5/18/2013

paritarias e inflación




La tasa de inflación se ha desacelerado y la negociación salarial en paritarias de los principales sindicatos ha concluido. La revitalizada puja distributiva recorre un escenario previsible de tensión que para algunos puede ser incómodo, pero que es expresión de la vitalidad de una sociedad disputando cómo se reparte la riqueza. 

En otras economías latinoamericanas es un tema de escasa conflictividad, debido a la elevada informalidad laboral y a la débil densidad de las organizaciones sindicales; y en otras, como la europea, lo que está sucediendo es una embestida furiosa contra el empleo y los derechos laborales. Aquí se transita a contramano, con una dinámica capital-trabajo desarrollando una notable e interesante puja distributiva en negociaciones paritarias sin interrupciones desde hace varios años, conformando el período más largo de vigencia de ese marco institucional del mundo laboral argentino. 

Para los institucionalistas debería ser un acontecimiento para darse por enterados. No es un hecho menor la continuidad de las convenciones colectivas de trabajo desde 2004, que lentamente están registrando un salto cualitativo, porque no se están negociando solamente aumentos nominales de salarios, sino otros aspectos relevantes para los trabajadores, como nuevas categorías, condiciones laborales y beneficios directos no monetarios.

La cuestión de los precios es relevante para evaluar en perspectiva los acuerdos firmados en ese largo período y los cerrados para 2013 a mediados de la semana por varios gremios que reúnen a unos 2,2 millones de trabajadores formalizados. Al bajar el volumen de los gritos de los profetas de la crisis por venir, y advirtiendo sobre la existencia de un vacío estadístico por la pérdida de legitimidad del IPC Indec, se puede observar que diferentes indicadores de evolución de precios exhiben un sendero de desaceleración en el primer cuatrimestre. 

Los acuerdos-congelamiento de precios ordenados por la Secretaría de Comercio Interior han sido efectivos en alterar la inercia inflacionaria de fines del año pasado. Así lo reflejan índices no oficiales, que vale reiterar son elaborados también con cuestionables metodologías.

La inflación Congreso, una agresión a la rigurosidad técnica al ser un promedio simple de los índices de consultoras privadas, acumuló en el cuatrimestre una variación de 6,87 por ciento, equivalente a una tasa anualizada de 19,8 por ciento.

InflaciónVerdadera.com publica un índice de Alimentos y Bebidas, utilizando precios diarios de dos grandes supermercados de Buenos Aires, para ampliarlo desde agosto del año pasado con el de PriceStats, empresa privada que calcula índices de inflación agregada en el mundo. Ese indicador abarca más categorías de productos y servicios, obteniendo en forma on line precios diarios de comercios de todo el país. De acuerdo con el movimiento de precios del primer cuatrimestre, afirma que la tasa de inflación anualizada es de 18,9 por ciento.

El sociólogo Artemio López rescata en su blog rambletamble los datos proporcionados por el Instituto Provincial de Estadística y Censos de Santa Fe, provincia manejada por el socialismo, fuerza opositora al gobierno nacional. El resultado brindado por ese organismo oficial es de una inflación anual de 14,7 por ciento para el período marzo 2012-2013...

Esas subas (salariales), como la prevista para este año (también en promedio del 24 por ciento), se ubicaron varios puntos por encima de cualquier índice de precios difundido. La particularidad de este dinámico proceso de negociación paritaria es que la mejora se concretó al mismo tiempo que aumentaron en términos generales las utilidades de las empresas. Esta aparente contradicción se salda cuando se analiza la fuerte alza que registró la productividad laboral, que implica la apropiación del capital de una parte proporcionalmente mayor del incremento de la riqueza global de la economía.


La revitalizada puja distributiva exige eludir evaluaciones rústicas que sólo sirven para cautivar plateas inocentes, pero no para interpretar la intensa disputa que se está dando por un mejor reparto del ingreso, con activa gestión de gobierno y con creciente participación de la organización gremial, frente a quienes pretenden recuperar el sendero de la regresividad en la distribución de la riqueza, alentando la economía del miedo con el dólar ilegal y postulando una brusca devaluación.

Nota relacionada

El país donde los acuerdos de precios funcionan y el libremercado fracasa
Artemio López

El país donde los acuerdos de precios funcionan y el libremercado fracasa

Un repaso histórico por los tres acuerdos de precios peronistas exitosos que, a su vez, permiten traer al presente la tan vigente derrota por goleada de los “curtidores” de la teoría neoliberal y la supuesta superioridad del libre mercado en la fijación de precios.

No hay comentarios.: