12/20/2010

callos...

"Jamás pude alcanzar la transparencia. Entonces he practicado como Mallarmè, como Heidegger, el obscurum per obscurius. A lo oscuro por lo más oscuro.”

Louis Althusser

Interesante discusión, insólita para mí, se produjo con el post sobre Althusser donde se señalaba acerca de la crisis del Marxismo en general y el leninismo en particular. Algunos callos habremos pisado. Pero más allá de las chicanas es interesante que en los blogs políticos exista algún lugar para estas discusiones, más allá de la imagen positiva de Cristian Ritondo o cómo mide el Pelado Tumini en Mataderos, por citar dos referentes en los extremos del arco ideológico a los que combatimos desde el justicialismo. Se sabe.

Como para seguir el delirio, va un texto justicialista sobre Althusser -ya publicado en Ramble (tampoco se me ocurren tantas cosas como para andar escribiendo novedades todos los días, (psss!)-, que escribí para la revista Acontecimiento en su número uno hace algunos años, como señala el compañero Abel, bastantes más años de los que me interesan contar.

No se trata de una revista más. Acontecimiento es una revista dirigida por Raúl Cerdeiras, quien a esta altura de la velada, merece un reconocimiento de igual magnitud que el que mereció y nunca tuvo Mauricio Malamud, el mismo que en los años sesenta introdujo el pensamiento de Althusser en Argentina y sobre el que Tomás Abraham precisara:

“Era la década del setenta. El clima revolucionario era denso y masivo. Malamud daba clases, fue amenazado, sus hijos capturados y asesinados, y, luego de un exilio en Méjico, volvió a la Argentina en tiempos de Alfonsín, deambuló por la ciudad, durmió a la intemperie en plazas, y murió en la absoluta soledad. Publicó una entrevista que le hizo a Martha Harneker, una althusseriana chilena, y escribió un breve ensayo sobre Althusser”. (1)

El artículo que sigue, entonces, escrito al calor de una polémica con otro artículo gorilazo del siempre simio y shomería Álvaro Abós, publicado en el año 1984 en la ya emblemática Revista Unidos, en la que también participara y desde la cual, entre otros aciertos, saludara este servidor el primer triunfo de Menem (jejej).

El artículo de marras pretende ser una revisión breve de las distintas etapas del pensamiento althusseriano y, obviamente, un sencillo homenaje al maestro que demoliera las certezas que habitualmente los sujetos-sujetados, constituidos como interpelados, en tanto tragers de la ideología marxista, se empeñan en sostener como si nada hubiera pasado. Mire cómo les contestamos con la doctrina en la mano : Ja, ja, ja.

BALADA PARA LOUIS

“Las puertas del manicomio judicial se cerraban sobre Louis Althusser, víctima de un ataque de demencia criminal…certificando simbólicamente el agotamiento del marxismo como proveedor de diagnósticos y/o recetas para la transformación del mundo.”

Corría el año 1984 cuando, desde las páginas de la revista Unidos (1) , un multifacético y sutil Álvaro Abòs sugería asociar el drama personalísimo (2) que envolvió a Louis Althusser en noviembre de 1980, con la definitiva caducidad de la teoría marxista . Algo así como “¿Ven como terminan,simbólicamente?”.

Así las cosas, la demoníaca tríada Marxismo/crimen/locura que se apoderara del cuerpo y alma del filósofo argelino, venía a “certificar” la clausura teórica de las paparruchadas bolcheviques. Convengamos en que el dispositivo construido para decretar los funerales del marxismo es globalmente desafortunado.

Apelar a dramas biográficos para demostrar “simbólicamente” la inviabilidad de cualquier cosa, es un elemental ejercicio de “terrorismo lógico”… simbólicamente hablando, claro, Ahora bien, si el mecanismo elegido resulta en general módico, al haberlo descargado –y con sagrada furia- sobre el cuerpo del “ demente-criminal”, ofrece un beneficio adicional: la confesión descarnada del des-conocimiento absoluto de los textos del reo de “manicomio judicial”.

No hay en esto originalidad alguna. Sobre los textos de Althusser suele sobrevolar el criollo fantasma solo reservado a los “más grandes”: la apropiación imaginaria de sus textos mediante una impúdica, escuálida, económica escaramuza verbal consistente en nombrarlos. Mal elegida esta vez la presa.

Si sobre algún teórico de posición marxista el improvisado crítico no debía desparramar sus pretensiones de hermeneuta de Villa Martelli, si había tan sólo uno que resistiría el cachiporrazo “simbólico”, ese era Louis Althusser. Aproximarse a sus textos, aún hoy, inutiliza cualquier intento por encontrar algo así como un filosofar empecinado, o como quiera llamársele, al incómodo lugar que todo discurso “superado” debe ocupar frente a “unas realidades” que los desbordan, echan centro atrás y ,al fin, golean a las “categorías amadas”, obligadas a “morder el polvo de la derrota”.

Por el contrario, en el centro de las reflexiones del último Althusser estaba ya claramente instalada la problemática de la crisis teórica del marxismo. En modo alguno los textos althusserianos emprenden una suerte de “resistencia proletaria” frente a la colosal ofensiva ideológica burguesa de la “crisis”.

Aun más, quienes al menos sobrevolaron el pensamiento althusseriano desde sus comienzos, convendrán, sin mayores esfuerzos, en que cada una de las etapas de su desarrollo fueron coronadas por tesis tan sugerentes como heréticas para la siesta teórica de los marxistas europeos de posguerra.

Veamos esto más detenidamente.

