apuntes

Eliminar buena parte de los subsidios a las tarifas domiciliarias de gas, luz, y encarecer notablemente los combustibles (que ya están en alza constante) está planteado como política sistemática --y en el nuevo presupuesto se observa nítidamente-- para lo que resta de 2008 y el año 2009. El diseño de los recortes impactará en general sobre sectores medios, medios altos y altos que componen grosso modo el 50% de la población nacional (hasta que el neoliberalismo vuelva a ganar con el voto de estos segmentos y los deje angostados a menos del 40 %). Habrá mal humor, hoy ya algunos diarios totalmente republicanos, desde ya, construyen sin prisa ni pausa el estado de ánimo de la "opinión pública" frente a estos suculentos aumentos por venir. "Si estaba por meter la cabeza en el horno no lo haga":aumentos de hasta 35% en el gas" pone en un recuadro de tapa Crítica de la Agentina, y seguirán más aumentos y recuadros de tapa ideados por Maximilan Blackmountain, el reportero ícono de la gauche festif criolla. La cuestión reside en el costo electoral que el oficialismo pagará por estas medidas de política económica fulería, de cara a las elecciones de 2009, que ya están entre nosotros. En ese sentido, el actual momento electoral que transita el FPV es relativamente poco traumático para iniciar este tipo de ajuste, por al menos dos motivos.

• La oposición electoralmente relevante (toda de derecha) , incluso los medios de difusión más importantes, piden lo mismo y más, con lo cual en general el tema no formará parte de los debates significativos de la campaña 2009.
• El FPV mide hoy nacionalmente poco más del 30% (hasta 35%, pago), muy compactado el electorado, hasta algo sobre perfilado en segmentos vulnerables, sectores que no pagarán directamente el costo del ajuste. El electorado de segmentos medios y altos que sí sentirá, en algunos casos muy fuertemente, el impacto que representaba hasta 2007 un 20% del electorado propio el FPV, el oficialismo K ya lo perdió y no retornará jamás a su regazo. ¡Duro con ellos entonces...!

Así las cosas, agrega oportunidad al ajuste --que nadie anunciará, obvio-- el hecho de que los segmentos electoralmente hoy compatibles con este oficialismo de 30-35%, que podrían sentir el impacto vía incrementos de precios generales por traslado de los aumentos de tarifas particularmente de pequeños y medianos comerciantes, en especial los conurbaneros y radicados en zonas pobladas por franjas medias bajas y bajas a nivel nacional --las tarifas industriales corren bajo otro régimen de subsidios- - no aparece como posibilidad, al menos de recibir aumentos de precios plenos. En efecto, en el actual contexto nacional con el país ya creciendo al 3,5% anual, amesetamiento en la generación de empleo, la informalidad laboral estabilizada en el el 40% y aumento de la subocupación horaria (la caída en el nivel de desempleo se debe fundamentalmente a caídas en la tasa de actividad en el 60% de los aglomerados y no a la generación de empleo genuino) moderará sí o sí la puja distributiva a corto plazo. La inevitable retracción del consumo hará el resto, contextualizado todo el cuadro local sobre la ya muy suculenta crisis internacional, con precios de los commodities cayendo en el corto (y mediano?) plazo, situación que adicionalmente, contribuirá a cortar algunas rutas , pero sacar bastante presión inflacionaria, en especial sobre alimentos, que es lo que básicamente importa electoralmente al oficialismo. No es mucho, pero es lo que hay.