4/26/2022

a poner pesos por abajo

El escepticismo de Cristina, la fe de Alberto y el miedo de Larreta


Dos multimillonarios y financistas de Juntos por el Cambio -que pagaron el aporte solidario y rechazan el aporte por ganancias inesperadas- analizan los números del primer trimestre y comparten el temor de Horacio Larreta: sin rebrote y con una guerra cronificada y hacia algún acuerdo, el consensualismo de Alberto aún puede ganar.



El repunte de la actividad económica es uno de los argumentos que sostiene al binomio: Kulfas - Guzmán.


POR JAVIER GATTI


El presidente Alberto Fernández propone una terapia de grupo para dirimir la puja distributiva y Cristina cambia carteles y escraches varios por un proyecto para gravar evasores y fugadores. Cristina filtra que “así como venimos, el 2023 está perdido” y Alberto ejecuta el modo desafiante y grita en público “el que quiera hacerles creer que en 2023 estamos perdidos, un carajo estamos perdidos”. Alberto anuncia bonos y un nuevo IFE atado a un aporte (no impuesto) de empresas a las que la guerra les aumentó sensiblemente las ganancias y no dice nada del asalto de Rosatti y la Corte al Consejo de la Magistratura, pero Cristina diseña un ardid parlamentario para dividir su bloque, quedarse con la segunda minoría de la cámara que preside y nombrar 3 de 4 senadores a ese mismo Consejo.

Una más, Massa nombra a la diputada radical Reyes contra la recomendación de su bloque y deja subrepresentada a la mayoría, Germán Martínez se lo reprocha y amenaza judicializar esa resolución, pero el gobierno se garantiza un empate en el cuerpo de consejeros y desarticula la maniobra del grupo de tareas que no respeta ningún pacto democrático. Lo de Massa y Martínez, ¿será entonces una teatralización de profesionales?

Lo de los estilos y proyectos diferentes ya satura en artículos de opinión, memes y posteos de red; leído hasta el hartazgo: dos capitalismos y un solo frente, el ratardatario y la reformista, el presidente operador y mejor cuadro político de las últimas décadas pero hagamos la segunda pregunta de la noto: ¿no hay otra forma de leer ese paso cruzado, esas diferentes caladuras y velocidades?

Proponemos un par por lo menos. En principio podría decirse que si el declaracionismo de Alberto y las ofensivas de Cristina fuesen un acuerdo entre ambos para desconcertar a la oposición, sería una estrategia fenomenal. Pero en términos más realistas, esas diferencias ideológicas y pragmáticas bien podrían estar encontrando una forma más civilizada de convivir en un formato no implosivo y que empieza (dos años después de asumido el gobierno, no el poder) a parecerse a un modo de gobernar que pifia y acierta, que configura una gestión de transición controlada que Alberto admite pocas veces y defrauda expectativas más radicales. No de los radicales, que tienen expectativas más módicas y por cargos.



A pesar de las tensiones entre Alberto y Cristina, y el mes con la inflación más alta en 20 años, hay indicadores económicos positivos en la gestión del Frente de Todos.

Si esto es así y los resultados de ésta suerte de desarrollismo con derrame por goteo mejoran, entonces la suerte del FDT no está escrita ni echada y al equipo de campaña permanente que rodea a Larreta (y que incluye a los incombustibles Marcos Peña y Vidal), a Macri y a Bullrich (inexplicablemente coordinado por Gerardo Millman), a sus operadores de prensa, empiezan a llenárseles los bolsillos y las encuestas de preguntas. ¿Y si no se rompe nada y pese a la interna sobre narrada siguen creciendo y empiezan a distribuir en serio? ¿Y si resulta que no resulta el asedio sin ley ni códigos y Cristina logra bloquear cualquier estocada? ¿Y si no alcanza ni sumando a Milei y Espert? Sin peroratas plomizas, veamos algunas cifras.
Primer trimestre de buenas noticias

Según datos del Indec que ninguna consultora relativiza, el primer bimestre de 2022 la actividad económica se situó un 7,1% por encima de 2021, 4,7% de 2020 y 2,8% por encima de 2019. Aunque todavía está un 2,2% debajo del pico de noviembre de 2017. El número que entusiasma al gobierno es el crecimiento interanual de febrero 2022 del 9,1% y los doce meses consecutivos de alza traccionados por la industria, el comercio, el transporte y las comunicaciones.

Economistas que tradicionalmente operan expectativas inflacionarias, reconocen que éste seguirá siendo el talón de Aquiles del proyecto económico y social del FDT pero que difícilmente se repita un pico como el de marzo, ni se anualice una cifra que supere el 70%. Algunos estiman que la inflación de abril va a estar afectada por la inercia del peor mes en 20 años, pero oscilaría entre 4% y 5%, una merma de más de 2 puntos que podría seguir corrigiéndose en baja si el dólar sigue operando como ancla y la brecha (hoy del 77% para el oficial mayorista y 69% para el minorista) sigue achicándose o no se dispara, si las tarifas aumentan por debajo de la inflación (incluso si se consuma la indefendible propuesta de aumentarlas no un 20% ni un 40%, sino un 60%).

