Atacando la figura del “cepo cambiario”, la Presidenta dijo hace dos semanas que en nueve meses salieron de la Argentina casi usd 80.000
millones. Aunque las importaciones (usd 48.000 millones) y los pagos de
deuda (usd 11.000 millones) fueron los rubros centrales de egreso de
divisas en el período, el turismo también fue mencionado por CFK como un
importante demandante de dólares, por usd 5.500 millones hasta
setiembre.
La actividad turística atraviesa un momento peculiar. Consolidado ya
su aporte al PIB en torno a 7% (superando a la industria de la
construcción, por caso), es un sector de alto dinamismo en
Latinoamérica; en 2011 creció 9%, frente a +5% en el mundo. El turismo
interno, que hasta abril aumentaba poco, recupera velocidad; el número
de residentes locales hospedados en hoteles aumentó 2.5% en promedio
hasta julio, pero +8% i.a. en ese mes.
La pregunta es si no se está consolidando un peligroso cambio de
tendencia en lo que respecta a los flujos turísticos con el resto del
mundo. En otras palabras, si lo que era una actividad superavitaria en
dólares no viró estructuralmente en deficitaria. Entre 2006 y 2010 el
sector proveía entre usd 1.500 y 1.800 millones anuales de divisas netas
a las cuentas externas. Este aporte, que se redujo sensiblemente en
2011 (apenas usd 300M), ahora se volvió claramente negativo: según datos
del BCRA, hasta junio el déficit de la cuenta cambiaria turística es de
usd 1.000 M, y de acuerdo a las cifras de la propia presidenta, podría
haber crecido aún más hasta ahora. Es el primer “rojo” desde al año
2002.
El viraje hacia el déficit responde al estancamiento en el número de
turistas extranjeros (-1.2% acumulado a julio) y al fuerte crecimiento
de los viajes de argentinos al exterior, que crecen 18.6% i.a. El gasto
medio de estos viajes aumentó 27.5% respecto de 2011.
¿Qué explica el regreso del déficit? Una economía más cara en
dólares, es obvio, pero también ciertas conductas surgidas con las
restricciones cambiarias. Veamos algunas:
- Es bajo el incentivo del turista extranjero a liquidar dólares al
precio oficial, dada la brecha del 30% con el mercado informal. Los
datos del INDEC lo confirman, al reflejar una caída de 6% en el gasto de
los extranjeros.
- La “pesificación” de los precios del sector y las modalidades de
pago en cuotas alientan el consumo turístico en el exterior como forma
de protegerse de la inflación y vía de escape ante la imposibilidad de
ahorrar en dólares. Pero, al final del día, los operadores terminan
demandando divisas para sus pagos en el exterior. Más demanda turística
en pesos equivale a más dólares que se pierden al precio oficial.
- La brecha cambiaria, por su parte, genera incentivos a facturar
servicios que se prestan en la Argentina, desde el exterior, reduciendo
la oferta local de divisas. Ni los cupos diarios de divisas autorizados
por la AFIP ni el recargo del 15% para compras con tarjetas de crédito
tampoco parecen desanimar el gasto turístico.
A pesar de sostener un buen nivel de actividad, el sector corre el
riesgo de convertirse en un dilema para la lógica oficial de proteger la
caja en dólares. Un “dólar turístico”, ubicado en algún nivel entre el
oficial y el “blue”, atenuaría parte del problema, pero no es una
solución ante los ojos del gobierno, que cree que desdoblar el mercado
cambiario trae reminiscencias de épocas donde los mercados múltiples
eran la antesala de las crisis (el gobierno de Alfonsín, por ejemplo).
2 comentarios:
culpa de clarín, diría mario markic
que raro no eligieron a tenembaum para la "proyección" (psico)
tiene una cara mucho más carísmática
1. Los flujos de ingresos de turistas cae por efecto de la contracción economica mundial. Los turistas del norte o europa vieron su riqueza sumamente afectada por las crisis. A no olvidar que el perfil de turista europeo o norteamericano que arriba a la argentina es clase media alta y alta (no existen clases medias que viajen a otros contientes)
2.Efecto riqueza del salario argentino (aumenta al 25% mientras que la inflación se mantiene por debajo del 20% y la devaluación oficial que se mantiene pocos puntos por debajo de la tasa de interés en pesos a plazo fijo), lo que no es lo mismo que decir "retraso cambiario" (al menos con esto no alcanza para determinarlo). Más argentinos cuentan con capacidad de ahorro suficiente para viajar al exterior y además existe una cultura de turismo en argentina que se ve en pocos lugares del mundo.
3. Existe un adelanto de consumos en el exterior por temor a nuevas restricciones.
4. Hay que ver que le conviene más al gobierno, desdoblar el tipo de cambio turista y llevarlo a 5,5 manteniendo el comercial a 5 y el de "atesoramiento" en 6 o bien incorporarlo vía IVA en los consumos de los extranjeros.
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