11/22/2020

vicentin



Javier Ortega

Felicitaciones a Horacio Rovelli y los que participaron en la documental de VICENTÍN, algo muy necesario para deconstruir el discurso hegemónico del pretendido ataque a la propiedad privada. Yo sigo en Avellaneda-Reconquista desde junio, acá nos preocupa bastante que todavía no tenemos una política pública para lo que viene. Porque Vicentín no va a pagar. Vicentin necesitaría 60 años para saldar su deuda con el nivel de producción que tiene hoy (hace solo fazón). 

Por lo que no va a un acuerdo preventivo con pago a los acreedores (no puede) ni siquiera con quita o espera. Va a una entrega de bienes a los acreedores, o cesión de acciones, o capitalización de créditos (art 43 LCQ)... o directamente la quiebra con el remate de los activos que sobrevivieren. Y en esto la ventaja para hacerse con la empresa lo tienen los acreedores transnacionales, que de hecho ya manotearon el frigorífico FRIAR hace unos días (aunque está en discusión la operación ). 

Si no contamos con una empresa estatal que pueda capitalizar deuda (y BNA, BICE y AFIP no pueden hacerlo por restricciones legales) no vamos a cobrar ni siquiera la deuda, y las exportaciones de granos y derivados quedarán más trasnacionalizadas que lo que ya lo estaban antes del affaire Vicentín. Porque alguna trasna se va a quedar con la compañia. 

Pero tenemos que empezar a instalar la idea de que necesitamos un instrumento para capitalizar deuda (como lo harán las trasnas), de lo contrario vamos a terminar peor de lo que empezamos.

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