9/21/2013

una mirada sobre el ingresos de divisas



Leemos en Analytica
 

Con el mercado de crédito externo virtualmente cerrado tanto para el sector público como el privado y un flujo de inversión extranjera directa casi extinto, el comercio exterior es el único que aporta dólares a la economía.


El objetivo del gobierno, tal como lo plantea en el Proyecto del Presupuesto de 2014, es lograr un superávit comercial en torno de USD 10.000 M para compensar los pagos de deuda en dólares y evitar así profundizar la caída en las reservas internacionales. En este escenario, el crecimiento económico queda supeditado a la performance de las exportaciones siendo las importaciones la variable de ajuste. Sin un shock en los precios internacionales a la vista (como el que se dio entre 2003 y 2008) o un salto en la productividad o la llegada a nuevos mercados, difícilmente la economía pueda crecer más allá del 3,4% de éste año.


Las exportaciones crecieron desde 2003 un promedio de 13,2%i.a.; sólo cayeron en 2009 producto de la crisis internacional y en 2012 como consecuencia de una mala cosecha y un magro crecimiento de Brasil. Ese incremento se dio con una marcada tendencia, las cantidades exportadas aumentaron a un menor ritmo que los precios. En los primeros siete meses del año la situación no fue diferente: los precios de las exportaciones crecieron 3% mientras las cantidades sólo 2%.


Las cantidades exportadas muestran un comportamiento heterogéneo entre los distintos sectores. Entre 2003 y 2012, el sector más dinámico fue el de manufacturas de origen industrial (MOI) +6,9%i.a., seguido por el de productos primarios +5,4%i.a. y las manufacturas de origen agropecuario (MOA) +3,2%i.a. mientras que los combustibles exhibieron una retracción de 9,8%i.a.


La misma lógica se mantuvo a julio de este año, en cantidad las exportaciones de MOI fueron las que más crecieron 5,5%i.a. Es un dato positivo dado que es el rubro con mayor contenido tecnológico. El principal aporte llega de la industria automotriz, por caso a julio de este año se exportaron 30% más de automóviles que en igual período de 2012. Lógicamente, producto de una mayor demanda desde Brasil, destino de 8 de cada 10 autos argentinos. Sin embargo, las automotrices ya descuentan un menor ritmo de expansión en lo que resta del año. A su vez, el crecimiento de la economía brasilera en 2014 rondará 2,5%i.a., una tasa similar a la de este año.


Si bien la cosecha 2012/13 fue récord las cantidades exportadas de productos primarios crecieron sólo 2,2% i.a. mientras las de MOA cayeron 1,8%i.a. En el primer caso fueron determinantes las mayores ventas de granos de maíz que subieron 63% i.a.(+ USD 1.980 M) tanto por un aumento en cantidades como en su precio. A ello se sumó que las ventas de porotos de soja también se incrementaron a un ritmo elevado (+23%i.a.), básicamente por mayores cantidades dado que su precio bajó 5%i.a.


Finalmente la cantidad de combustibles exportados en los primeros siete meses del año cayó 13,6%i.a.. El resultado es consecuencia de la contracción en la producción de petróleo y gas que comenzó en 1999 y 2007 respectivamente. La menor oferta junto a una mayor demanda son la causa del déficit energético. A julio el sector acumula un rojo de USD 4.241 M equivalente a dos tercios de todas las exportaciones del sector automotriz.


Si bien cada sector analizado tiene su propia dinámica, las actuales condiciones no permiten prever incrementos de importancia en las cantidades exportadas. El gobierno parece mucho más consciente de las restricciones que genera este freno en las ventas externas, la única fuente de ingresos de dólares que tiene la economía. Es por ello que está acelerando el ritmo de devaluación de la moneda, buscando aliviar –en el margen- la situación de los exportadores. Pero sin una baja sensible en los niveles de inflación, las mejoras se diluyen rápidamente.


Otra salida “elegante” para apuntalar el ingreso de divisas es aspirar al financiamiento externo de la obra pública. En un discurso reciente CFK comenzó a deslizar que existe deuda externa “buena”, que es la que genera el capital para inversión en infraestructura. Es por ello que se está por cerrar un acuerdo con las cinco empresas que tienen sentencias definitivas en el CIADI, originadas en la crisis de 2001. Si no logra nuevas fuentes que aporten divisas en ésta transición hasta 2015 el gobierno se verá en un dilema de hierro: sacrificar actividad económica o seguir perdiendo reservas internacionales.

1 comentario:

Mariano T. dijo...

Desde 1990 hasta 2008 la tendencia de incremento de la producción agrícola era del 5,8% anual. El plan estratégico agroalimentario necesitaba un 4% para conseguir sus objetivos.
La realidad es que estamos desde 2008 con un 1,3.
Eso ya generó una brecha de 8mil palos verdes entre ambas tendencias, que va a llegar a 20mil para 2020.Salvo que Massa o Scioli se aviven.