2/02/2021

defensa y justicia es una empresa encubierta?

 


Defensa y Justicia: la trastienda de un éxito que merece analizarse sin hipocresía

El Halcón de Varela se consagró campeón de la Copa Sudamericana 2020. El triunfo generó polémica: ¿Fue el éxito de una Sociedad Anónima Deportiva encubierta? La realidad es más profunda y pocos van al hueso. Un informe para comprender, sin hipocresía, a un club de barrio en la cima del éxito 0

Por Carlos Aira (*)

 

El éxito tocó la puerta del humilde. Defensa y Justicia campeón de la Copa Sudamericana 2020. Victoria 3 a 0 sobre Lanús en el Kempes cordobés. Fútbol de alta escuela el brindado por el equipo dirigido por Hernán Crespo. Un equipo formado con descartes de Independiente (Brian Romero, Francisco Pizzini, Néstor Breitenbruch); un arquero joven y experimentado, como Luis Unsaín; dos todo terreno como Ciro Rius y Eugenio Isnaldo; una grata sorpresa como el juvenil Valentín Larralde y la veteranía de Walter Acevedo y Washington Camacho, sobrevivientes del ascenso de 2014.

Pero el triunfo generó polémica. Para muchos hinchas de diversos clubes, Defensa y Justicia es una Sociedad Deportiva encubierta.  Hace varios años, una declaración de José Lemme, presidente del club desde hace décadas, abrió la puerta a la polémica: “Que venga una sociedad anónima a Defensa y Justicia sería una salvación. A los clubes chicos no debiera asustarles, a nosotros nos daría un crecimiento mayor”. El crecimiento del club en la última década. Detrás del éxito, los detractores de las SAD ven la sombra siempre presente del empresario Christian Bragarnik.

UN POCO DE HISTORIA.

Sábado 3 de junio de 2006. Partido de Promoción entre Defensa y Justicia y Deportivo Morón en un estadio Norberto Tomaghello bastante alejado a su actual fisonomía. Minuto 45 del segundo tiempo. Morón vencía 3 a 1, e inexorablemente, Defensa parecía regresar a la B Metropolitana. En tiempo adicional se produjo el milagro. El tiro libre de Ezequiel Miralles fue la rúbrica del 3 a 3 final y una de las salvaciones más increíbles en la historia del fútbol argentino. Esa tarde cambió la historia de Defensa y Justicia.

Defensa y Justicia fue fundado el 20 de marzo de 1935. Enclavado en Florencio Varela, partido semi rural del conurbano sur. De los 135 partidos de la provincia de Buenos Aires, Varela es uno de los más postergados. Gente humilde. Con infinitas carencias y dificultades. Allí se fundó y vivió Defensa. Club de bochas y kermeses hasta qué, a mediados de 1977, pidió la afiliación a la Asociación del Fútbol Argentino. En la calle Viamonte abrieron las puertas a cinco clubes del conurbano profundo: Claypole, Argentino de Merlo, Deportivo Laferrere, San Miguel y Defensa y Justicia.

El 4 de marzo de 1978, en la humilde cancha ubicada junto al matadero, Defensa recibió a Cañuelas. Camiseta azul y blanca. Victoria 2 a 1, goles de Héctor Cardozo y Jorge Giaché. Las penurias económicas encontraron un respiro con un aporte externo: la empresa de transportes El Halcón apoyó económicamente al club. Una contraprestación fue cambiar los colores. El blanquiazul dio paso al verde y amarillo de la línea 148.

Entre 1982 y 1986, Defensa y Justicia se convirtió en un fenómeno del ascenso. Algo nunca visto. Una institución humilde que ascendió tres categorías en forma casi consecutiva: campeón de Primera D 1982, Campeón de Primera C 1985 y obtuvo el ascenso al creado Nacional B en junio de 1986. Un equipo con el veterano Horacio Milozzi como estandarte. Los goles de Juan Carlos Moles y la zurda de oro de Fernando Donaires.

Los costos del Nacional B estaban por fuera del presupuesto del club. En 1988, Defensa y Justicia fue el primer club que gerenció su fútbol profesional – sacando la experiencia de Loma Negra de Olavarría. Fue la empresa Excellents quién se hizo cargo de los costos del equipo. La misma estuvo conducida por el profesor Jorge Castelli, ex preparador físico y entrenador en aquellos días. Los resultados no fueron los esperados. Si bien el equipo cumplió destacadas actuaciones en un campeonato muy difícil, la hiper inflación de 1989 determinó el final de proyecto.

La salida del capital externo deterioró el fútbol profesional de Defensa y Justicia. En 1994 el equipo perdió la categoría. Regresó al Nacional B en 1997, al derrotar en cancha de Quilmes a Tristán Suárez en la final de ascenso. Tiempos de Cristian Bernadas en el arco, la experiencia de Carlos Karabín, Jorge Galleguillo y el ratón Pedro Salaberry.

