1/25/2007

EL ADULTO MUNICIPAL

Maximilian Weber (Max) dice en su Teoría sobre la burocracia : “La experiencia tiende a demostrar universalmente que el tipo de Organización administrativa puramente burocrático, es decir, la variedad monocrática de burocracia es, desde un punto de vista técnico, capaz de lograr el grado más alto de eficiencia, y en este sentido es el medio formal más racional que se conoce para lograr un control efectivo sobre los seres humanos. Es superior a cualquiera otra forma en cuanto a precisión, estabilidad, disciplina y operabilidad...". El bueno de Max no conocía estas pampas, pero Esteban Schmidt , un gran baqueano sí que sabe y para muestra nos entrega un capítulo bravío de la otra teoría sobre la burocracia estatal. Dice el acid journalist: " Están los que luchan un día y no son buenos, son vagos, porque el resto de los días y de los años se van a tomar café al Havanna de Avenida de Mayo y dialogan con sus sombras toda la tarde. Están, también, los que luchan muchos días y que después, bueno, aprenden a tomárselo con soda en Harmony, y se piden un alfajor de maizena para que se empantanen la glotis mientras maduran la idea de que el final de la lección es volver esa noche a la casa y darle un beso a los hijos y decirles: mamá renovó el contrato.Y está, como siempre, esa minoría demente de los que luchan todos los días y que cuando les cortan la locación de servicios a los tres meses, por pasarse de rosca, se despiden del único amigo que los comprendía tomando una coca en Los Cabildos, quizás en la vereda, mirando el río de cabezas aplastadas. La vida del funcionario político rentado municipal, su sobrevida, está atada a su comprensión acelerada de que hay un mundo que lo preexiste, con reglas imprecisas, cuando no herméticas y siempre inflexibles. Son normas que regulan la vida de los adultos municipales con una intencionalidad bien precisa: No pretenderás que el día de mañana sea muy distinto que el día de hoy. El aprendizaje es que no se te va a ocurrir, ni por puta, hacer que la máquina funcione bien. Te van odiar, te van a macartear, te van a confundir y te van a rajar. Los empleados municipales de largo aliento, los históricos, amparados por un sindicato que clavó su reloj en 1916 y desinteresado de mirar la subjetividad de sus trabajadores, son los primeros en marcarles el perímetro en el que se pueden mover. No se moverá un papel. Cuando estos no sean el contrapeso, la cryptonita la pondrán los jefes que impedirán el desempeño del empleado calificado que nombraron, poniéndole alrededor a tres tipos de 1000 pesos que puso alguna de las bandas que sostienen al capo. Es: te doy, pero no te doy el marco de trabajo. Entonces, el funcionario político rentado municipal se divide en dos tipos: el que podría vivir de otra cosa y opta por hacer esa experiencia porque cree en algo, aunque sea en sí mismo, en que su fuerza moral y técnica puede provocar el desnivel que canalice sus ideas o las buenas ideas de otro, y el que no puede vivir de ninguna otra cosa. El que se acostumbró a la teta del estado, el que descubrió el maravilloso mundo de vivir sin laburar y que hace de ese espacio también, simbólicamente, una gran playa de estacionamiento para todas sus aspiraciones. Se sabe que el adulto que se acostumbró a vivir sin laburar, ya no lo va a hacer nunca. En el conjunto de los que no hacen nada pero con renta tenemos dos batallones, ponele caballería e infantería. El más bajo, el más lumpen, es la caballería, demasiado gordos para remontar una colina. Son quienes no tienen expectativas ni ambiciones personales de ningún tipo,supervivientes cortos y tristes que tienen en la casa muchos potus y cortinas hechas con caracoles recogidos en la playa, y la infantería que es la que tiene aspiraciones, los que buscan la manera de pasar de contratado a patrón. Quienes no quieren que les regulen el ingreso sino regular los sueldos de otros. Ahí, es, más o menos cuando estos tipos se vuelven diputados, ministros, hacen terapia, yoga, comen galletas de arroz. Entre ellos también se pueden hacer dos clasificaciones. Los zarpados o comandos o gurkas o marines, que tienen una conciencia muy pegada a los tiempos previos a la organización nacional, donde podías ser cazador o cazado en cuestión de años (Dorrego, Lavalle, compañeros así), una tendencia nacional que no se cortó nunca, y entonces tienen que recaudar pronto por lo que, para empezar a hablar, les comen los sueldos a los empleados, nombran a la doméstica en el Senado, por decir (no estamos hablando de ninguna senadora en especial) y en dos o tres añitos, se compran la camioneta y desarrollan un hobby con el que participan a los hijos y tienen una hermosa y cómoda vida en familia. Ya no hay potus, hay huertita en la casa de fin de semana. El otro subgrupo es el de los rentados municipales vagos pero ambiciosos que no se zarpan. Digamos los que pudieron superar mentalmente la batalla de Pavón. No son muchos. El sistema funciona. El miércoles se parece al martes, el 2007 al 2001. Por lo tanto, no funciona. Estás en Havanna, en hora pico, tres y media de la tarde, cuarenta burócratas municipales cafeteando, entran dos, tres, veinte nenes, muchos de guardapolvo blanco, a dejar stickers, biromes, sobre las mesas, nenes que están trabajando para señores de las profundidades que les colectan las monedas y la infancia y la escena se repite, digamos con total impunidad cada día. El estado que debe regular la vida comunitaria, que debe impedir la comisión de delitos, algunos contra la humanidad, como el trabajo infantil, no lo impide a cien metros del despacho del Intendente y con cuarenta tipos que son, ya no testigos, sino cómplices porque el verso que les sostiene la existencia supone la pretensión de enmendar los problemas públicos. Los que transpiran de los nervios cuando ven la injusticia, el desmadre de los pibes, por poner el ejemplo más visible y más jorobado, son los believers recién nombrados. Volvamos a ellos, porque del hecho de que alguno sobreviva sin comer alfajores de maizena y sin que lo echen y sin que se vuelva fofo, depende la suerte de los asuntos públicos, el progreso de la comunidad. ¡Depende del precio de la soja!, ¡ok!, pero un poco. Pronto dependerá de lo que hicimos durante los años del superávit. Una tendencia nueva, una forma de mirar la supervivencia crece en los jóvenes creyentes, y es tratar de luchar todos los días pero irse a la casa antes de ponerse a putear porque no pueden y comprometer su recontratación. Se trata de una forma de miniturismo estatal, voy, veo, si me dejan, hago, sino me la como, vuelvo a casa, hago una maestría, espero. Esa tampoco funciona, estira tu renta, pero mantiene los pibes regalando calcos de Bart Simpson en el Havanna." Esteban Schmidt

