Nos encaminamos a una elección donde probablemente el oficialismo confronte finalmente con el PRO por el ejecutivo nacional . Más allá del componente peronista que exhiba la fuerza encabezada por Mauricio Macri , no presenciaremos una disputa entre divisiones internas del justicialismo y mucho menos , una circunstancia comparable con la experiencias de guerra interna que ofreció el peronismo de los años setenta.
En primer lugar, porque es otro país estructuralmente muy distinto al de los años setenta, con niveles muy importantes de heterogeneidad social, concentración del ingreso y con otra estructura productiva producto de la desindustrialización de los años ochenta y noventa que no se ha revertido aún con el proceso sustitutivo post-convertibilidad. Perdura aún un 25% de pobreza contra apenas 6% en el año 1975 , y el nivel de informalidad laboral hoy es del 38%, cuando alcanzaba el 15% a mediados de los setenta, por citar solo dos indicadores laborales y sociales relevantes.
Tenemos entonces un escenario diferente. En este contexto diverso, no puede decirse que Macri represente al populismo peronista conservador tradicional , sino que expresa el inicio de una experiencia nacional de derecha clásica, con componentes populistas muy atenuados.
El polo de derecha tradicional PRO tiene su eje de vertebración electoral dominante en la Capital y Provincia de Buenos Aires, donde la referencia será Francisco de Narváez que ya obtuviera un triunfo notable en el año 2009 con el 34% de los votos , ambos distritos le aportarán cerca de 12 puntos nacionales, en tanto el complemento del espacio PRO, se expandirá al resto del país prácticamente sin vínculos activos con la experiencia peronista, modelando un perfil de corte neoliberal clásico .
El Frente para la Victoria por su parte, resulta una modalidad de peronismo correspondiente a esta fase histórica de la formación social , abierta en el año 2003 con la presidencia de Néstor y continuado por Cristina Kirchner.
Como toda experiencia populista conviven en su interior segmentos diversos , no es novedad. Ya John William Cooke planteaba el carácter contradictorio y de final abierto del populismo peronista y dentro del kirchnerismo como experiencia peronista, también hay distintos maticies y hasta contradicciones notables entre sectores, que se reconocen con todo derecho, pertenecientes a ese espacio común.
En este sentido hay segmentos dentro del kirchnerismo que representan posiciones vinculadas al viejo neoliberalismo noventista , como el espacio que encabeza Daniel Scioli o posiciones más conservadoras tradicionales con emergentes como Juan Manuel Urtubey en Salta . Todo convive al interior del kirchnerismo, que expresa un proyecto populista de mayorías y como en tal tuvo y tendrá matices y contradicciones en su interior.
La unidad de este espacio heterogéneo se expresa hoy en Cristina Kirchner, cuya jefatura política es excluyente , resultando solo ella capaz de conducir la diversidad del espacio. La clave de su conducción , como toda jefatura populista, es desplegarse sobre un universo heterogéneo, bajo la metáfora de “conducir en el desorden” que propuso como paradigma Juan Perón, líder justicialista fundador que juzgaba inevitable conducir esa diversidad y sostenerla heterogénea, si es que se quiere mantener vocación de mayorías.
Expulsar las contradicciones y exorcizar las diferencias entonces, no forman parte de la cultura política populista y no sucederá tampoco en el FPV bajo la conducción de Cristina. No se demanda mayor "coherencia" programática ( que es una falacia, nada de lo realizado por el FPV estaba escrito en programa de gobierno alguno, en rigor "se hizo camino al andar") , sino mayor volumen electoral, la única verdad.
Finalmente el kirchnerismo peronista recibe coyunturalmente el acompañamiento de sectores progresistas no peronistas, como, por citar el principal segmento en dimensión electoral hoy, el Partido Nuevo Encuentro que conduce el tradicional caudillo moronense Martín Sabbatella.
Con ya más de trece años dominando el partido del oeste del conurbano, Sabbatella , cuya tradición política esta lejana al populismo , mantiene autonomía política, ideológica, partidaria y parlamentaria del FPV, apoyando eso sí, medidas puntuales del oficialismo, y cuyo programa de gobierno progresista , elaborado ya pensando en el post kirchnerismo consiste en : “ Mantener lo bueno y cambiar lo malo”.
7 comentarios:
Muy bien 10 Artemio..
Casi tan bien como Mangrullo explicando la TV digital.
Saludos!
No se demanda mayor "coherencia" programática ( que es una falacia, nada de lo realizado por el FPV estaba escrito en programa de gobierno alguno, en rigor "se hizo camino al andar") , sino mayor volumen electoral, la única verdad.
Concuerdo y rebatiendo quizas a fantasmas no existentes, en el blog de Oximoron, cerrado a mi juicio en el antisabatelismo como
enemigo jurado ,el tema pasa esencialmente mas que por las declamaciones por las acciones,mas por la gestión ,despegada eso si,
de los lobbys empresarios, de los intereses corporativos,centrados como hasta ahora, desde el accionar autonomo de la politica digamos,y desde esa actitud por la gestión y la iniciativa politica es que se logra adhesion popuiar, lo demas...intriga, verso,etc,etc
¿acuerdos electorales, trencitas y comida de sapitos? por supuesto
atento a capacidades, trayectoria,poder de convocatoria y cuestiones éticas y convicciones.
Fuera de eso,digo, de la accion politica y de la gestion eficaz en pos del bienestar popular concreto y efectivo
NO HAY NADA
muy bueno artemio.
Otra vez me quedé fuera del blogroll, te agradecería me reubiques. Se nota mucho el cambio de tráfico.
saludos!
Gracias! Los muchachos artemiolopecistas coleccionamos este tipo de artículos.
ja, como no pudiste convencer a sabaleta ni a nadie ahora queres instalar al cuco macri para que vayamos corriendo a votar a cristonta.
esforzate un poco mas fiera, o anda a gran hermano.
quee jugadoooor!! que jugadooor!! en el barrio le decian que jugadoor!!
Artemio Ojo que Macri tendrá apoyos de Puerta en Misiones, Romero en Salta, Rodríguez Saa en San Luis y por ahi Bussi en E. Ríos. No es poco
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