1/17/2012

dicen lo que hay que hacer



Sobre las calificadoras de riesgo , tan prestigiosas en la Argentina pre kirchnerista, leemos en El País de España:

Las autoridades europeas califican como "aberrante" la decisión de la agencia de calificación de riesgos Standard & Poor's de rebajar la solvencia a nueve países de la eurozona. El comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, declara que "las agencias no son ningún árbitro imparcial o desinteresado. Su labor obedece a intereses específicos. Con su actitud aumentan la inestabilidad en la Unión Europea (UE), lo que seguramente interesa a ciertos círculos monetarios y financieros". Verde y con asas.


Las agencias, tres firmas privadas sin regulación, deciden el bienestar de los ciudadanos

Rajoy no tiene autonomía: le dicen lo que hay que hacer, y cuándo. Nefasto balance para la democracia

Cada vez que las agencias rebajan su rating a un país, empeoran las condiciones de vida de sus ciudadanos. Esos mismos ciudadanos, en general, no se lo merecen (a no ser que sean defraudadores: a las haciendas, a sus sistemas de protección, etcétera) pero da la sensación de que a los políticos que los representan les está bien empleado el sofoco de ver caer su nota: porque han consentido y consienten a las agencias hacer lo que les viene en gana, sin confrontarse con ellas. 

No se les pueden admitir las lágrimas de cocodrilo ni las manifestaciones de impotencia cada vez que las agencias dan su veredicto negativo. Tres sociedades de calificación de riesgos -Moody's, Standard & Poor's y Fitch- controlan en régimen de oligopolio el 95% del mercado mundial. En los tres casos se trata de empresas privadas que cotizan en Bolsa, en muchos casos con similares accionistas, con unos escasísimos niveles de regulación pública y que son contratadas por los países a los que luego califican. Puro masoquismo...

1 comentario:

Nando Bonatto dijo...

En el 2001 discutiendo con un gaita via un foro de discusión politica le decía: No escupas para arriba que todo tiene vuelto, ya vas a llegar con el caballo cansado.SE ME CAGABA DE RISA Y DABA CATEDRA DE SERIEDAD.