
descuentan un menor ritmo de expansión en lo que resta del año. A su
vez, el crecimiento de la economía brasilera en 2014 rondará 2,5%i.a.,
una tasa similar a la de este año.
Si bien la cosecha 2012/13 fue récord las cantidades exportadas de
productos primarios crecieron sólo 2,2% i.a. mientras las de MOA cayeron
1,8%i.a. En el primer caso fueron determinantes las mayores ventas de
granos de maíz que subieron 63% i.a.(+ USD 1.980 M) tanto por un aumento
en cantidades como en su precio. A ello se sumó que las ventas de
porotos de soja también se incrementaron a un ritmo elevado (+23%i.a.),
básicamente por mayores cantidades dado que su precio bajó 5%i.a.
Finalmente la cantidad de combustibles exportados en los primeros
siete meses del año cayó 13,6%i.a.. El resultado es consecuencia de la
contracción en la producción de petróleo y gas que comenzó en 1999 y
2007 respectivamente. La menor oferta junto a una mayor demanda son la
causa del déficit energético. A julio el sector acumula un rojo de USD
4.241 M equivalente a dos tercios de todas las exportaciones del sector
automotriz.
Si bien cada sector analizado tiene su propia dinámica, las actuales
condiciones no permiten prever incrementos de importancia en las
cantidades exportadas. El gobierno parece mucho más consciente de las
restricciones que genera este freno en las ventas externas, la única
fuente de ingresos de dólares que tiene la economía. Es por ello que
está acelerando el ritmo de devaluación de la moneda, buscando aliviar
–en el margen- la situación de los exportadores. Pero sin una baja
sensible en los niveles de inflación, las mejoras se diluyen
rápidamente.
Otra salida “elegante” para apuntalar el ingreso de divisas es
aspirar al financiamiento externo de la obra pública. En un discurso
reciente CFK comenzó a deslizar que existe deuda externa “buena”, que es
la que genera el capital para inversión en infraestructura. Es por ello
que se está por cerrar un acuerdo con las cinco empresas que tienen
sentencias definitivas en el CIADI, originadas en la crisis de 2001. Si
no logra nuevas fuentes que aporten divisas en ésta transición hasta
2015 el gobierno se verá en un dilema de hierro: sacrificar actividad
económica o seguir perdiendo reservas internacionales.
1 comentario:
Desde 1990 hasta 2008 la tendencia de incremento de la producción agrícola era del 5,8% anual. El plan estratégico agroalimentario necesitaba un 4% para conseguir sus objetivos.
La realidad es que estamos desde 2008 con un 1,3.
Eso ya generó una brecha de 8mil palos verdes entre ambas tendencias, que va a llegar a 20mil para 2020.Salvo que Massa o Scioli se aviven.
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