4/17/2022

el objetivo es generar una mayor redistribución y poder mejorar los ingresos de los trabajadores

Los próximos pasos del Gobierno
Las dos obsesiones de Alberto Fernández: unidad y redistribución del ingreso

Pese a la presión de su entorno, el Presidente no tiene como prioritarios los cambios en el gabinete, que podrían tensionar aun más tensionar la interna. El conflicto por las tarifas y el objetivo de mejorar los ingresos de los trabajadores formales e informales.


Por Melisa Molina






"No estamos hablando de cambios. Quiero preservar la unidad y no pienso nunca en un sistema de castigos", dice Alberto Fernández a sus asesores más cercanos. Durante toda la semana se habló de que después de Semana Santa habría cambios de gabinete, lo que generó en todas las terminales del oficialismo gran revuelo, ansiedad e incertidumbre. Las áreas más apuntadas son aquellas que están en conflicto como la de energía dentro del ministerio de Economía. Por otro lado, también suena fuerte el nombre del exministro de Defensa, Agustín Rossi, para sumarse al gabinete aunque aún no se conoce el lugar en el que desembarcaría el santafesino. El Presidente, en las últimas horas, sin embargo, estuvo focalizado con su equipo en la quinta de Olivos trabajando en políticas para mejorar los ingresos y la redistribución, que se conocerán en los próximos días y le restó peso a los cambios en los nombres.

La dinámica, en esta ocasión, fue la misma que viene repitiendo casi en loop el oficialismo: el entorno presidencial le pide a Fernández que desplace de ministerios, de lugares importantes dentro de los mismos, o de las grandes "cajas del Estado" como el PAMI, Anses, YPF o Aerolíneas Argentinas a los representantes del kirchnerismo y el mandatario se niega a generar ese conflicto que posiblemente desataría en una ruptura del espacio.

Por otro lado, desde el kirchnerismo siguen sin estar conformes con las políticas y el equipo económico del Presidente y lo presionan constantemente --la semana pasada se encargó la propia vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner de hacerlo en público-- para que radicalice sus medidas. Ante este escenario, Fernández estuvo todo el fin de semana recluido en Olivos trabajando con el ministro de Economía, Martín Guzmán, y el de Trabajo, Claudio Moroni, porque, explican, está "empeñado en ordenar el tema ingresos frente al efecto inflacionario excepcional que desató la guerra".

Desde el entorno del mandatario aseguran que es consciente de cuáles son las "áreas conflictivas" dentro del gobierno y agregan que "reordenará el equipo para encarar los problemas que existen en el país después de la pandemia y de la deuda porque necesita cumplir con los objetivos de mejorar los ingresos, la redistribución y sostener el crecimiento". Cerca de Fernández destacan que aún no hay nada definido con respecto a posibles cambios en el gabinete, pero sí afirman que está claro que "hay que ordenar el área energética dentro del ministerio de Economía porque eso no le permite a Guzmán avanzar con su trabajo".

Fue el propio ministro Guzmán el que habló de esta situación y alertó que había acordado con el Presidente avanzar. En una entrevista que dio a c5n aseguró que “gestionaremos con gente alineada con el programa económico”. Es decir, dejó en claro que el que no esté de acuerdo deberá dar un paso al costado. La pregunta es qué sucederá si esos funcionarios no quieren irse.

Con el secretario de Energía, Darío Martínez, explican en Casa Rosada, no hay problemas de modo que él no se iría del equipo, lo cual quedó demostrado el jueves cuando Martínez se terminó de alinear con el Presidente y convocó a las audiencias públicas para el aumento de las tarifas. Los albertistas consideran que la figura conflictiva es la del subsecretario de esa área, Federico Basualdo, con quien Guzmán ya tuvo un encontronazo el año pasado cuando le pidió la renuncia que no fue aceptada. Basualdo y otros funcionarios que responden a la vicepresidenta dentro de la cartera, incluso, serán los encargados de elaborar los nuevos cuadros tarifarios luego de la audiencia que fue convocada por Martínez.

Durante los últimos días, el Presidente estuvo trabajando mucho con Guzmán y con Moroni, en el tema ingresos. "No estamos hablando de cambios. Los medios plantean los cambios como un modo de castigo y yo quiero preservar la unidad y no pienso nunca en un sistema de castigos", explican que Fernández le dice a sus colaboradores más cercanos. Sectores del gobierno más ligados a los movimientos sociales que se identifican con el Presidente aseguran que "hay que resolver las cosas urgentes y no las paso de 2023".

Según fuentes del Gobierno, Guzmán y todo el equipo se encuentran trabajando de forma intensa en el proyecto de ley que el ministro adelantó que presentaría y que consistiría en generar una especie de gravamen para los sectores que están teniendo una renta extraordinaria por la guerra para redistribuir ese dinero en los sectores más postergados de la sociedad. "El eje es el tema redistributivo. El conflicto bélico genera aumentos extraordinarios y muy significativos en las ganancias de ciertos sectores. Ese dinero queda concentrado en pocas manos y no se reinvierte. El objetivo es generar una mayor redistribución y poder mejorar los ingresos de los trabajadores", subrayan. El ministro, explican, "está trabajando en dos focos: ver cómo se hace para que esos ingresos extraordinarios y desmesurados no se concentren en pocas manos, que vayan a la reinversión y generen empleo; y mejorar el salario de los trabajadores formales, informales y de todos los sectores más vulnerables de la economía".

Guzmán también está trabajando en otras propuestas que le presentó al Presidente en ese sentido de las que, adelantan, se conocerán más detalles en la semana. La vicepresidenta en su discurso del miércoles pasado también hizo hincapié en la necesidad de que los sectores que hoy se ven beneficiados por la guerra y que durante la pandemia recibieron ayuda del Estado, deben colaborar. "Lo de la renta extraordinaria es algo que Martín planteó desde siempre. En los foros multilaterales siempre habla de la necesidad de controlar la evasión fiscal y revertir la desigualdad en el mundo. El discurso de él no está alejado de eso y es algo en lo que todos dentro del Frente estamos de acuerdo. Las diferencias son otras y tienen que ver con cuestiones energéticas", explican.

En esa línea, agregan que "Guzmán es el ministro de Economía y tiene que llevar adelante un plan económico porque las fallas que puede haber caen sobre la espalda de él. Quiere avanzar y no le importan los nombres propios o a quién responde cada funcionario. Si no puede avanzar con el programa económico no puede terminar con los problemas que tenemos", dicen desde el Gobierno y agregan que "hoy el ministro está enfocado en el tema energía y hay que avanzar con el esquema de segmentación. Él está en contra de los subsidios para los ricos, pero pareciera ser que el otro sector está a favor de eso porque no quieren avanzar con ese tema". Desde el kirchnerismo, en tanto, insisten con que el mayor problema es la inflación y dicen que eso no tiene que ver con tarifas.

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