LOS TIEMPOS DE ALTHUSSER

En su primera etapa de llegada a la teoría marxista (1965-72), de fuertes contenidos epistemológicos, Althusser propuso por lo menos tres tesis fundamentales, incluso para toda discusión teórica actual, acerca de las posibilidades de “pensar” la práctica política:

1. Las tesis de antihumanismo teórico: Señalando en la categoría hombre su esterilidad comprensiva e incluso la inscripción filosófica y la política al interior de los discursos ideológicos burgueses desde el último cuarto del siglo XVIII: “La palabra Hombre es tan sólo una palabra, pero el lugar que ocupa y la función que cumple en la ideología y filosofía burguesa le confieren su sentido” (3) Cabe aclarar que otro gran filósofo francés, contemporáneo de Althusser, desarrolló también tesis antihumanistas, aunque en otra perspectiva: “ El humanismo es la gran perversión de todos los saberes, conocimientos y experiencias contemporáneas. Debemos liberarnos del humanismo como en el siglo XVI se liberaron del pensamiento medieval. Nuestra Edad Media es el humanismo”. (4)

2. Las tesis antihistoricistas: Donde Althusser rescata la especificidad de los diferentes discursos portadores de Objeto de conocimiento –luego objetivos- respeto del “gran relato histórico”. Al mismo tiempo, contrario sensu, comienza a acotar la eficacia teórica del discurso marxista, obturando en principio su pretensión filosófica de “explicarlo todo” en nombre de la “dialéctica del proceso histórico”: “En mis ensayos he citado a Spinoza: “El concepto de perro no muerde. El conocimiento de la historia no es “histórico”, es decir los conceptos teóricos que permiten el conocimiento de la historia no están sujetos al relativismo histórico” (5) Más adelante veremos qué piensa Althusser dos décadas después acerca del “conocimiento de la historia” y su relación con la teoría marxista.

3. Las tesis antimetafísicas: la escandalosa afirmación althusseriana: “La historia es un proceso sin sujeto ni fin/ es” (6) Tesis repudiada por los pensadores trotskistas urbi et orbi y particularmente los británicos –herederos de John Lewis- que aún se persignan frente a la herejía althusseriana. Tal el caso del Dr. Perry- Mason-Anderson, aún en detectivesca búsqueda del “sujeto-perdido” en los interminables laberintos de “desviaciones” del marxismo occidental: el gran sujeto proletario, obvio.

Durante la segunda etapa de permanencia teórica marxista (1972-1976), Althusser sacudirá nuevamente la coyuntura teórica de aquel tiempo por lo menos con dos tesis extrañas al pensamiento marxista tradicional. La primera diseñada en los márgenes del discurso psicoanalítico, en especial su variante Lacaniana que, como se sabe, era “retórica burguesa” para los aparatos culturales de los PC europeos y particularmente el PCF, del que el filósofo fue tan pertinaz miembro como disidente.

a) La tesis de los mecanismos de interpelación ideológica: “La ideología interpela a los individuos como sujetos” (7) Tesis que reconstruye la idea de sujeto “autocentrado” sin naufragar por ello en la ideología de la “alienación”, tan en boga en aquellos tiempos, y contra la que Althusser dispara críticas certeras. Trata de reconstruir la categoría de sujeto/sujetado a relaciones que lo preexisten (y constituyen sujeto) en necesaria sujeción estructural , propia de los mecanismos de interpelación –“eternos”- de la ideología y no de una “astucia” de la razón burguesa vía “alienación” que, como el rayo, no cesa.

b) Las notas sobre aparatos ideológicos de Estado: En ellas se recuperan, desde un lugar teórico distinto, las tesis gramscianas sobre la eficacia de las “superestructuras” en la reproducción de las formaciones económico-sociales. Con estas notas, Althusser termina de apartarse definitiva e irreversiblemente de la noción de “determinación en última instancia “, propia de la tópica espacial marxista, causa de tantos disparates teóricos y aberraciones políticas. El economismo como claudicación teórica del marxismo es una idea fuerte en el pensamiento althusseriano: “El principal inconveniente de la representación de la estructura de toda la sociedad con la metáfora espacial del edificio, es justamente ser metafórica, es decir, solo descriptiva…Nuestra tesis fundamental es que sólo es posible plantear estas cuestiones –el derecho, el estado y la ideología- y por tanto responderlas, desde el punto de vista de la reproducción” (8)

Finalmente, durante su última etapa de retirada teórica del marxismo (1976-90), Althusser planteará dos tesis centrales y complementarias que muestran cabalmente su definitivo apartamiento teórico tanto en el terreno filosófico como en el histórico.

c) Las tesis de “no-filosofía” y “materialismo aleatorio”: En su seminario sobre la Transformación de la filosofía, en la Universidad de Granada en 1976, Althusser señala la inexistencia de una “Filosofía Marxista” comparable como “tal filosofía” a otros sistemas filosóficos conocidos. Abandona la búsqueda del “materialismo dialéctico” en tanto filosofía del “materialismo histórico” y propone restringir las pretensiones filosóficas del marxismo al solo soporte de su práctica teórica: “La filosofía que necesita el marxismo no es en absoluto una filosofía producida como filosofía, sino una nueva práctica filosófica….una no-filosofía, es decir que deje de ser producida en la forma de una filosofía y cuya función de hegemonía teórica desaparezca” (9) .

Esta No-filosofía en 1986 ni siquiera será “marxista”: “Considero al “materialismo aleatorio” una posible filosofía para el Marxismo. Podemos remontarnos a Demócrito y Epicuro para pensar un materialismo que niegue la preexistencia de sentido, Causa, Origen, Razón y Fin. Añadiré que este materialismo aleatorio no es el de un Sujeto (sea Dios o el Proletariado) sino el de un proceso – sin sujeto- que domina el orden de su desarrollo, sin un fin asignable”(10) .

No hay filosofía “marxista”; se trata tan sólo – y no es poco- de una filosofía para el marxismo, cambio radical en este filósofo singular para quien ya en 1990: “La filosofía marxista no existe ni puede existir”. (11)

d) Las tesis del marxismo como “teoría finita”: En manifiesta simetría con su abandono de toda pretensión filosófica “propia” del marxismo, Althusser señalará también los límites de la teoría (el “materialismo histórico”): “El pensamiento de Marx es un pensamiento con consistentes vacíos y no nos ha dado nada para comprender la historia. Nos ha dado los elementos para una comprensión materialista del modo de producción capitalista en su forma económica de aparición, pero no para entender la historia”. (12) Mucho antes, en 1977, durante el seminario de Venecia: Poder y oposición en las sociedades pos revolucionarias, enunciaba su tesis definitiva sobre la “finitud” de la teoría marxista, su desmoronamiento final como “horóscopo del proletariado” a la que fue sometida.

