uoch!

Qué manera poco glamorosa de tratar a un vicepresidente institucionalista y decoroso! No nos sorprende. Como sabemos bien, compañeros y compañeras, el crimen no paga y la oligarquía entregadora, cipaya y mercachifle, cómo que no!, luego de usarlo para desgastar al dream team del buenazo del Dr. Pierre, ahora ya tiene una tríada de candidatos propios, se encamina a despejarle el camino y esmerila sin piedad al tío Cleto (cuyo "límite es Macri", según comentó), propinando todo tipo de golpes bajos, chascarrillos y cornetines sobre su insigne figura.

En efecto, a diferencia del "estandarte de decencia", licenciada Ocañita --que este año bate récords de mortalidad infantil pero, como Evita nos enseñó, acaba de prohibir los termómetros a mercurio, y quizá por la típica solidaridad que une a los inútiles-- considera a Quico "un buen hombre", leemos hoy en el diario de Bartolo:

La pelea del oficialismo con Julio Cobos no se limita sólo a la política. Los senadores peronistas han sumado un nuevo motivo para castigar al vicepresidente: el deplorable estado edilicio del Senado. Es su responsabilidad, dicen, porque de él depende el secretario administrativo, encargado del funcionamento del edificio. El ascensor de uso exclusivo para legisladores está fuera de servicio, al igual que tres de los cuatro elevadores del vestíbulo central, que son de uso público. Además, la semana pasada el edificio se quedó sin agua durante varias horas, por lo que colapsaron los baños públicos de todos los pisos, que, ya de por sí, muestran una notable falta de limpieza, al igual que pasillos y despachos. Muchos empleados se quejan por la creciente presencia de pulgas. Lo llamativo es que esta situación no parece responder a la falta de fondos, ya que Cobos decretó un aumento de categoría para más de 500 empleados antes de Navidad, compró decenas de notebooks y continúa pagándoles altos viáticos por sus traslados a Mendoza a varios de sus colaboradores.

En fin, más allá de las tremendas escenas que se viven a diario en el recinto, como la del comandante Pepe Pampuro pidiendo a los gritos: "Picheto, dónde pusiste mi pipeta Power, porque yo así no bajo y no doy quorum, eh !", hay que asumir que el tío Cleto es un demócrata algo roñoso. Contracara justa, libre y soberana, es bien sabido que los populistas --y Laclau esto lo señala muy precisamente-- dialogamos mucho y bañamos seguido a nuestros canes. La prueba contundente, "Los caniches de Perón", siempre brillantes y saltarines acompañando al líder hasta en su duro exilio.Psssssss!