Los números sin maquillaje que están tirados sobre la mesa de operaciones del alcalde del estado libre asociado de CABA, indican además que si la actividad sigue en alza el desempleo para el primer trimestre podría estar por debajo del 7% de 2021 con una marcada recuperación del trabajo registrado y que si bien -como increíble pero acertadamente marcase el CEO de Syngenta, Antonio Aracre- los sindicatos dejan bastante que desear a la hora de pelear paritarias que fuercen un shock de ingresos real y a tiempo, la plata que el gobierno pone por abajo va a impactar en la recuperación de los ingresos perdidos por el sector informal y para setiembre el cruce de variables entre salarios registrados e índice de precios va mostrar una mejora notable para trabajadores públicos y privados.




Los referentes de Juntos por el Cambio, Macri, Vidal y Rodríguez Larreta, analizan la dinámica económica con la mirada puesta en las elecciones del 2023.

Para rematarla, sólo una de las metas comprometidas con el fondo no llega cumplida y son los montos de los subsidios a las tarifas energéticas. Porque según el resultado fiscal del Sector Público publicado por el Ministerio de Economía, el gasto subió pero bajó el déficit primario gracias al incremento en la recaudación por exportaciones, recuperación del consumo traccionado por el empleo y consecuente aporte de cargas sociales, la asistencia en pesos del BCRA al tesoro se contrajo en dos puntos del PBI y a los U$S 7.000 millones de dólares acumulados como reservas de disponibilidad se agrega el aporte de otros U$S 1.300 millones provenientes del acuerdo de desembolsos convenido con el FMI (la salida neta de dólares fue una décima parte de lo previsto en el Memo de Políticas Económicas).

Asimismo, los niveles de inflación que tanto le preocupan al directorio ejecutivo del Fondo pueden relativizarse o “deslocalizarse” recostándose en la disparada inflacionaria mundial que afecta incluso a potencias económicas que han sextuplicado sus índices. Así Guzmán podrá anotarse la primer victoria en los 10 partidos previstos como “revisiones trimestrales”.

Una de las infidencias que suelen ocurrir cuando se exacerban las peleas internas y la confusión en la expresión electoral del establishment, asegura que “más allá de la bravuconada de Alberto en José C. Paz, está claro que todavía la pueden ganar, la clave está en el bolsillo de la gente o mejor dicho es el derrame estúpido!” parafraseando a James Carvill, el asesor que acuñó la frase más plagiada de los análisis políticos y económicos desde 1992.

Más allá de “la guerra de los Excels” todavía 1 de cada 3 trabajadores son pobres y estar ocupado no te sitúa automáticamente por sobre la línea de pobreza (fenómeno largamente analizado en éstas notas) y tomando la estratificación de los ingresos por deciles, los dos primeros deciles que constituyen el 20% de las familias, se llevan el 48,7% de total, una concentración inaceptable y que debe ser corregida rápidamente para mejorar el humor social y las perspectivas políticas y electorales del FDT. ¿Se puede crecer y hasta desarrollarse productivamente manteniendo un 36% de los trabajadores formales y un 54% de los informales en la pobreza? La evidencia está a la vista y el gobierno se debate para resolverlo.
La clave está en no “regar con polenta”

Qué tiene Carvill que no tenga nuestro esencial Artemio López, que lo emparda en ocurrencia y frases tituleras. “Prender el fuego y regar la pobreza con polenta” es una frase creada por uno de los analistas y encuestadores más rigurosos de los últimos años y para la década del 90, cuando lo que hoy se denomina “economía popular” amortiguaba la crueldad del sistema neoliberal menemista, se ajustaba al teorema de los efectos no deseados del capitalismo deshumanizado; un formato que al menos en parte se mantiene hasta la fecha.

Hacer llover polenta, arroz o fideos secos sobre el hambre y las urgencias de millones ya no resuelve el problema, ni las organizaciones que dicen representar a un sector que tracciona más un tercio de la actividad económica -por más orgánicas que resulten al FDT- pueden contener la bronca y la frustración cotidiana de no poder comer como les fue prometido en diciembre de 2019.

Los salarios deben ganarle a la inflación por más un par de puntos y la participación de los trabajadores en el ingreso debe volver -sino a los tiempos del tercer peronismo- a los de Cristina (cuando el sector del trabajo se llevaba el 54% del total de las riquezas generadas). A propósito, en el siguiente cuadro elaborado por CEPA (Centro de Economía Política) y en base a datos del Indec, se puede ver gráficamente y en serie histórica cómo la participación del salario sobre el total del Valor Agregado Bruto, está prácticamente en su piso histórico.
 






Si éste es el piso a partir del cual comienza a revertirse es injusta distribución del ingreso, si Alberto se pasa de moderado pero Cristina sacude el tablero y dignifica, si lo que cruje no se quiebra, si el modelo Kulfas/Guzmán acumula dólares pero se decide a poner pesos por abajo, entonces “la máquina de felicidad” que hoy tiene 5 o 6 candidatos dependerá del poder desestabilizador de sus mandantes: de la Embajada de los EEUU, de la Corte Suprema de Justicia de Clase y del dispositivo mediático con que consolidan una hegemonía cultural que podría disputarse en mejores términos.

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