En suma, los núcleos teóricos mas elaborados del discurso althusseriano anuncian ya en 1977 la imposibilidad estructural de pensar la práctica política bajo el régimen propio de las categorías marxistas que se le revelan inapropiadas:” El porvenir teórico del marxismo es su aleatoriedad…la política es un punto ciego que atestigua los límites teóricos de Marx que fue paralizado por la representación burguesa de la política y el estado, hasta el punto de reproducirlas sólo en su forma negativa-crítica de su carácter jurídico.

Punto ciego o zona prohibida, el resultado es el mismo”. Y agregaba: “La teoría marxista se encuentra sujeta a las impredecibles “sorpresas” de la historia…Creo, entonces, que debemos apartarnos por entero de la idea que puede encontrarse aun en ciertas expresiones de Lenin e incluso de Gramsci de que la teoría marxista es una teoría “total”, capaz de pensar problemáticas que no están “en el orden del día” anticipando arbitrariamente las condiciones de su solución” (13)

Como se observa, la torsión del discurso althusseriano es pesada e insoslayable ya en 1977. La renuncia explícita a pensar la práctica política fuera del régimen temporal que aún nombra como “orden del día”, cierra el capítulo de la “racionalidad estructural”, atemporal del modo de producción capitalista, de la cual se “deduciría” también toda “política” y su “legalidad” de formación y desarrollo.

Será a posteriori su discípulo Alain Badiou quien comience a extraer las conclusiones ineludibles de esas tesis finales de Althusser. Con una crítica más radical – si cabe- de la teoría marxista, Badiou reconstruirá la categoría de Acontecimiento como régimen de pensamiento posible para la “creación política”, bajo “el tiempo específico del “futuro anterior” (14).

Ciertamente, con Badiou se abre “otra” historia teórica, que sin embargo es fuertemente tributaria del pensamiento althusseriano.

ULTIMO TANGO

Se sabe: el 23 de Octubre de 1990 los diarios anunciaron la muerte de Althusser, en París, a los 72 años. Momento propicio para que algunos intentaran reincidir en el paradigmático discurso inaugurado por Abós: insistir con moderado espíritu monacal respecto de la “simbólica” demolición del marxismo expresada, si ayer en la psíquica, ahora en la derrota biológica definitiva del guerrero argelino.

Sin embargo, intentamos mostrar en esta breve reseña de su pensamiento que fue el mismo Althusser quien como ningún otro teórico de origen marxista inició con profundidad y rigor un proceso de estampida teórica sin concesiones. En este sentido se nos permite insistir en que Althusser no se encontró con la “crisis teórica del marxismo”, ciertamente la construyó. No será entonces la propia criatura que guillotine su pensamiento.

Por el contrario, el haber provocado- en lo que le fue dado hacer- la debacle teórica del marxismo, y la plena conciencia del camino sin retorno que emprendía, explican, en lo poco que le toca y si cupiera, la pesada angustia que al final logra conmoverlo. Ya el 3 de diciembre de 1978 había escrito a su amigo, el filósofo cristiano Jean Guitton: “Mi universo de pensamiento ha sido abolido. No puedo pensar más. En lenguaje “de monaguillo”, rece por mí”.

Althusser se devoraba a si mismo, por cuestiones ciertamente insondables pero bien distintas al simbólico “agotamiento del marxismo como proveedor de recetas”, cosa que cuestionó muchísimo antes de que la mayoría siquiera lo sospechara. Althusser, entonces, se sabe él mismo uno de los padres de la “crisis teórica del marxismo”, y en el “campo de batalla filosófico” (como solía llamar al Kampfplatz de Kant ) resultó un “matador-muerto”, un “suicida teórico” como lo llamó Tomas Abraham, y está bien. Nunca una “víctima desprevenida”, un empecinado “cadáver filosófico”.

Por último, quedan los textos de Althusser convertidos paradojalmente en la mejor reivindicación de la teoría fundada por Marx. Discípulo a la altura del maestro, este inquebrantable y al fin quebrado filósofo demostró, a los ojos de quienes quieran ver, que el marxismo ha sido capaz de crear/se las condiciones teóricas de su necesaria, irreversible transformación en “otro”. ¿ Conoce el lector muchas teorías comparables?

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Citas

(1) Abraham Tomás: "Filósofos argentinos: acerca del profesor N. E. Perdomo” .

(2) El episodio personalísimo y dramático al que nos referimos es que el 17 de noviembre de 1980, Althusser estranguló a su esposa Hélene Rytmann. Los médicos del Hospital Santa Ana, donde fue internado, suponen que “ fue por un delirio de amor que se vio arrastrado a matar a quien amaba”.

3-Althusser, Louis Filosofía y Marxismo, S. XXI, México,1998,p.84

4-Foucault, Michel, Conferencia sobre “Humanismo” emitida por France Culture días después de su muerte.

5-Althusser Louis, Filosofía y Marxismo,p.95

6-Althusser Louis, para una crítica de la práctica teórica, S.XXI, Bs. As, 1974 p.95

7-Althusser,Louis Posiciones,Anagrama, Barcelona,1977,p.111

8-Althusser Louis, posiciones, p.78

9-Althusser Louis,Filosofía y cambio social,Metropolitana,Bs.As.,1984,p.40

10-Althusser Louis, Filosofía y Marxismo,p.30

11-Althusser Louis, Ultima entrevista con L´Unita, p.12, 31-X- 90

12-Althusser Louis, Última entrevista con LÚnita.

13-Althusser Louis, Discutir el Estado, Folios, Bs. As. 1983,pp.12-13 14-Cerdeiras Raúl J., Subvertir la política, la escuela Porteña, Bs. As. 1990, p.43

23 comentarios:

sergio dijo...

¿donde esta la izquierda?
- al fondo a la derecha

Lufran dijo...

