Una de las características más impactantes del mercado de trabajo es la doble heterogeneidad que lo atraviesa y el efecto salarial asimétrico que promueve:
- La heterogeneidad que impone el nivel de informalidad del 40% donde el salario promedio informal supone apenas el 50% del promedio formal.
- La segunda, que surge del patron de alta dispersión en el mercado formal privado, donde, se señaló ya, el 20% de los asalariados de la base reciben el 9% de la masa salarial formal privada, mientras el 20% del vértice toma el 52% del total .
Estas notables asimetrías son una de las causas del sotenimiento de los umbrales de pobreza actuales en torno al 30% de la población, a pesar del crecimiento económico récord y la caída notable en la tasa de desempleo acontecida desde mediados de 2002, que supuso la creación de más de cuatro millones de puestos de trabajo.
Para intentar una aproximación estructural a la existencia de esta doble heterogeneidad, el efecto de asimetría salarial que promueve y el sostenimiento de niveles de pobreza altos, aun con pleno empleo, queremos compartir una caracterización de la estructura productiva nacional post convertibilidad, extraída de un reciente informe de coyuntura realizado por Nicolás Arceo, Mariana González y Nuria Mendizábal para el Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA).
"... la significativa heterogeneidad existente en la estructura productiva argentina (...) se profundizó aún más en los últimos años como consecuencia de la expansión de sectores manufactureros de baja productividad orientados a la sustitución de productos de origen externo.
En particular, las industrias sustitutivas desarrolladas a partir de la devaluación de la moneda son particularmente vulnerables a un aumento en los salarios reales, ya que esto puede conducir a la pérdida de su competitividad internacional. Es decir, ante la escasa productividad de la mayor parte de la industria local y la ausencia de barreras arancelarias externas, en algunos sectores el aumento de los salarios reales comprime la tasa de ganancia, mientras que en otros esta reducción implica la eliminación total de la posibilidad de competir con los productos externos y, con ello, la desarticulación productiva.
En este contexto, el propio patrón de crecimiento, basado en un tipo de cambio competitivo, impuso límites estrechos a la expansión de los salarios y el empleo, ya que los sectores productores de bienes impulsados tras la devaluación de la moneda requieren para su supervivencia no sólo del mantenimiento de un tipo de cambio elevado sino también de salarios relativamente bajos.
Pero a la vez, fueron dichos sectores quienes han sustentado el extraordinario crecimiento del empleo en los últimos años y su desaparición conlleva a la contracción del empleo y a la caída tendencial de los salarios al igual que desde mediados de la década pasada. Paradójicamente, tanto el mantenimiento como el desmantelamiento de los sectores productores de bienes que más se han expandido en los últimos años imponen límites estructurales a la recuperación de los salarios reales y consiguientemente a una mejora en las condiciones de vida de la población.
En este sentido, la apreciación tendencial del tipo de cambio acontecida en los últimos años, conjuntamente con la recuperación parcial de los salarios reales, determinaron una creciente pérdida de competitividad de los sectores sustitutivos de importaciones, proceso que se ha reflejado en el estancamiento de los niveles de empleo desde finales del 2006 y en un menor crecimiento del conjunto de la industria manufacturera.
Se debe resaltar que el desarrollo de los sectores sustitutivos de importaciones, determinantes en la expansión del empleo, requieren de políticas de desarrollo específico que posibiliten su expansión, a la vez que se elevan los salarios reales. La utilización del tipo de cambio como única medida de protección resulta ineficaz y se basa en la perduración de bajos niveles salariales en la economía local. Por lo tanto la instauración de medidas de protección arancelaria para dichos sectores se plantea como una necesidad central en pos de garantizar elevados niveles de empleo y crecientes remuneraciones reales".
10 comentarios:
Sencillamente espectacular. Ahora meter freno a las importaciones ...¿no nos complica con el Brasil? Lo digo desde mi ignorancia.
Es lo que pasa con el modelito de tipo de cambio artificiosamente alto, para competir con la industria china.
Genera salarios chinos.
donchango, si, no se si meter freno, pero para resolver problemas de competitividad y coordinar políticas está el mercosur, políticas arancelarias me refiero.
Ulschmidt correcto , pero 24% de desempleo dejo el TC de los 90...4 palos d epuestos de trabajo o el caos social de 2001/02/03...es un dilema ...
salu2!
artemio muy bueno el post, aca lo cito:
http://lafiestadebismarck.blogspot.com/2009/08/diferentes-mundos-una-misma-clase.html
para seguir pensandole al tema
un saludo!
Muy claro (aún para un negado para la macro -y la micro!- economía, como yo)
No creo que a corto plazo a Brasil le haga gracia un "acuerdo arancelario", pero tampoco creo que a mediano plazo le convenga que nos vayamos al carajo
(espero no estar diciendo una burrada olímpica)
1976
Concluye el último período de sustitución de importaciones argentino del siglo XX
1976-2001
potítica economica acumulacion financiera iniciada por el procer Martinez de Hoz y conluida por el procer Mingo (antiindustrialista).
Recordar que este último era el presidente del Banco Central hasta 1983, y verificamos que llevaba anotados los prestamos que engrosaron la fenomenal deuda externa que el proceso nos dejó,en una libreta tipo carnicero antiguo de barrio.
2001, crisis del sistema, se conocen los resultados desvastadores.
Esto da para mucho, y es muy interesante y coincido totalmente con el diágnostico.
Sobre las medidas de gobierno, me consta que todo el esfuerzo está puesto en proteger el trabajo y la industria nacional, pero evidentemente algo está faltando. stop-
Al revés que las argentinas, las clases dominantes brasileñas tienen sentido estratégico. Por eso, aunque deban resignar pequeñas ventajas inmediatas, prevalece la preocupación de que no nos vayamos al carajo, como bien dice Gustavo.
Saludos
YPF tiene que remodelar su refinería en La Plata, la misma tiene un costo de 300 palos verdes, Cristina hizó un acto de lanzamiento. Cotizan tres empresas Argentinas y una Brasileña, YPF dice que no tiene la guita, entonces Banco Brasileño dice yo te la presto pero le compras a la empresa Brasileña (que es levemente más cara) y además un 60% de los insumos me los compras en Brasil. YPF dice ok! Moraleja, no se trata solo de aranceles, se trata de muñeca.
Eso no salió en nungún Diario, y no creo que cambie con la nueva Ley, somos todos muy Pelot...
Excelente. Simplemente un análisis brillante.. Robo para mi blog, un abrazo..
Tomás
argentinadel50.blogspot.com
ESTIMADO DON ARTE
El Mercosur no solo está para coordinar políticas arancelarias, sino para muchas cosas mas.
Por ejémplo para generar proyectos económicos estrátegicos entre los Estados parte que tengan en cuenta las ventajas comparativas locales, que en general son muchas, con la consecuente creación de puestos de trabajo.
Lamentablemente parece que en ese àmbito solo se tratan los problemas del comercio, es decir de la inmediatez. Como dice alguien por aquì, es un tema de muñeca política.
Desconozco a la fecha la existencia de proyectos superadores y de que se ocupan nuestros representantes.
Publicar un comentario