10/14/2012

crisis de los medios tradicionales y la divergencia entre opinión pública y publicada


La construcción de opinión pública a traves de los "grandes medios" atraviesa en el país su momento más complejo, fundamentalmente por la lucha política que el gobierno kirchnerista lleva adelante contra esta pretensión desde el año 2008 , bajo la conducción de Néstor y Cristina Kirchner . 

Hacen sinergia con esta circunstancia central de dominio de la lucha política la aparición y proliferación exponencial de nuevos soportes de circulación de información y construcción de opinión, la mayoría de ellos vinculados a la web , que amplifican a su máximo histórico las limitaciones de los hasta ayer "medios tradicionales" en la formación de opinión pública o más precisamente en reproducir de manera eficiente el proceso de convergencia entre opinión pública y publicada.

Como discusión colateral de este fenómeno de lucha política , nuevos formatos y divergencia entre opinión pública y publicada , leemos dos muy interesantes reflecciones sobre el consumo, la  tele abierta y los ratings televisivos:

“La TV tradicional murió: empezar a oler el cadáver es sólo cuestión de tiempo”, dispara Gastón Portal, guionista, director y productor. “Cambió el consumo televisivo pero se siguen evaluando los contenidos con un sistema antiguo, que desconoce la manera en que hoy se ve TV. 

Hay toda una nueva generación, sub 25, que ve más contenidos por Internet que por la pantalla chica. No sólo porque son hijos de la red, sino también porque necesitan ver tele a la vez que están conectadas a redes sociales, en donde comentan lo que ven. 

La TV abierta no satisface sus costumbres. Los programas de más de una hora de duración son inconcebibles para una generación acostumbrada a la web y all on demand. En este contexto, el rating que mide 800 hogares a través del aparato de televisión forma parte del pasado. El problema es que muchos lo siguen tomando como una cifra sagrada”, reflexiona el dueño de GP Media.

El ayer y el hoy


La mirada que, en general, quienes hacen la TV tienen sobre este tema es muy clara: existe un desfasaje entre la realidad en el consumo y la variable que reina y digita a la TV. “El rating es una herramienta hecha para una audiencia masiva”, afirma Claudio Villarruel, ex director artístico de Telefe y actual dueño de On TV. “En la medida en que la TV se segmenta, el rating pierde utilidad. El rating es una variable macro, mientras que el tráfico de Internet permite identificar el consumo más detalladamente. En un mundo digital, el rating se aleja de la estadística dura para pasar a ser una proyección. 

Con las nuevas tecnologías, el rating es más una tendencia sobre un sector etario determinado de la población, que una realidad estadística representativa. El rating de la TV abierta va a seguir bajando, entonces, por una razón obvia: todos estamos dejando de encender la tele para ver contenido por Internet. Y como eso no se evalúa, el rating cada vez más tomará la forma de ser una simple proyección con límites pocos precisos”, puntualiza el creador de TV x la Inclusión y TV x la Identidad, entre otros ciclos...

1 comentario:

Abel B. dijo...

Artemio:
Este post es un ejemplo de por qué vale la pena seguir a Ramble.

Es interesante, recoge información valiosa s un tema actual, y deja abiertas algunas líneas para profundizar: ¿La TV abierta incorpora una segmentación social? ¿Públicos distintos? ¿Cómo se mide el impacto del cable? ¿Cuál es (TN es de cable, p. ej.)? ¿Y qué pasa con la TV x Internet?

Entonces, cuál es la lógica que lleva a introducir con "La construcción de opinión pública a traves de los "grandes medios" atraviesa en el país su momento más complejo, fundamentalmente por la lucha política que el gobierno kirchnerista lleva adelante contra esta pretensión desde el año 2008 , bajo la conducción de Néstor y Cristina Kirchner"?

Seguro. No es una falsedad. Algunos estarán de acuerdo y otros no - o pondrán énfasis en el período 2003/08 - pero no se puede decir que es una mentira.
Es - en un nivel menos importante, claro - como agregar en todo lo que se decía en ´46/55 "en la Nueva Argentina de Evita y de Perón".

Como peronista, no puedo decir que lo rechazo por principio. Pero, como peronista, puedo decir que es una equivocación que aleja a todos los que no están muuuy convencidos.

Abrazo