Artemio, habría que sumar a Raymond Williams (y afines) a la discusión sobre el marxismo. ¿No le parece?

rashid dijo...

Je, entonces resulta el Homo callus, ni homo oeconomicus, ni homo ludens, ni sapiens, ¿una especie de homo faber que no es buen zapatero?

Nando Bonatto dijo...

Estimado Artemio, le recomiendo la lectura de Martin Kohan acerca de la cuestion marxista en America Latina
Centra el análisis en los grandes pensadores marxistas del continente ,especificamente en el peruano Mariátegui, en el chileno Recabarren en Mella y en el mexicano Sanchez Vazques, realmente este ultimo un gran valor.
El marxismo puede ser una religion ortodoxa o una mirada acerca de la realidad .
O se es creador como Gramsci,Mariátegui ,George Lukacs el italiano Berlinguer o el mismo Che o se es un repetidor de rezos
La izquierda argentina a rezado durante años con peculiar esfuerzo

rashid dijo...

El marxismo, y L.A. termina advirtiendolo, no es otra cosa que un intento de filosofía económica.
Pero, de la cual, a mi juicio, se pueden obtener elementos válidos, cosa que hace el justicialismo, que tambien adopta cosas del liberalismo.
Los elementos válidos que se encuentran en el socialismo y también en el justicialismo (peronismo) son:
-la reivindicación de la sociabilidad originaria del ser humano
-el destino común de los bienes
-la valoración de la cooperación social
-la subordinación del lucro al bien común
-el encomio de la laboriosidad colectiva
-la fuerte vinculación entre política y economía

em dijo...

Sobre lo que planteas en estos post sobre el marximo y y la supuesta ausencia de una teoría del estado de transición: es una fantochada encarar esta cuestión desde Althusser. Sus simpatías con el estalinismo y las burocracias soviética y maoísta le impidió hacer cualquier crítica. No hay en todo su trayecto teórico ninguna reflexión sobre la transición encarada en los estados obreros.
Su ciencia de las estructuras sin historia (proyecto en el que convengamos que fracasó en fundar teóricamente dentro de la tradición marxista, "Para leer el capital" es en ese sentido un proyecto fallido) sin rol para los sujetos no se puso en juego en analizar los procesos que se estaban dando. Althusser pasó de un vergonzoso silencio sobre la burocracia y el accionar de los partidos comunistas en Europa occidental y a sus simpatías con el maoísmo, a una acelerada ruptura con el marxismo que tampoco paso por ningún balance serio, decretando la crisis del marximo.
Ahora, la propia teoría del Estado de transición al socialismo, no puede preceder a la práctica de dicha transición. En ese sentido, Marx obviamente no tendría oportunidad de abordar este problema y dar respuesta. Sin embargo, cuando Marx aborda la experiencia de la comuna tiene intuiciones muy profundas que le permiten anticipar elementos claves de lo que posteiormente será la experiencia soviétiva: la importancia de una nueva forma de democracia obrera. Respecto de Lenin lo que dice Althusser sobre el patetismo de su teoría del Estado, es verdaderamente patético. Lenin discute la importancia de los Soviets en Rusia, hay importantes elementos para dar respuesta al problema, que en ningún modo coinciden con la vulgaridad de "el partido de hace Estado" y de ahí directo al estalinismo de la que te hacés econ en tu post anterior. Posteriormente, los problemas condensados en una febril redacción de decretos durante los primeros años de la revolución, los distintos planes de organizar la transición, hasta la NEP, dan cuenta de los enormes esfuerzos realizados para aprehender los desafíos de construir el Estado obrero sobre la base de los soviets. El esfuerzo constituyente realizado por los bolcheviques durante esos años -intentando hasta que fue imposible el frente único con otras organizaciones como los eseristas de izquierda, que se rompió porque éstos se levantaron contra la legalidad de los soviets- no se amolda a la fórmula partido-estado ni nada por el estilo.
Por supuesto, en los menos de seis años de plena actividad de Lenin no podían quedar saldadas todas las cuestiones, menos que ninguna el problema de la burocratización que empieza a hacerse evidente cuando Lenin ya había perdido casi toda su movilidad.
No se puede saldar desde Althusser algo que, tratado seriamente, nunca entro demasiado dentro de su campo de interés, mucho menos dada su relación con el estalinismo, y que sí fue debatido profundamente por la corriente que dio una lucha denodada contra la burocratización, defendiendo y actualizando el pensamiento marxista: el trotskismo. Si querés discutir la teoría del Estado de transición, no podés salir del paso con una cita de Althusser, tenés que entrarle a "La revolución traicionada", donde, lejos de cualquier vulgata del partido Estado, Trotsky plantea como programa para la revolución política el pluripartidismo soviétivo. Ningún partido único que se hace estado, múltiples partidos sobre la base que defiendan al régimen de los soviets. Esta conclusión la propone luego de un profundo análisis de la economía y el régimen soviétivo, en un trabajo que representa una considerable profundización de la teoría del Estado obrero de transición.
Como plantea este artículo http://www.ft-ci.org/article.php3?id_article=118?lang=es esta teoría de Trotsky se ha mostrado más correcta que otras caracterizaciones alternativas, para explicar las consecuencias de la restauración capitalista en los ex estados obreros.

Abel B. dijo...

Magister Artemio:
Nuevamente lo felicito. Esta vez con algo de trepidación, porque la última vez que lo hice, la IV Internacional (Regional Puán) decidió hacer el XXXVIII Congreso en Ramble, y la lectura se hizo un poco pesada.

