10/11/2006

FUIMOS SOLDADOS

Recibí esta respuesta al post de Ramble que firma Marcelo Larraquy a quién agradezco la gentileza de enviar su punto de vista, muy respetable pero que no comparto. Retribuyéndole el abrazo, va la réplica de Marcelo: Querido Artemio, Antes que nada, quiero agradecerte que hayas mencionado “Fuimos Soldados” en tu post. Supongo que todavía no lo leíste, pero quisiste anticipaste a fundar tu posición crítica. Me parece bien. El libro habla de los combatientes que enfrentaron a la dictadura militar con las armas, en el marco de una “guerra popular y prolongada”, que los terminó alejando del pueblo por el que luchaban. “Guerra popular y prolongada” –como lanzó Montoneros contra el Ejército durante el gobierno de Isabel-, o “guerra revolucionaria“ –como plantearon diferentes organizaciones armadas que intentaron enfrentar el sistema capitalista, desde fines de los años sesenta. Fueron dos estrategias político-militares: la opción armada para enfrentar al sistema. Podemos no estar de acuerdo con ellas. Lo que no podemos hacer es negarlo. Tampoco quiero dejar margen para la duda. El planteo de las organizaciones armadas no tiene relación con el concepto de “guerra civil”, que levantan los que intentan justificar el terrorismo de Estado. Eso queda claro en el libro. Pero a la vez, debemos ser honestos: los montoneros no querían ser parlamentaristas. No era algo que los enorgulleciera sentarse en una banca de diputados. Muchos militantes rechazaron esa propuesta. Querido Artemio, me propongo no aburrirte ni encerrarme en la teoría. Me interesa ser sincero. No sé si alguna vez leíste historias de la “guerrilla fabril”, obreros industriales que cuestionaban al capitalismo. Balbín los denunció una vez en el año ‘75. No sé si alguna vez leíste el “Manual del soldado” al que accedía todo cuadro armado que empezaba a formar parte del Ejército Montonero. No sé tampoco si alguna vez te llegaron los informes internos que los distintos pelotones de combates montoneros que escribían tras cada reunión del ámbito militar. Son desgarradores. La conducción ya se había ido, ellos no tenían casas, dinero, ni lugar donde dejar a sus hijos, y les costaba conseguir armas. Y aún así no se iban de la Organización, salían a operar y dejaban la vida para enfrentar al terrorismo de Estado y a los grupos económicos que la apoyaban. Sé que es mucho más sencillo reconocer al desaparecido sólo como desaparecido. Pero yo no quise borrarle la identidad al combatiente –que luego fue, como decís vos, y también creo yo, “víctimas del terrorismo de Estado, secuestrados, torturados y asesinados”-. Porque si dejas sus historias subsumidas al concepto de “la locura de Firmenich y compañía”, corres el riesgo de caer en un reduccionismo. Y si los tratás de “terroristas”, te estás acercando a www.ladecadadel70.com.ar. Creo que si mi libro puede ser políticamente incorrecto, si lo es, porque llama soldado al soldado. Te cuento el caso de Alejandra, un cuadro armado que arriesgó su vida enfrentando a la dictadura y que fue herida, secuestrada y luego asesinada tras participar en el atentado contra Soldati. ¿Hay lugar para ella en la reconstrucción de la historia de la década del setenta, o la volvemos a sumergir? Entiendo y respeto tu posición. Pero creo que si reconstruís la historia de los setenta sólo a través del relato de la democracia alfonsinista, hay un pedazo importante que te va a quedar afuera. Y creo que deberíamos integrar toda la década bajo un conjunto explicativo que nos permita entenderla. Espero que esta carta no te haya molestado. Te mando un abrazo, Marcelo Larraquy

3 comentarios:

Rafa dijo...

Interesante la posición de Larraquy. Es innegable que la incorporación al ERP y a los Montoneros incluía una formación militar. Pero no estoy de acuerdo con que la postura de Artemio en el post anterior sea la del relato alfonsinista, y el hecho es que no hubo una guerra. En mi blog acabo de poner un aporte al respecto:

http://el-lobo-estepario.blogspot.com/2006/10/el-juicio-pendiente_11.html

SaluII

Rafa dijo...

Efectivamente Aníbal, es así como vos decís. En mi blog puse una nota donde se explica cómo el concepto de "guerra" (y por lo tanto el de "soldados") era funcional tanto a la retórica del Proceso como a la de las cúpulas de las orgas.

Saludos

... dijo...

El Soldado, como epopeya heroica, caminaba tras operaciones que debían ser exitosas. La variable militante eran granadas con capacidad de construir un discurso inclusivo de la mano de frentes de masas, pero que siempre llevaba a un otro inalcanzable. El guerrillero, el mito de la cúpula.
Los fierros no tapan el corazón.
No hay que olvidarse de los Nonos Lizasos que estuvieron por ahí y siguen estando.

En un pequeño aporte de mi pequeño blog, hay una nota sobre el populismo y la militancia que me gustaría compartir.

Muy buen blog.

Saludos
Pablo