El impacto doméstico de su rechazo al acuerdo franco-alemán parece ser un elemento central en la estrategia de David Cameron frente a la crisis del euro.
Al respecto , leemos: Cameron reiteró su creencia en la pertenencia a la Unión Europea y su intervención huyó de la agresividad antieuropea para centrarse en su papel de defensor del interés nacional británico.
Una táctica que le bastó para meterse en el bolsillo al sector más euroescéptico de su partido, entusiasmados al tener “por fin” un primer ministro capaz de pararle los pies a franceses y alemanes y ejercer un veto que ellos ven como un primer paso para abandonar Europa, aunque no parece que sea esa la visión de Cameron. Lo que ve el primer ministro es que el 60% de los británicos apoyan su decisión de vetar...
2 comentarios:
Los ingleses son cualquier cosa menos boludos.
Si Cameron , siguiendo una larguísima tradicion histórica,se aísla de Europa ( lo que de ultima reafirma su condicion geografica ) es que debe tener buenas razones desde su perspectiva
Consérvative Pópiulism. Después el Jóum Ófis te manda la UCEP y el Fórin Ófis los Járrier. Perdón, ahora te mandan los Dróuns...
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