6 comentarios:

Anónimo dijo...

La asociacion de propietarios de la London, Segafreddo, Havana, Cabildo de Bs As, Cervantes, de las Luces y otros solicitan encarecidamente la continuidad de todos los contratados y Dto 948 del Gobierno de la Ciudad y la Legislatura so pena de tener que cerrar irremediablemente por falta de publico en el horario de 10 a 19 hs.
Apoyamos firmemente a la AÑBA (Asociacion de ñoquis de Buenos Aires) en sus reivindicaciones.Y, en reconocimiento ha otorgado:
Premio 2006 al Ñoqui de Oro: HECTOR NUÑEZ (Adjunto LyT en Gestion Publica)
Premio 2006 al Ñoqui de Plata: PECO (Legislatura) -solo el de plata porque ya gano el de oro muchas veces-
PAVO REAL DE ORO: Diego Gorgal
PAVO REAL DE LATA: Norberto Laporta

Anónimo dijo...

Excelente nota, me hace acordar a los monólogos del gran Tato Bores. Pero le encontré un solo y subsanable errorcito. Dice la nota: "y en dos o tres añitos, se compran la camioneta". ¡Dos o tres añitos! No, Schmidt, ¡dos o tres meses! Los chicos de la famosa "Coordinadora" tenían el Laguna de 21.000 dólares a la semana de asumir. Tan excelente nota, que la voy a imprimir y le doy unos mangos a los pibitos para que la repartan en los bares de la zona del pelado tragasable. Es así: ¡Que se vayan todos... y vengamos nosotros! (jeje, saludos, bostero webmaster, ¡vamos Boquita!)

Anónimo dijo...

Doy Fe!

Me toco trabajar en el Pami cuando luego de trasladar a la gerente de Sistemas, ingeniera !CIVIL!, decidieron echar a dos tipos del mismo area por !Chorear! y todo un piso de 150 personas dejo de trabajar hasta que los reintegraran!

Como pasante primero y contratado despues, era un "joven creyente", que duro 1 año, mientras (los de)/(las) planta/s (elija la que prefiera) se nos cagaban de risa

Anónimo dijo...

Que bueno que se lo puede leer
Schmidt aca, se lo extrañaba en la interné desde que cerro TP.

A alguien se le ocurre como podria remediarse toda esa inutilidad y vagancia que describe la nota?

O sea, a quien/quienes habria que atacar primero?

Anónimo dijo...

El editorial de Schmidt en Noticias Urbanas grafica de esta semana relativo a la devenida aristocrata Nilda Garre, en el asunto de Prodan, es imperdible.

Anónimo dijo...

Leo este post con una sonrisa a flor de labios. Trabajo en una institución del estado. Al que es eficiente lo recargan de trabajo y al inoperante lo ponen en tareas livianas. Lo malo es que el eficiente no es recompensado, mientras el vago la pasa mejor.
¿Ocurrirá solo en Argentina?
No me refiero a lo de eficientes e inoperantes, sino a la recompensa que debería recibir cada uno de ellos.