Tratando de vincular distintas miradas sobre el rol central que la crisis de la 125 tuvo en la conformación de la identidad kirchnerista, leemos en Dotas Urbanas:
Kirchner, una noche en plena batalla con las agrupaciones del campo, se sacó la corbata. Se tiró cual estrella rocker sobre sus militantes que lo vivaban en la Plaza. Más allá de los enormes errores que cometió el kirchnerismo en esa disputa, se dotó de una mística con la cual aún no contaba.
A fuerza de gestos, políticas, discursos y bajada de cuadros ya había reconstituido la autoridad presidencial. Continuó y profundizó la mejora económica que nació con Lavagna cuando Duhalde. Renegoció la deuda, se le plantó a Bush en Mar del Plata y el No al ALCA, se sacó de encima al FMI pagándole dolar x dolar. Pero le faltaba un punto de anclaje. La Mesa de Enlace fue su gran oportunidad.
Fueron los carapintadas que tuvo Alfonsín. Kichner perdió aquella batalla y las elecciones del 2009 fueron la mejor muestra. Pero nació la mística. El kichnerismo logró el punto de cristalización de su sentido. El punto a partir del cual encadenar todas sus creencias y discursos.
El nuevo punto de partida para relanzarse y así evitar el efecto pato rengo de todo segundo mandato. Se reinventó...
7 comentarios:
El kirchnerismo estaba ahí desde mucho antes, para el que quisiera verlo.
Estuvo en la espectacular parada de carro que le asestó a Mirtha Legrand y "el zurdaje".
Estuvo en los $30 de aumento que le concedió a los jubilados que lo resistieron como si fuese el anuncio del fin del mundo.
Estuvo en la baba verde que empezaron a segregar Grondona y los troscos desde el primer día.
Posiblemente adoptaron un perfil bajo tratando de desplumar a la gallina sin que se diera cuenta, hasta que la 125 mostró que con la oligarquía no se jode.
NI OLVIDO NI PERDÓN
Artemio, se te hizo!!! Han coronado a Marchetti como el boludazo del año!! Ahora le caen en bandada las tapas asquerosas de CFK sobre la cabeza de chorlo que tiene. Se acabó el entrismo en el movimiento. Se estan autofiltrando los boludos en principio...Luego iremos por Sanatella, eh?
Tremenda frase: "En 2007 fue Cristina, Cobos y vos. Heterogéneo, desabrido. Ahora es Cristina, él y vos. Homogéneo, mítico y militante."
El peronismo es un sentimiento, de amor. Y el antiperonismo también, de odio.
Los sentimientos difícilmente afloran en una prosa elaborada, racionalmente pen-sada, planificada previamente.
El sentimiento se manifiesta, más bien, por “brote”, está como oculto detrás del pensamiento, y emerge ante un quiebre en la linealidad del discurso racional.
El discurso de Cristina transcurría por una zona de cornisa. Quería mostrarse sor-prendida frente a un hecho “increíble” (¿Podrá ser posible? No creo).
“Ignoraba” que la constitución del ’49 no consagró el derecho de huelga, sin em-bargo sabía que su autor fue el doctor Sampay (. Alguien me dijo algo que no pude corroborar antes de venir acá; por eso, lo digo a título de algo que me dijeron. Lo cierto es que parece ser que en la Constitución peronista de Sampay no estaba el derecho de huelga) recuerda lo accesorio pero ignora lo principal.
Aunque no es lo principal de la constitución del ’49 que le faltara el derecho de huelga, sino la prolija y detallada enumeración de derechos sociales, del trabaja-dor, la mujer, la niñez, la familia, la vejez, que por su rango constitucional, no justi-ficaban ya la lucha. Por otra parte, la lucha por un derecho que se está denegando nunca es “legal”.
Cuando se miente, mientras se está mintiendo, el esfuerzo por mantener fuera del discurso a la verdad es doble. El riesgo de quiebre es mayor.
(- No había conflicto con Perón) interrumpió Santa Teresa de Calcuta. Perdón, Graciela Camaño, la esposa de Luisito, la de la trompada a Kunkel, que entró por la lista de Duhalde.
Bastó para el quiebre. Y emergió el brote: (¡Ah, no había conflicto con Perón! ¡Mirá qué bien! ¡Qué bueno que está esto! O sea que cuando estaba Perón no había derecho a huelga. Lo digo por los que reivindican a Perón y nos critican a no-sotros . Con nosotros, derecho de huelga hay; pero derecho de huelga, no de chantaje ni de extorsión. (Aplausos.)).
Y sigue: (Me acuerdo del conflicto de los ferroviarios. Pero, bueno: a lo mejor no eran peronistas. ¡Qué sé yo!).
Habrá que revisar en los libros de historia los por menores de este conflicto, le voy a pedir a Martín el tomo I de Galasso; pero lo que es inevitable es que un gorila de la subcategoría “progre” no lo saque a relucir en un brote. Es el viejo, desgastado e inútil truco de correr a Perón por izquierda.
Vienen tiempos difíciles, ojala las organizaciones estén a la altura de los aconte-cimientos.
comparto
Si la memoria no me engaña hubo críticas muy duras de la propia Evita contra ese paro salvaje de los ferroviarios. Perón había nacionalizado los FFCC poco tiempo antes.
Me parece que Cristina estaba trazando un paralelo con los eventos recientes en Aerolíneas Argentinas.
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