gramsci, contempomi, las internas abiertas y la lista sábana

En Ramble, no comulgamos en nada con el credo del buen ciudadano que el discurso careta de los medios vende como una verdad revelada. Estamos por ejemplo a favor de las miserables "internas cerradas" , exclusivas para afiliados a los partidos que seleccionan sus autoridades y para colmo salimos en defensa de la lista sábana, o sea atadas a la pertenencia partidaria del candidato y no a su look mediático. Nos oponemos al discursete de " que asquito, hay que hacer una reforma política, viste chuchi.." . En fin estamos entre los que a Contempomi lo seguimos llamando Contempomi y no "Felipe". Entonces nos resulta inadecuado que se coloque en igualdad de condiciones y capacidad de selección a aquellos que entregan su tiempo y actitud a intervenir al interior de una formación partidaria con los repúblicos que disfrutan del TyC codificado , las largas sobremesas familiares , los paseos domingueros tan soleados!, tipillos que lavan y lavan su autillo y un buen día , "desengañados" se levantan con ganas de "participar como todo ciudadano con derechos". Y desacargan su furia inmiscuyéndose sin vocación de persistencia alguna en el sistema de seleción de dirigentes a los que en su enorme mayoría desconocen y desprecian. Enaltecer a la mera indiferencia frente a la política partidaria como categoría moral superior, es sencillamente deleznable, un subproducto y causa a la vez de nuestra decadencia comunitaria . Cerramos el post retomando a nuestro top five, Antonio Gramsci "La indiferencia es el peso muerto de la historia. La indiferencia opera potentemente en la historia. Opera pasivamente, pero opera. Es la fatalidad; aquello con que no se puede contar. Tuerce programas, y arruina los planes mejor concebidos. Es la materia bruta desbaratadora de la inteligencia. Lo que sucede, el mal que se abate sobre todos, acontece porque la masa de los hombres abdica de su voluntad, permite la promulgación de leyes, que sólo la revuelta podrá derogar; consiente el acceso al poder de hombres, que sólo un amotinamiento conseguirá luego derrocar. La masa ignora por despreocupación; y entonces parece cosa de la fatalidad que todo y a todos atropella: al que consiente, lo mismo que al que disiente, al que sabía, lo mismo que al que no sabía, al activo, lo mismo que al indiferente".