Su artículo es interesante y profundo, pero abre una pregunta que a lo mejor cae como blasfemia: ¿vale la pena?
El marxismo es, insisten los muchachos de León, no un dogma rígido sino una herramienta para entender y transformar la realidad. Suena bien, y sin dudas ha servido, en sus múltiples variantes y adaptaciones, para que intelectuales de origen pequeño burgués alienados de la tradición cultural o religiosa dominante en sus sociedades llegasen a encabezar, por un tiempo, organizaciones obreras, rebeliones campesinas, o partidos clandestinos. El problema es la parte de "entender".
Heredan la pulsión, con mucho de admirable, del viejo Hegel para aprehender el Todo. Que se combina con la necesidad que tienen como intelectuales pequeño burgueses, herederos directos de los escribas en la antigua Sumeria, de encontrar en los textos la explicación.
Entonces todos ellos, desde Marx a Althusser pasando por Lukacs, los que hicieron revoluciones y los que nada más escribieron, explican todo.
Explican Stalin, Deng, Yeltsin, Chávez. Explican a Perón, Menem, Kirchner. Todo lo que pasó y lo que pasa, y algunos, los mejores, lo hacen con mucha lucidez. Eso sí, nunca aciertan con lo que va a pasar.

¿No habrá que considerar, entonces, que hay un supuesto muy básico erróneo? Le propongo considerar como candidato al concepto de clase en el pensamiento marxista como identidad última de los sujetos históricos y clave de los procesos sociales.

Por supuesto, la lucha de clases es un elemento fundamental de la realidad humana. Y hasta ahora nadie la ha descrito mejor que Tucídides en su Historia de la Guerra del Peloponeso. Pero yo me inclino a pensar que leer la realidad solamente a partir de ella es el error fundamental del marxismo.
Es cierto que sólo soy un aficionado. Cómo decían en las clases de catecismo (preconciliar) "Doctores tendrá la Izquierda que sabrán responder"

Salu2!

Jonás dijo...

Abel B te parecés a los que criticás, porque la verdad no te entendi un carajo.
¿sos filósofo o laburante?
Pero por lo menos tiraste un par de nombres para que vean que leés?
Lo socarrón es lo tuyo porque con argumentos veo que no das,
podría hacer un comentario socarrón larguisimo sobre el peronismo (sobran los gorilas y los macartistas y boston?) pero no! estoy en onda "construcción"
Saludos

Artemio López dijo...

Muy bueno Abel!Doctores sobran, faltan pacientes ahí! No se si vale la pena escribir sobre estos temas, pero mire abel, si solo le dedicamos ganas y tiempo a lo que "vale la pena", no se si sobreviviríamos, bah, yo no...
salu2!

Peiname la nutria dijo...

A mí esto me suena simplemente a contrabando ideológico: usar Althusser para desprestigiar al marxismo y al leninismo y tratar de ocultarlo.
Justamente, Artemio dice en el artículo agregado al post: Athusser provocó "la debacle teórica del marxismo". Ahora Artemio nos quiere llevar a tomar mate con su tío Louis mientras nos cuenta sus aventuras.
Es como un Althussionismo. Todo Louis. Todo Louis.
Pero escuchemos a E.P. Thompson (historiador, marxista, fundador de la historia social británica, militante comunista, docente, nunca tuvo cabida en las universidades), quien escribió un libro contra Louis-Louis: "La miseria de la teoría". Se los recomiendo. Van algunas citas sueltas:
Desde ahora todo E.P.Thompson. Todo Thompson. En 3 partes que valen la pena...
Hay aún otra cuestión. El concepto explícito de la historia como «proceso sin sujeto» es un descubrimiento no de Smelser ni de Stalin, sino de Althusser; el cual, por añadidura, sostuvo que esto es «la base de todos los, análisis de El capital». Pero podemos conjeturar que el origen de esta observación tan notable reside en la obra de Stalin Marxismo y lingüística, texto por el cual Althusser ha mostrado siempre un respeto fuera de lo común. Es sabido que Althusser ingresó en el partido comunista francés en 1948; entonces sintió estar enfrentándose, subjetivamente, con una gran dificultad; «Un filósofo profesional que ingresa en el Partido sigue siendo, ideológicamente, un pequeño burgués. Debe revolucionar su pensamiento con objeto de ocupar una posición proletaria de clase en el terreno de la filosofía». Ante esta dificultad, echó los dientes con la «original» contribución de Stalin a la teoría (1950), que proporcionó el primer choque» que empezó a desalojar el sectarismo y dogmatismo característicos del movimiento comunista en sus inicios. O así es como presenta el acontecimiento retrospectivamente, en «un período que se puede sintetizar caricaturescamente en una sola frase, con una bandera o­ndeando en el vacío: “ciencia burguesa, ciencia proletaria”»: “Paradójicamente, hizo falta nada menos que Stalin, cuyo contagioso e implacable sistema de gobierno y de pensamiento inducía dichos delirios, para reducir esa locura a algo más de razón. Leyendo entre líneas las pocas y sencillas páginas en las que reprochaba el celo de los que pretendían a toda costa demostrar que el lenguaje era una sobreestructura, entrevimos que había límites al empleo del criterio de clase, y que se nos había enseñado a tratar la ciencia -siendo la condición de científico algo que se atribuía a cada una de las páginas de Marx- como una ideología cualquiera. Tuvimos que dar marcha atrás, y, sumidos en la confusión, volver a los primeros principios.”
Es así como presenta su propio desarrollo intelectual: un «pequeño burgués», iniciado en el dogmatismo estalinista, pero rescatado de su más extremo delirio... por Stalin, La operación de rescate le dejó, precisamente, con el concepto inmanente de la historia como «proceso sin sujeto», con un vocabulario estructuralista reificado, con una inexorable y mecánica metáfora de base y sobreestructura... ¡y con una noción del marxismo como «ciencia» no perteneciente a ninguno de los dos niveles!
Althusser, naturalmente, ha negado, después de Lire le Capital, que su versión del marxismo sea un estructuralismo, aunque admite que «el cachorro se escurrió entre mis piernas».
(pags. 201 –202)

Peiname la nutria dijo...

