libros sí, gasas no ...

La medida del Ministerio de Educación porteño de universalizar la distribución de tres libros de literatura ( no texto) por alumno tanto de primaria como de secundaria, supone que tras los doce años cursada, cada alumno habrá de poseer 36 libros. Las familias pobres porteñas poseen tres niños promedio, esto en teoría habilita una biblioteca de 108 libros propios por familia tras finalizar la cursada de los menores. Mariano Narodowsky hace las cosas bien . Seria conveniente que lo imitara el ministro Jorge Lemus, que está destruyendo paso a paso - o aceptando que se destruya, da igual- el ya muy vapuleado sistema hospitalario porteño. Un caso emblemático es el del Hospital de niños Ricardo Guitierrez, la doctora Silvia De Francesco, de la Asociación de Profesionales del Gutiérrez sostiene que “Desde principios de año se trabaja con stock crítico, o sea que alcanza en promedio para un mes y no se podría hacer frente a contingencias, como si estuviéramos en una crisis comparable con la del 2001-2002”, advierten. Y denuncian que como “producto del plan de compra centralizada (que implementa el gobierno), el banco de drogas para pacientes con enfermedad fibroquística –por ejemplo– se clausuró, fracturando la disponibilidad de drogas muy específicas y costosas, esenciales para la supervivencia de esos pacientes”. Los profesionales advierten además que la provisión de los elementos más comunes en las salas (desde gasas hasta sueros, desde ibuprofeno hasta guantes) es irregular y “la calidad de los medicamentos ha disminuido”. En fin, a esta altura ya Duran Barba debe saber que no sólo con asfalto y veredas se "erotizan" los porteños.