Marcola

Gracias a una advertencia de El Escriba, tenemos otra de Maurice!!! , nuestro súper héroe, ahora potenciado porque el otro ingeniero finalmente y tal como se lo pedía (a los gritos) la gente en la calle, agarró un cargo. Efectivamente, entonado por el pase del cañonero Blumberg a sus filas, el ex capo xeneise mandó de una en declaraciones a FM Latina: "Tenemos que entrar a la villa, abrir la villa, combatir a los narcos". Macri comparó la situación de las villas porteñas a lo que ocurre en las "favelas" brasileñas. Maurice, demostrando que, además de tener los equipos más PRO, él mismo está leyendo mucho ultimamente agregó: "Recomiendo leer un reportaje hecho por los periodistas brasileños al capo narco que se llama Marcola, que está en la cárcel y con los celulares maneja toda la mafia y el tipo dice impunemente se acordaron tarde de nosotros, ahora mandamos nosotros", Macri además advirtió que el delincuente señala que en el gobierno local carioca "están atrapados por los derechos humanos, la única forma sería que tiren una bomba neutrónica en las favelas y maten a 50 mil para matarnos a nosotros que somos mil". Que lindo esto!!. Así que ya sabemos que onda con el villerío porteño si se sigue boludeando con la "cárcel de los derechos humanos". Maurice piensa abandonar esa prisión o , tal vez, preparar la bomba neutrónica siguiendo los concejos del capo drogón. Mientras tanto eso sucede, desde Ramble le recomendamos leer a Maurice, esta otra reflexión aparecida en el libro "Delito urbano en la Argentina, las verdaderas causas y las acciones posibles" de Mariano Ciafardini. En este texto recomendable, Luiz Eduardo Soares, quién desde Enero de 1999 al 17 de Marzo de 2000, fué Subsecretario de Seguridad Pública del Estado de Rio de Janeiro y entre Octubre de 1999 y Marzo de 2000, Coordinador de Seguridad, Justicia, Defensa Civil y Ciudadanía del Estado de Rio de Janeiro, muestra con la claridad y transparencia que asigna la experiencia empírica, las consecuencias concretas de las políticas que se liberan de "la cárcel los derechos humanos" que tanto estigmatiza Marcolita, que más temprano que tarde concluyen con simpáticas licencias o cuotas de "libertad para matar" a delincuentes favelados , reales o supuestos, prácticas abyectas, asociadas comunmente en nuestro país a los sostenedores de los discursos de "mano dura", "tolerancia cero" y en general a las "inquietantes inquietudes" emanadas del pavoroso sentido común, del cual los ingenieros resultan un paradigma gaucho. Dice Eduardo Soares: "Históricamente , había una especie de aislamiento de la favela: el morro era una cosa, el resto de la ciudad, otra. Esto con el tiempo resultó imposible en una sociedad de masas.Cuando la violencia comenzó a llegar a la ciudad, dos décadas atrás, se le empieza a dar a la policía una especie de licencia para matar . Durante la década de los años 90, el General Nilton Cerqueira que conducía la poítica de seguridad del municipio,había creado el premio "Far West" para policías. Consitía en una especie de bonificación salarial por cada delincuente eliminado. Sin embargo, al autorizar la eliminación también se le confiere al policía la posibilidad de no matar. Entonces , en una primera etapa , al tener ambas opciones disponibles, muchos agentes pasaron a negociar con el traficante, persona a persona. A medida que el sistema avanza, se organizaba la segunda etapa: La favela Rocinha ya facturaba 5 millones de dólares por mes . Los policías empezaron a alquilar casas para trasladar clandestinamente a los traficantes que detenían y negociaban su vida y liberación a cambio de dinero. La tercera fase fué, en términos de Max Weber, la de la racionalización: Como por la escala del negocio se volvía complicado para la policía detener,alquilar casas, negociar rescates , etc, se paso de un acuerdo inicialmente personal, luego grupal a realizar un arreglo global. Ese arreglo "general" al que se llega en la tercera etapa es el que hoy permite la entrada en las favelas de toneladas de drogas y armas ". Como se observó en la cita de Soares , la experiencia de Río de Janeiro , a escala enorme, muestra que todo el complejo entramado entre traficantes, polícia y delito cuyo epicentro son las favelas, fué inicialmente promovido por una de las múltiples variantes del discurso de " la cárcel de los derechos humanos" que finalmente resultó funcional para dar consistencia y volumen a la mega red delictiva hasta límites hoy inmanejables ya no sólo para el estado municipal carioca, sino para el mismo estado nacional brasileño. Vade retro entonces a las lecciones del narco brazuka y su aprendiz de brujo local. Nosotros con El Criador , rechazamos a Marcola y si es por elegir, nos quedamos con el de Los Dos Chinos , que aunque con menos publicidad, tiene más avellanas .