problemas de legitimación en el kirchnerismo tardío...

Hoy anduvo la muerte buscando entre mis libros alguna cosa...

Hoy por la tarde anduvo, entre papeles, averiguando cómo he sido,

cómo ha sido mi vida, cuánto tiempo perdí,

cómo escribía cuando había verduleros que venían de las quintas,

cuando tenía dos novias, un lindo jopo, dos pares de zapatos,

cuando no había televisión, ese mundo a los pies, violento, imbécil, abrumador,

esa novela canallesca escrita por un loco...

Alfredo Zitarrosa

Notamos con relativa sorpresa que se ha generalizado el uso del adjetivo "traidor" en el , llamémoslo, espacio kirchnerista tardío, normalmente kirchneristas de segunda vuelta y/o oportunistas variopintos, que pueblan sus análisis con ligeras y extravagantes categorías como contradicción principal, secundaria, terciaria, universitaria y otras especies por el estilo.

Ciertamente la utilización discrecional de la categoría "traidor" y en sentido contrario la de "leal" era más propia del energúmeno de Gualeguaychú, que utiliza con sagrada furia ese lamentable adjetivo para definir el campo de la lucha corporativa que encarna.

Traza la bestia entonces una delgada línea roja y convoca a escrachar a diputados y gobernadores , todos "traidores" a sus pueblos, a sus provincias y básicamente a sus intereses ( los de él y su cofradía) . De un lado entonces se encontrarían ellos, los leales y del otro se apilan, malolientes, los nefastos "traidores".

Las experiencias históricas, en particular las setentistas, envueltas sin duda en un mayor volumen de movilización y cambios estructurales que esta módica etapa actual, ofrecen ejemplos también contundentes y enojosos para muchos de nosotros , acerca de la nula conveniencia de la utilización del par leal/traidor, para ordenar finalmente de manera homogénea, el campo que diseña la práctica política en democracia.

En efecto, Apoyo a los leales amasijo a los traidores, fué una consigna setentista, sí que impropia, que más allá de su gran valor publicitario , muestra con nitidez la visión de un sector del peronismo que terminó exorcizando finalmente la política, como proponía ab initio la consigna emblemática.

El proceso de - entre otras cosas- apilar con fruición "leales" de un lado y "traidores" del otro, culminó rápidamente en un absurdo "pase a la clandestinidad" de la organización Montoneros, referencia insoslayable de un amplio sector del peronismo setentista, pase a la clandestinidad efectivizado en medio de una etapa democrática y aún con Perón presidente, aunque sólo se reconociera formalmente la clandestinización - ya fallecido Perón- , en setiembre de 1974 .

La persistencia de esta visión binaria de las diferencias, conflictos, contradicciones , no debiera ser abusada en esta etapa que transitamos, donde, desde luego, nadie pasará a la clandestinidad, obviamenteeeeeee - le afanamos el latiguillo a guitarrita Michetti - , pero sí podrá aislarse paulatina pero inexorablemente, hasta inaugurar , más temprano que tarde ,una simpática capilla más, de las tantas que pueblan el horizonte de izquierda a derecha del abanico político partidario gaucho, todas muy respetables, eso sí.

El paso inicial bien puede ser obtener un 10% de votos promedio en tres distritos centrales de la arquitectura nacional y festejar la gran movida, frente al 90% de dirigentes y electores "traidores" todos, que los habitan y no nos votan. Y que viva la convergencia cívico militar, ejemplo de tolerancia , respeto, reconciliación y de nuevo reconciliación! ...uyyy encima gol de Gimnasia!!... Renuncie traidor montonero Ischi... nooo, perdón, renuncie drogadicto, traidor, erpiano Alves!... renuncie montonero, traidor, endrogado Abel Alves!