Ansiedad: cómo un cambio de mentalidad puede mejorar tu vida
Es posible que nuestro ambiente influya en que cada vez se sufran más episodios de ansiedad
Si miras a tu alrededor, es probable que, sin que tú lo sepas, haya alguien que sufre ansiedad. Aunque el número de personas ansiosas crece exponencialmente debido al entorno tan estresante y cambiante en el que vivimos (una de cada tres personas padece o padecerá ansiedad al menos una vez en su vida), existen personas que tienen una mayor predisposición que otras. Y además es más normal padecer episodios de esta enfermedad si ya se ha sufrido antes. Este trastorno, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), incluye los ataques de pánico, el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) y las fobias, y uno de los principales motivos por los que la ansiedad suele presentarse más en unas personas que en otras tiene un nombre: ansiedad rasgo. Se trata de una característica de la personalidad que tiene una parte genética y otra parte aprendida desde la experiencia.
Las personas con mayor ansiedad rasgo, como apunta Gio Zararri, ingeniero informático de profesión, impulsado a escribir «El fin de la ansiedad» tras vivir varios años con este trastorno, «perciben situaciones como amenazantes o peligrosas reaccionando con ansiedad, mientras que quienes mantienen niveles bajos no sienten esa alarma ni reaccionan con esta emoción ante situaciones parecidas». Sin embargo, nuestro entorno tiene mucho que ver con favorecer esta enfermedad: «Es posible que nuestro ambiente favorezca o haya favorecido a que cada vez se sufran más episodios de ansiedad o menos. Lo importante es identificarlo y modificar esos patrones que hacen que nuestro carácter ansioso prevalezca o siga aumentando».
Las preocupaciones de tu mente
Dice Michel de Montaigne que su vida ha estado «llena de terribles desgracias, la mayoría de las cuales nunca llegaron a suceder», y seguramente ahora mismo te haya venido a la mente esos días en los que te has puesto en una posible situación que ibas a vivir y finalmente no sucedió. ¿Qué haces con esos malos ratos que le has dado a tu cabeza y esos momentos de tensión que has sentido creyendo que algo malo te iba a suceder? «Entender y aceptar la ansiedad comprendiendo que tu vida no corre peligro eliminará tu hipocondría. Cuando acepté que padecía ansiedad, descubrí que los síntomas eran directamente proporcionales a mis preocupaciones focalizadas en ellos. Cuanto más me centraba en aquello que los síntomas me hacían sentir, más aumentaban estos. En consecuencia, consideré un cambio de mentalidad», cuenta desde la experiencia Gio Zararri.
Para Gio Zararri, pseudónimo de Sergio González de Zárate Pérez de Arrilucea, «los síntomas son directamente proporcionales a las preocupaciones que se sienten» y es por eso que optó por un cambio de mentalidad. «Si la ansiedad no iba a matarme, ni me volvería loco, y era difícil que cayese al suelo a causa de un mareo, ¿por qué darle tanto valor? ¿Para qué condicionar mi vida? ¿De qué me servía centrarme en unos síntomas que no acabarían conmigo? Cuando se manifestaba la ansiedad, asociaba esas sensaciones a diferentes situaciones que podían provocarla, sin considerar su existencia como algo preocupante», sentencia.
Síntomas del trastorno
La ansiedad puede presentarse mediante diferentes síntomas:
Físicos: Taquicardia, palpitaciones, sudoración, náuseas, vómitos... Si la activación neurofisiológica es muy alta, pueden aparecer alteraciones del sueño, de la alimentación y de la respuesta sexual.
Psicológicos: Inquietud, agobios, sensación de amenaza o peligro, ganas de huir o atacar, recelos, sospechas, temor a la muerte, a la locura o al suicidio.
De conducta: Bloqueos, estado de alerta e hipervigilancia, dificultad para estarse quieto... Estos síntomas vienen acompañados de cambios en la expresividad y lenguaje corporal como posturas cerradas, rigidez, tensión en las mandíbulas...
Intelectuales o cognitivos: Dificultades de atención, concentración y memoria, aumento de los despistes.
Sociales: Irritabilidad, ensimismamiento, quedarse en blanco, dificultades para expresar las propias opiniones o hacer valer los propios derechos, temor excesivo a posibles conflictos...
Qué diferencia la ansiedad rasgo de la ansiedad estado
Si la ansiedad rasgo viene dada por genética y experiencia, ¿qué es la ansiedad estado? «Sería ese modo de reaccionar ansiosamente en un modo transitorio en cuanto a duración e intensidad se refiere. Puede ocurrir de una manera puntual pero también mantenerse en el tiempo. Suelen caracterizarse por ser momentos aislados en nuestra vida», explica el escritor de «El fin de la ansiedad».
En ambos casos, el tratamiento viene a ser muy parecido: para superar los trastornos de ansiedad, los profesionales pueden suministrar remedios ansiolíticos o sugerir terapias psicológicas.
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2 comentarios:
este artículo acerca de la ansiedad me puso ansiosa!
¿cuales eran los estigmas?
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