refrescola

Esta es una columna de opinion que publicaré en alguna parte y resume parcialmente los dos post del lunes y martes en el contexto de las perspectivas del nuevo gobierno. Dice así:

A pesar de las presiones en dirección a que asigne centralidad a otros ejes de gestión vinculados al ordenamiento macro tradicional, el retorno a los organismos internacionales de crédito , en fin toda la colorida mercadotecnia que engalanó la década de los noventa , el nuevo gobierno tiene como fortaleza y atributo central ser la continuidad indudable de la gestión anterior. Esta circunstancia expresada claramente en las urnas el pasado 28 de octubre, supone que la agenda social será la gran vertebradora de la gestión de Cristina Fernández. Agenda de gran complejidad, aún después de los logros contundentes obtenidos por el gobierno anterior en la mejora de los indicadores sociales. Al respecto, las perspectivas de crecimiento para 2008 son buenas, según los pronósticos más diversos, en torno al 7,5% del PBI. El desempleo abierto, probablemente alcanzará el 5% a fines de 2008, por lo cual habrá situación de virtual pleno empleo. Sin embargo, la informalidad laboral se mantendrá por sobre el 35% y en la actividad privada superará el 40%. La pobreza se estabilizará en torno al 20% de la población general y el 30% para menores de 15 años. Por su parte la indigencia permanecerá cerca del 8% para la población general y en el 15% sobre los menores de 15 años. Esto supone un umbral de indigencia cinco veces superior al de mediados de los años setenta, tres veces más alto que el promedio de los ochenta y dos veces por sobre el promedio de los años noventa. Resolver este bochorno de casi tres millones de personas sin seguridad alimentaria en un país productor creciente de alimentos, será un ineludible eje del nuevo gobierno. Otro tema medular resulta la cuestión educativa, tema central en el discurso inaugural de Cristina Kirchner y donde a pesar de algunos avances de orden administrativo presupuestario, la situación es crítica, por decir poco. Los últimos datos oficiales muestran que sobre la población de más de 15 años de edad un 9,8% solo tiene primaria incompleta como máximo nivel educativo adquirido de los cuales el 25% resulta analfabeta absoluta. Otro 23,8% manifiesta como máximo nivel la escuela primaria completa. Si agregamos ambos grupos, actualmente el 33,6% de la población nacional mayor de 15 años esta en situación de analfabetismo absoluto o funcional. Y las cosas no mejoran si analizamos a quienes no terminan los estudios medios que representa otro 21,6% de la población. Esto implica que hoy, el 55,2% de la población mayor de 15 años es analfabeta absoluta, o posee apenas enseñanza primaria incompleta o completa y es literalmente analfabeta funcional, o a lo sumo, su máximo nivel de conocimiento accede al medio incompleto. Podríamos extendernos más, pero como se ve la agenda social es profunda e impostergable y será sin duda la que deba dominar la gestión de la Presidenta. Todo lo demás, como decíamos en el barrio: A la cola con refrescola.