11/20/2019

porque el aire es gratis o se gato 😼y criticarás a evo😉




Evo Morales: el "indio" que industrializó el gas natural

Formación genuina de capital e inversiones bolivianas

Federico Bernal

La nacionalización de 2006 revirtió una relación desigual en la que el porcentaje de la renta pasó del 18% al 82% para el Estado boliviano y del 82% al 18% para las productoras. Las amenazas de desplome de las inversiones y estampida empresarial no solo no se verificaron, sino que superó ampliamente al período neoliberal. En los primeros ocho años (2006-2014), las inversiones hidrocarburíferas alcanzaron un promedio anual de 1.020 millones de dólares, representando un incremento del 175% respecto al promedio del periodo 2001 -2005. Durante los últimos 13 años (2006-2018), fueron de 14.400 millones de dólares. La cifra triplica la registrada entre 1992-2005, con una inversión acumulada de 5.500 millones. La inversión programada entre 2019 y 2025 se estima en 9.800 millones de dólares adicionales.

El Estado Plurinacional de Bolivia obtuvo ingresos en concepto de renta hidrocarburífera entre 2006 y junio de 2019 por 38.598 millones de dólares resultado de la comercialización de hidrocarburos y las actividades realizadas en el sector. En relación al período neoliberal (1993-2005), se multiplicó por 11.

Todo esto condujo a una multiplicación en la formación bruta de capital fijo privado, como se observa debajo, base de la capitalización del hermano país.

Las regalías crecieron exponencialmente, derramando recursos a lo largo y ancho del país. Dichos ingresos, reinvertidos en buena medida, se volcaron masivamente al desarrollo de infraestructura, la industrialización del gas, las nueve gobernaciones, los 339 municipios y a las universidades públicas del país.

La captación de renta por parte del Estado permitió además planificar las inversiones en función de un inédito programa de desarrollo socioeconómico del pueblo boliviano. Parte de las inversiones se orientaron a las actividades del upstream con el objeto de incrementar las reservas y los niveles de producción. Paralelamente, se dio inicio a la agregación de valor (industrialización) del gas natural con las plantas de Separación de Líquidos Río Grande y Carlos Villegas y la planta de Amoníaco y Urea, además de otros importantes proyectos relacionados a los sectores transporte, refinación y almacenaje para el abastecimiento del mercado interno.


Plantas de Separación de Líquidos Río Grande y Carlos Villegas (Gran Chaco)

Fue este el primer paso de la industrialización del gas, tanto para provisión del mercado interno como para la exportación. La Planta de Río Grande (Cordilleras, Departamento de Santa Cruz) fue inaugurada en agosto de 2013 y la Planta Carlos Villegas de Gran Chaco (Yacuiba, Departamento de Tarija) en agosto de 2015. Ambas, operadas por YPFB. La primera, demandó una inversión de 159 millones de dólares y cuenta con una capacidad de procesamiento de 5,6 millones de m3 diarios de gas para la producción de 361 toneladas métricas de GLP, 540 barriles equivalentes diarios de gasolina estabilizada y 195 en isopentanos. Esta planta aprovecha la corriente de exportación a Brasil, extrayendo los licuables y permitiendo la exportación de gas residual metano. Con ella, Bolivia alcanzó la autosuficiencia en GLP.

La Planta de Gran Chaco demandó una inversión de 640 millones de dólares en una extensión de 75 hectáreas. Esta planta, seis veces más grande que la de Río Grande y tercera en producción de América del Sur, procesa 32,2 millones de m3 diarios de gas para producir 3.144 toneladas métricas diarias de etano, 2.247 toneladas métricas de GLP, 1.044 barriles equivalentes día de gasolina estabilizada y 1.658 en isopentanos. Aprovecha la corriente de exportación a la Argentina.

El propósito fue cuádruple: lograr la autosuficiencia en gas licuado de petróleo (GLP) para el mercado interno, eliminar la fuga de divisas a través de la importación de este combustible, exportar valor agregado y proveer la materia prima para las plantas de urea, propileno y polipropileno. Ambas plantas, entre el 2013 y 2019 exportaron más de 470.000 toneladas métricas de GLP, generando ingresos económicos por más de 200 millones de dólares.