Durante una década, Defensa sobrevivió en la Segunda División. Sin más objetivo que mantener la categoría. Hasta que Fútbol para Todos cambió la ecuación del club de Varela: cuando apareció por primera vez dinero la inversión fue explícita: Defensa y Justicia tuvo el mejor campo de juego del fútbol argentino. Motor de una nueva etapa: el equipo tuvo una línea de juego clara y sólida.

UNA LINEA DE JUEGO

El periodista Sebastián Pugart cubre el día a día de Defensa y Justicia desde hace 15 años. En Abrí la Cancha explicó, en forma medular, el fenómeno deportivo e institucional detrás del club de Varela.

“Defensa cambió la estructura y el contexto pero nunca perdió su esencia de club de barrio. Hace unos días, José Lemme ingresó al predio de Bosques furioso porque los jugadores derrochaban bebidas isotónicas o se lo puede ver ir a buscar las pelotas que se van fuera de la cancha. Parece amateur, pero sigue pasando”. 

“Si bien hoy existen facilidades por los ingresos de TV y sponsors, Defensa sigue siendo el mismo club. Se habla de gerenciamiento pero quienes estamos en el día a día del club sabemos que sólo se traen futbolistas con ganas de revancha.

“En 2003, Defensa vendió la vieja sede. Con ese dinero compró el predio de Bosques. Desde ese momento se alquila una casa en Avenida San Martín 2736 que se utiliza como sede social. La atención a los socios se realiza en el garage y la venta de entradas en el ventanal de un dormitorio que da la calle”. 

“La forma que Defensa le ganó a Lanús fue el moño de una línea de juego que comenzó en 2009 con Jorge Almirón: pelota al piso y salida escalonada. Eso parecía imposible en el Nacional B. Tenía detractores entre los hinchas, dirigentes y medios partidarios. Esa línea se sostuvo con el Negro Rodríguez que tuvo mucha visibilidad con dos partidazos ante River en 2011 y 2012. La cosa siguió con Diego Cocca, con quién se consiguió el ascenso a Primera División. Luego de algunas turbulencias fue Ariel Holan quién dejó la idea que se podía soñar con algo en la máxima divisional. Se le ganó a Boca, Racing e Independiente en diez días, algo histórico para el club. Las llegadas de Sebastián Beccacece y Hernán Crespo fueron el salto de calidad necesario para conseguir un subcampeonato y la Copa Sudamericana”. 

“Es importante clarificar la situación de Christian Bragarnik. Su primer contacto con Defensa y Justicia fue cuando ofreció al arquero Martín Perafán. Año 2009. Armó una gran relación con Diego Lemme, hijo del presidente, a quién convenció de traer jugadores y entrenadores con ideas propias del fútbol mexicano. En el club nadie reniega de sus relaciones con Tijuana y Sinaola, pero su aporte es traer futbolistas qué, en muchos casos, es contraproducente para Defensa porque vienen a foguearse. Los grandes nombres de Bragarnik no pasan por Defensa. Su negocio en el club es reclutar jugadores que surgen y a otros usarlos como trampolín. El tiene una secretaría técnica que se encarga de buscar jugadores que estén en crisis con su club. Va buscando oportunidades que trae a Defensa, un club tranquilo que permite progresar”

“Se habla mucho de las inversiones de Bragarnik pero no es así. Los ingresos del club son por TV y sponsors. Todo lo que es ventas va a obras del estadio. El dinero de la venta de Lisandro Martínez al Ajax se verá en el nuevo predio de Bosques. Bragarnik muestra jugadores y entrenadores. Por eso sostengo que el rédito del club es relativo. No existe en Defensa inversión privada en sueldos, infraestructura o inferiores. Reitero: su negocio es potenciar a sus futbolistas y sus entrenadores”. 

 

UN NUEVO MAPA PARA EL FUTBOL ARGENTINO

El éxito de Defensa y Justicia en la Copa Sudamericana 2020 ratifica el nuevo mapa del fútbol argentino. Los grandes no son exitosos per sé. Los chicos saben como plantarse con sistemas y jugadores acordes a sus aspiraciones y presupuestos. ¿Defensa y Justicia es una empresa encubierta? Si el aporte de Christian Bragarnik así lo determina, la gran mayoría del fútbol argentino entraría en la misma categoría.

Defensa y Justicia. El qué cambió sus colores por un sponsor; el primero que tuvo su fútbol gerenciado, tocó el cielo con las manos en el Kempes cordobés.

En noviembre de 2018, cuando parecía inminente la votación en AFA a favor de las SAD, el propio José Lemme declaró: “Hoy por hoy, no veo al club como una Sociedad Anónima, el pensamiento ha cambiado”

¿Por qué siempre se cuestiona el éxito de los humildes y nunca el de los poderosos?

 

(*) Periodista. Conductor de Abrí la Cancha (Lunes a viernes, de 20 a 21hs. Domingos, de 23 a 00hs).

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