11/07/2011

el fantasma de la opereta ...

Un discursete que se dejó circular en estos días afirmaba algo así: " La votaron, pero los mismos que le dieron su voto ahora compran dólares". El desarrollo de esta operación discursiva en su estado más o menos sofisticado se lee acá:

Pero no son pocos quienes aún habiendo votado a Cristina reconocen que el modelo requiere un service y que mientras no se contenga la inflación, se impone tarde o temprano un reacomodamiento cambiario. Y obran en consecuencia adquiriendo divisas estadounidenses. Ni hablar si el real brasileño finalmente comienza a depreciarse como tendencia de fondo y desanda parte de la excesiva apreciación de los últimos años.

Si aún funcionarios del propio riñón K admiten por lo bajo que el peso se quedó un poco atrás... ¿por qué no habría la gente de actuar en consecuencia y administrar sus ahorros de manera de maximizar los rendimientos y evitar eventuales riesgos? Con tasas de plazo fijo (la tradicional opción de inversión alternativa al dólar) negativas en términos reales (descontado la inflación) nadie podría tildar de irracional la adquisición de verdes. O la compra de un cero kilómetro, que ajusta su valor por los ascendentes precios del mercado.

En su último informe, la consultora Federico Muñoz & Asociados considera que la demanda de dólares no es temporaria sino que tiene visos estructurales. Afirma que la brecha entre la inflación y la tasa de devaluación transformó al dólar en un activo relativamente barato, por lo que el público cree que ha llegado la hora de atesorar divisas estadounidenses.

A diferencia de los cuadros políticos, no cabe esperar que en el gran público predomine la ideología por sobre el pragmatismo. Ni en materia económica ni en el plano electoral. El voto en la Ciudad hacia Mauricio Macri y Cristina Fernández, casi al mismo tiempo, deberían conformar evidencia suficiencia de esto.

Paradójicamente, inclusive para un amplio segmento de votantes K no radicalizados el imprevisto 50% obtenido en las primarias podría actuar como disparador de compras de dólares para cobertura, preventivas, ante un resultado electoral que consideran podría ser leído por sectores oficiales como respaldo para extremar ciertas actitudes de intransigencia.

Por absurda esta operación no deja de ser ingeniosa. Para observar la arquitectura de la falacia discursiva, leemos a Marcó del Pont:

"¿quiénes están comprando dólares?”, se preguntó. Hizo una primera consideración global sobre los ahorros en dólares de la población.

Indicó que, teniendo en cuenta todos los que han hecho por lo menos una compra de dólares en los primeros nueve meses del año, “sólo el 11 por ciento de los mayores de 18 años compra billetes en el mercado”. Y entre esos compradores, hay una elevada proporción de muy grandes compradores: aquellos que superan los 100 mil dólares mensuales.

En cambio, los que compran cantidades menores, que pueden ser considerados ahorros familiares o personales en dólares (menos de mil dólares de promedio mensual), apenas representan el 7 por ciento de los adquirentes.

El resto se reparte en un 17 por ciento de compradores por un valor medio mensual que está entre 20 mil y 100 mil dólares, y un 39 por ciento que adquiere entre 1000 y 20 mil dólares de promedio mensual. Por lo menos, en forma sostenida durante tres meses, entre julio y septiembre de este año, período sobre el que se recogió la estadística.

4 comentarios:

Gonzalo Navarro dijo...

Magnetto = Fantasma de La OPERIA

fernando dijo...

momento, yo esta teoria tambien la lei en el blog de chiconi ("El 54% consume en pesos y compra dólares")

Juan Carlos K dijo...

Si apenas el 7% de los que compran dolares, lo hacen por menos de 1000USD mensuales, donde esta Artemio, ese supuesto ejercito de coleros que se disfrazaban de pequeños ahorristas y servian para lavar dinero?

bsk dijo...

ada e ido say: todo bien pero el chiquitaje debe comprar el dolar "blue" y de eso no creemos que la bella marco pueda extraer porcentajes