Después del 4 de noviembre de 1956, cuando las tropas soviéticas entraron en Budapest, se inició una acción disciplinaria realizada en todo el movimiento comunista internacional, con objeto de reimplantar los controles disciplinarios del estado o partido, de restablecer la ortodoxia ideológica, y en definitiva para reconstruir, en unas condiciones distintas, un estalinísmo sin Stalin. Esto tuvo lugar, en circunstancias y en países diferentes, con ritmos y formas también diferentes; en un lugar, una acción policíaca tangible (Nagy fusilado, Tibor Dery encarcelado, militantes antiestalinistas de los consejos obreros de Budapest una cosa o la otra); en otro sitio, la expulsión de «revisionistas», el cierre de periódicos disidentes, la restauración de las normas estalinistas más rígidas de centralismo democrático. Junto con esto, naturalmente, hubo una acción de la policía ideológica. Se consideró que el «principal enemigo» era no el trotskismo (que constituía una tendencia subordinada dentro de la oposición), sino el «revisionismo», los «renegados», los «elementos pequeñoburgueses», y su virus ideológico era identificado como «moralismo» y ... como «humanismo socialista»-.
Así, pues, podemos considerar la emergencia del althusserísmo como una manifestación de una acción policíaca general en el campo de la ideología, como el intento de reconstruir el estalinismo en el nivel de la teoría.
...
Sí, todo esto podíamos verlo miles de nosotros. Pero no podíamos, en definitiva, identificar la organización de la estructura teórica de Stalin. Esto no se debía sólo a nuestra incompetencia. Se debía también a que esta estructura, en su pura belleza teorética y en su coherencia conceptual, no había sido aún elaborada. Pues Stalin era una mezcla de teórico marxista, de pragmático y de hipócrita. Tuvo tiempo de atender a algunas partes del sistema (la «base crea la sobreestructura precisamente con objeto de que la sirva»), pero éste estaba lleno de grietas y huecos, que él remendaba con retórica humanista, decisiones empíricas y decretos represivos. Sólo en nuestra época ha recibido el estalinismo su expresión teórica auténtica, rigurosa y totalmente coherente. Esta expresión teórica es el planetario althusseriano.
...
No quiero ser desconsiderado con una «generación postestalinista», pero hace falta ser terminante. Los prácticos teóricos están muy impregnados de un concepto central de Marx; el de que un sistema productivo dado no sólo produce bienes, sino que se reproduce a sí mismo, sus relaciones de producción y sus formas y legitimaciones ideológicas. Éstas, a su vez, se convierten en una condición necesaria del proceso de reproducción. El estalinismo como ideología ha seguido reproduciéndose a sí mismo mucho después de haber pasado el momento histórico concreto de su realización más genuina. Y mientras ocurra esto en la teoría, tenderá a reproducirse a sí mismo en los hechos; no exactamente de la misma manera, por supuesto, pero en una forma suficientemente incómoda para sus objetos humanos, e incluso para algunos de los intelectuales que le sirven como sacerdotes oficiantes. De modo que, lejos de ser una «generación postestalinista», los althusserianos y los que comparten sus premisas y sus maneras idealistas trabajan duramente, día tras día, en la cadena de montaje teórica de la ideología estalinista. En términos de teoría, ellos son los estalinistas. Son los portadores de esas «razones» de irracionalidad e inhumanidad...
Fin de Thompson. Interesante ¿no?

Red de Diseño dijo...

che no hay ninguna mina en este teorizaje.. me resulta curioso, bueno Cristina,, jej. saludos

Cristian Carricajo dijo...

Mirá Artemio, toda vez que se intenta impugnar al marxismo, yo vuelvo siempre al discurso de Engels adelante de la tumba de Marx cuando enumera sus dos grandes descubrimientos:

1) Que antes de hacer ideología el hombre necesita comer, vestir y tener un techo, de modo que la ideología se construye sobre la base del modo de producción, y
2) Que la ley específica que mueve el actual modo de producción es la de la plusvalía. O en otras palabras, que hoy por hoy, mas allá de la redistribución que tanto nos gusta a todos, una clase social CREA PLUSVALÍA PARA OTRA. O sea que podremos haber avanzado mucho, pero en lo estructural seguimos medio parecido a la edad media: se trabaja un tiempo para si y un tiempo para el señor. Antes la excusa jurídica era la voluntad de Dios y ahora es la propiedad privada de los medios de producción.

Después de esto podemos sacarle el cuero todo lo que querramos a Marx, Lenin, Lucaks, Gramsci y a quien fuere, pero esto sigue siendo así.

El problema esencial del justicialismo es su utopía conciliadora. La conciliación es posible durante un tiempo, en un momento dado la historia te va a pedir un plus de revolución. Entonces o das ese plus de revolución o te rajás a España y te casás con Isabelita.

Con respecto al leninismo en particular, cierto es que no podemos leer el "Que hacer" como un catecismo ni confundir la coyuntura histórica de Rusia en 1905 con la Argentina del 2010; pero la importancia de su pensamiento como punto de partida sigue siendo capital. Del mismo modo que con Marx, cada vez que se intenta impugnar a Lenin yo vuelvo a una cosa que señalaba Gramsci: Lenin fue como San Pablo para el cristianismo (decía que el cristianismo con justicia podría llamarse cristianismo-paulinismo). La clave de Marx para la formación del estado socialista es la clase social (enfoque que se mostró errado en la práctica), la clave de Lenin es el partido político. El marxismo original era un evangelio solamente dirigido al pueblo elegido (proletariado europeo occidental); Lenin en cambio pone el acento en la organización política y puede explicar como se realiza una revolución en el "lado equivocado" del capitalismo histórico (en su caso, un país atrasado de características predominantemente campesinas y cuasifeudales).

En suma, siguen siendo válidas las contradicciones esenciales enunciadas por Marx y sigue siendo válido el enfoque leninista sobre la conformación del estado popular.

Desde luego que está lo de la 11va. tesis sobre Feuerbach, que el marxismo necesita una no-filosofía y etcétera. Si lo que molesta es la palabra "marxismo", bue, agarramos y lo llamamos de otro modo, "filosofía de la praxis" como Gramsci o cualquier otra cosa.

En lo personal cuando hablo de marxismo no pienso en ningún dogma, mas que nada pienso en un método de análisis de las relaciones sociales tributario de los principios que mencionaba mas arriba. Este método puede crecer, evolucionar, entrar incluso en contradicción con muchas opiniones coyunturales del mismo Marx.

