12/27/2014

crisis en la eurozona: el reordenamiento de la derecha alemana

La aparición de nuevas experiencias de izquierda como Syriza en Grecia y Podemos en España parece un signo de la crisis en la eurozona.

También la derecha política ofrece novedades como el partido neo nazi  Amanecer Dorado en Grecia y en la medida que el estancamiento económico se desplaza de la periferia al centro continental  la crisis promueve también  reordenamientos en el sistema de representación partidario en el corazón europeo. 

Sobre los reacomodamientos sorprendentes del sistema de representación partidario alemán, leemos a Franco Delle Donne:  

El éxito electoral de Alternativa para Alemania (AfD) en las últimas elecciones regionales y en las europeas representa un cambio profundo en el arco político alemán. Por primera vez desde finales de la segunda guerra mundial aparece un partido que según sus posiciones políticas se ubicaa la derecha de la Unión Demócrata-Cristiana (CDU) de Angela Merkel. AfD se lanzó al espacio público alemán con una fuerte crítica hacia la Unión Europea, pero con el correr de las elecciones regionales su programa político fue incorporando posiciones conservadoras y ultraconservadoras. Algunas declaraciones y carteles electorales dan cuenta de un discurso que puede calificarse de racista y xenófobo:



Ahora bien ¿qué representa su aparición en el escenario político alemán? AfD viene a sacudir algo que durante décadas se mantuvo constante y sin sobresaltos: la derecha alemana. Así como sucedió con la izquierda que pertenecía tradicionalmente al partido socialdemócrata (SPD). La izquierda vivió el surgimiento de los verdes (Bündnis 90/die Grünen) en los ´80 y tras la caída del muro de Berlin se tuvo que reorganizar a raíz del surgimiento de Die Linke. Hoy la derecha vive una situación similar. El crecimiento de AfD, ya sea en términos electorales como en presencia mediática, ha enterrado lo que fuera una suerte máxima de la Unión (CDU/CSU): “No debe existir ningún partido legitimado democráticamente a la derecha de la CDU/CSU.” Esto significa que por primera vez la estrategia de “crecer hacia el centro” de Merkel muestra una debilidad. Es hora de que los estrategas de la Unión obren con inteligencia, y que la desesperación de tener un enemigo en la misma vereda ideológica no lleve a decisiones precipitadas como por ejemplo una radicalización del discurso. No es una tarea fácil. Ejemplo de ello es la vergonzosapropuesta de la CSU para controlar que en cada casa se hable el idioma alemán.

Resumen de la propuesta de la CSU en su congreso partidario de diciembre de 2014:Reglas de bávaras de convivencia: Aprender el idioma, obedecer el derecho y la ley, ganarse los medios de vida, vivir “con” nosotros en lugar de “contra” o “al lado” de nosotros. Asi se logra la integración!

Una idea que no solo no es factible, sino que generó la perplejidad y crítica en la propia clientela conservadora. Es que una cosa es promover el idioma alemán, y otra es meterse con lo que sucede en el seno de la familia, perjudicando la educación de los niños que deberían crecer bilingües. El discurso de la identidad de la CSU parece tomar un rumbo reaccionario. Está claro que el tema de la inmigración no es nuevo, pero los euroescépticos lograron un reframing del mismo y con él desintegraron el tratamiento políticamente correcto del issue.

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