Planta de GNL

En 2013, se inició la construcción de una planta de GNL ubicada en el Departamento de Santa Cruz. Su objetivo: universalizar la provisión de gas natural a poblaciones alejadas de la red de gasoductos. La instalación, que entró en operación en febrero de 2016, cuenta con una capacidad de procesamiento de 362.280 m3 diarios para producir 210 toneladas de GNL.

La construcción demandó cerca de dos años y una inversión de 260 millones de dólares en la planta propiamente dicha, más otros 240 millones en las redes de gas, estaciones de regasificación y las estaciones de GNL.

El gas licuado es transportado a través de cisternas criogénicas hasta las Estaciones Satelitales de Regasificación (ESR). De esta forma, unas 27 poblaciones alejadas del sistema troncal de gasoductos (unas 150.000 personas) son abastecidas con gas por red, en lo que se denomina Sistema Virtual de Gas Natural Licuado (GNL). En función a la demanda y proyección en el consumo de gas natural para uso doméstico y vehicular, se estableció que 16 de las 27 estaciones dispondrán también de estaciones de servicio de GNV, en tanto las otras 11 serán únicamente para alimentar a la red doméstica de consumo.

Durante su visita a la obra de construcción de la planta de GNL, en septiembre de 2013, Morales recordó que los gobiernos anteriores también se plantearon la construcción de una planta de GNL pero "no para atender al pueblo sino para atender al imperio". Y agregó: "Refresquemos la memoria… Gonzalo Sánchez de Lozada planteó la instalación de esta Planta para llevar el gas natural licuado a Estados Unidos y ahora estamos acá iniciando con esta planta para llevar a 30 poblaciones y ciudades intermedias de toda Bolivia".

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Planta de Amoníaco y Urea

En septiembre de 2017, Bolivia inauguró su primera Planta de Urea y Amoníaco a partir de su propio gas natural. Su producción ronda las 2.100 toneladas métricas de urea por día (766.500 toneladas anuales) y 1.200 de amoníaco. Consume 1,4 millones de metros cúbicos al día. El 80% de la producción se destinará durante los primeros años al mercado de exportación.

Demandó una inversión de 950 millones de dólares otorgados por el Banco Central de Bolivia (BCB) a través de un préstamo estatal. El socio de YPFB es Samsung Engineering Co. Ltd. (República de Corea).

De acuerdo a los últimos datos de YPFB, entre octubre y mayo de 2019 se comercializó un 95% de la producción de urea. El 12,3% se volcó al mercado interno y el 87,7% al externo. El Ministerio de Hidrocarburos proyecta que la comercialización interna de urea sobrepase las 50.000 toneladas, mientras que las exportaciones a Brasil, Perú, Paraguay, Uruguay y la Argentina alcancen las 490.000 toneladas.

YPFB tiene en carpeta una serie de proyectos ligados a la industrialización de la cadena de valor a partir de la Planta de Amoníaco y Urea. Estos son: 1) la construcción de una Planta de Urea-Formaldehido (UFC-85), aditivo indispensable para la producción de urea granulada en la Planta de Amoniaco y Urea (PAU). Cubrirá la necesidad del aditivo UFC-85 en volúmenes significativos, lo cual generará un ahorro considerable al reducir del costo de producción de la urea granulada. La inversión estimada es de 35 millones de dólares. Se adjudicó en abril de este año; 2) la construcción una Planta de Nitrato de Amonio como materia prima para la producción de nitrado de amonio, urea nitrato de amonio (UAN), fosfato monoamónico (MAP), fosfato diamónico (DAP) y nitrógeno-fósforo-potasio (NPK). Esto permitirá garantizar la provisión de estos fertilizantes al mercado interno y los excedentes para exportación multiplicando los ingresos para el país.Federico Bernal, director de OETEC

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3 comentarios:

leo dijo...

si el apellido es cegato vendría a ser la hermana de mister magoo

profemarcos dijo...

El feminismo, el ambientalismo, el indigenismo, las "disidencias" y todas las demás apoyadas por las ONG de USA.

Anónimo dijo...

Andará Soros, el filántropo archimillonario financiando estas " intelectualidades " .