Creo que muchos viejos marxistas erraron feo al entenderlo como una herramienta de predicción (el mismo Lenin hablaba de "profecías científicas", cosa con la que nunca estuve muy de acuerdo). En materia de política me parece que no hay espacio para la profecía (el que opine lo contrario, que se afilie a la Coalición Cívica), uno hace lecturas de la realidad y actúa de acuerdo a lo que la razón y la emoción le dictan. A partir de allí acierta o falla, como cualquier ser humano.

chinoclau dijo...

cuando se dice "nunca aciertan con lo que va a pasar" me pregunto si es predictible (y por lo tanto prevenible) el futuro para la ciencias sociales o las explicaciones son posibles solo a posteriori?. esto me recuerda a una carta, que una madre preocupada por si su hijo sera homosexual, le escribe a freud pidiendole consejos para evitar que esto suceda, a lo que sigi le responde mas o menos (perdon, no tengo a mano la cita en este momento) señora no se preocupe, haga lo que haga lo va a hacer mal.

hector felix dijo...

Artemio: La disputa ideológica de estos días es, si la protesta social debe ser reprimida o por el contrario debe ser atendida y encausada socialmente.
La mayoría de los Peronistas han tomado partido; están los históricos de derecha, quienes propician la mano dura como Duhalde, Barrionuevo, Caamaño de Barrionuevo, Ritondo y Macri entre otros, que publica y disididamente se inclinan por la represión, para ellos si es necesario hay que volver a repetir lo de Kosteki y Santillan.
Por otra parte estamos los Peronista históricos progresistas, que de ninguna manera aceptamos que se reprima la protesta social y decididamente acompañamos a nuestra Presidenta y a la Ministra de Seguridad en la solución política de este y de todo otro conflicto social.
Pero hay un tercer grupo, que podríamos llamar los Peronistas fetén fetén, (los del peronometro vio) que maravillosamente guardan un astuto y saludable silencio. Este verdadero Club de Amigos Peronistas, que integran entre otros, Pino Solanas, Claudio Lozano, Víctor de Genaro, pareciera que han olfateado que Duhalde tiene alguna posibilidad electoral y como después de octubre de 2011 también hay vida y la del llano, después de haber pisado las alfombras bordeau, es muy poco satisfactoria, por lo que actuan en consecuencia.
En el barrio dicen que, con mucha visión de futuro, le sacan el culo a la jeringa, guardando un prudente silencio sobre lo que pasa, acá nomás en Soldati, y se preocupan de la minería de San Juan, el sistema de alianzas de Santa Fe o la performance de De la Sota en Córdoba.
Lo de Althusser, muy interesante, con usted siempre aprende, pero se me había ocurrido que era un tema un muy importante para tratar después de que se solucione lo de Soldati y termine la arremetida de los manoduristas del peronismo (¿continuadores de López Rega, tal ves?). Saludos.-

Artemio López dijo...

Hector Duhalde no tiene NINGUNA posibilidad electoral, sus socios y queines eperen algo de él, MENOS: Se lo firmo ya...

Cristian " problema esencial del justicialismo es su utopía conciliadora. La conciliación es posible durante un tiempo, en un momento dado la historia te va a pedir un plus de revolución. Entonces o das ese plus de revolución o te rajás a España y te casás con Isabelita"... Bue, menos mal que hicieron un arevisión del Peronismo, mamita querida....mejor dejemos este tema que es espinozo, como el de Heller, el de Formosa, el de Soldati, o sea, todos los temas son cada día mas espinozos...la cita inicial esa, es muy gorila, digna de Duhalde.
salu2!

polifemosolo dijo...

Rambleros de todos los paises, Unios !!!!Don Arte, disculpeme, pero me cuesta creerle a su amigo Louis. Mas allá de la imperfectibilidad de cualquier croqueta terrestre, como no podría ser de otro modo, negar al marxismo como herramienta de análisis es por lo menos, temerario. Y mas, viniendo de esa intelectualidad uropea de posguerra, que si algun merito tiene, es el de haber hecho trizas a la izquierda europea precisamente…..el resultado, es que hoy, crean que por ejemplo Zapatero es de izquierda….además de haber contribuido a alejar a europa de la justicia social, esa intelectualidad salvo honrosas excepciones, tuvo mucho que ver en el fracaso de las distintas experiencias socialistas en ese continente. Creo si, en cambio, que sin el aporte de muchísimos pensadores latinoamericanos, el marxismo hubiera desaparecido hace tiempo….porque aquí si se ha podido vincular teoría y practica reinventando, enriqueciendo y en muchos casos por que no, destronando viejos y betustos postulados. Ya lo dijo el amigo Bonatto, Mariategui…Mella y muchisimos etc etc….han contribuido desde el pensamiento marxista al derrotero emancipador latinoamericano que hoy, por fin, parece estar dando sus frutos. Y desde luego, o como decia el General, los hay ortodoxos, los hay heterodoxos…….pero todos son marxistas..jej, perdon…peronistas. Un abrazo y gracias por el rock, como siempre !!!!

ManuK dijo...

Artemio, apelar a elementos del drama biográfico no sólo constituye Terrorismo Lógico sino que, además, se trata de un caso de la vieja y no tan conocida "Falacia Ad Hominem" (en términos siempre muy lógicos, claro que sí).

Más allá de eso, le dejo esta pequeña chicana en forma de historieta:

http://3.bp.blogspot.com/_T6P0aRzWxBg/TJgPEz2tS7I/AAAAAAAAA68/7SHgU_6n-sI/s1600/Lenin+y+Anderson037.jpg

rashid dijo...

...Louis Althusser, la anterior cabeza teorética del partido comunista francés, provocó hace más de una década una gran intranquilidad al decir que en las obras de Marx se comprobaba una ruptura científico-teórica, un paso de una ideología humanística a un saber estructural antihumanístico que ha tenido lugar entre la obra de juventud y la obra de madurez. Esta ruptura que Althusser, uno de los mejores conocedores de Marx en la actualidad, ha investigado teoréticamente, parece haberse reencarnado en su propia personalidad. Él enfermó en cierto modo de aquello que veía. Esta ruptura fue su habitat científicao, político, existencial. Y como Althusser comprendió a Marx de una manera simpatética, la ruptura en la teoría y existencia marxianas se grabó precisamente con una profundidad simbiótica en su doctrina y en su vida. Althusser, y hay que atreverse a decirlo, ha perecido en este conflicto. Desde hacía años la contradicción entre su competencia filosófica y su lealtad al partido comunista había consumido tanto su trabajo teorético como su existencia. Casado con una socióloga "de orientación bolchevique", el conflicto entre ortodoxia y conocimiento, entre fidelidad y libertad le siguió hasta en su vida privada. Althusser se dio cuenta de que Marx, en cierto sentido, ya había dejado de ser Marx y que su obra se ve atravesada por una quiebra, por una duplicidad ambigua, que dificulta cada vez más su validez teórica y práctica. Entre su fidelidad a la verdad y al partido comunista, tampoco Althusser fue capaz se seguir siendo Althusser. Fue así como el filósofo marxista mundialmente famoso asesinó, en un ataque "psicótico" de alienación, el 16 de noviembre de 1980, a su esposa Héléne, quizá en uno de aquellos estados de deseperación en que ya no se sabe dónde comienza el otro y dónde acaba el Yo, es decir, allí donde los límites entre la autoafirmación y la destrucción ciega se diluyen.
¿quién es el asesino? ¿Es Althusser el filósofo?, ¿el que, a través de un rodeo por su mujer, la "dogmática", se mató a sí mismo para poner fin al estado de división en el que el filósofo nunca consiguió llegar auténticamente a la vida? ¿O es, mas bien, el asesinato liberador de un prisionero que, en un acto de defensa interior, mataba a aquello que le mataba a él? ¿Es quizá el asesino de Althusser el célebre, que sólo a través de la sumersión en la esfera cínica de la criminalidad podía destruir su propia y falsa identidad, su celebridad falsa, su falsa representatividad? Tal y como demuestra la psicología del suicida, que en el fondo es asesino de otro, no de sí mismo, también hay asesinos que, en el fondo, son suicidas que se aniquilian a sí mismos en el otro.[...]
En la obra marxiana no se da una ruptura entre una fase "ideológica" y una fase científica, sino una ruptura entre dos modalidades de reflexión: una reflexión cínicamente ofensiva, humanística, emancipadora, y otra reflexión objetivista, cínico-señorial, que se burla del intento de libertad de los otros en el estilo de una crítica de la ideología funcional. Marx tiene, por una parte, algo de rebelde; por otra, algo de monarca; su parte izquierda se asemeja a Danton, la derecha a Bismarck. Al igual que Hegel, que portaba en sí semejante doble naturaleza, la del revolucionario y la del estadista, es él uno de los mayores pensadores dialécticos, pues en él estaba operante una fecunda polémica interior de, por lo menos, dos espíritus de pensamiento que se excluían mutuamente. La tragedia teórica y existencial de Althusser tiene su punto de partida en su toma de postura a favor del Marx de "derechas", que él descubre en los escritos de este tras la denominada coupure épistémologique; es aquel Marx "real-político" en cuya base Althusser pone una teoría real del capital purificada de todo sentimentalismo humanista y absolutamente "científica". Este es el sentido de su "lectura estructural".

Peter Sloterdijk, Elegía marxista: Althusser y la "quiebra" en Marx. (fragmento)

Bruno Bauer dijo...

(Comento tarde, como para evitar retruques, pero porque soy fiaca)
Me dan gracia los peronchois: Dicen que el marxismo muere (leyeron a Jameson, a Eagleton, etc........?), y se trenzan en profundísimas discusiones obre si el kirchnerismo supera o no al peronismo, sobre si hay que tunear o no las 20 verdades.
El peronismo como movimiento social, cambió la historia argentina para siempre; como doctrina, son veinte boludeces que se le ocurrieron a un milico de escritorio. Saludos.

L. dijo...

Artemio, algo que parece que te negás a entender y en lo que coincidís con la visión que tiene el trotskismo de esta cuestión: El marxismo no es "lo que dijo Marx", como lo estás planteando vos, sino que es un método de análisis de la realidad. El marxismo es marxismo en tanto se desarrolla y avanza superando sus propias contradicciones y generando otras sobre las que seguir avanzando. Cualquier cosa que no sea ésto y que busque ser un puñado de verdades inmanentes y objetivas sin tener en cuenta el curso de la historia, no es marxismo.

Por qué Lenin plantea el sujeto revolucionario en términos mas amplios que Marx? Se había "ido" del marxismo? Y Fidel, que lo amplía mas aun para los países dependientes, como bien expresa en La Historia me absolverá? Digo, si te parece que tenés que explicarle a Fidel que no es más marxista, todo bien, hacelo. Pero la realidad es que el marxismo es tal cosa en tanto es creador, por eso hay una constante superación y ampliación de ese corpus teórico. Gramsci, Lenin, Fidel, Marta Harnecker, no niegan a Marx, lo amplían, lo superan, ven cosas que Marx no podía ver. Y porque lo desarrollan y no repiten lo que Marx decía, es que son marxistas.

Si pensaran que el marxismo es la suma de lo que dijeron algunos autores, serían militantes del PO y no revolucionarios.

El Canilla dijo...

L. Aplausos !! El problema del marxismo como herramienta que además de analizar permita modificar la realidad histórica es tan absolutamente dialéctico que es per se, marxista..je. Honestamente, me parece que el planteo de la hora(..) es sumar capital crítico para salir de la situación de dependencia en que nos ha dejado el neoliberalismo, en un revival de la vieja liberación-dependencia. Y para eso se necesitan todas las fuerzas progres, tanto peronchas como no peronchas. Los melones se acomodan con el carro andando , no ?

fernando dijo...

quien iba a decir que ramble tenia tantos lectores no-P y mas bien M? Que pasa artemio, esta lleno de zurdaje este blog tan popular...