5/22/2019

perón intenso: echen a la espalda los malos recuerdos



“UNA CULTURA POLÍTICA NO SIGNIFICA QUE HAYA 7 U 8 POLÍTICOS SABIOS Y VARIOS MILLONES DE IGNORANTES”


Por estas horas se cita mucho al Perón de la vuelta, especialmente su frase: “Este es un país politizado pero sin cultura política”. Los cabilderos, los periodistas y los analistas políticos la comprendieron mal. Anhelan que la nueva era se resuma en esta imagen: una pantalla partida donde a la izquierda los políticos debaten republicanamente en el Congreso mientras a la derecha la gente se dedica tranquila a sus cosas. Proponen la utopía del “hombre común”, que lleva en su frente la frase “No todo es política” pegada con adhesivo para que no lo molesten. Aclaremos este asunto yendo directamente a las fuentes: en concreto, 1968, Perón, en un reportaje con Bernardo Neustadt:

Nos hicimos cargo de un país donde los ciudadanos no se interesaban por la cosa pública y la cosa pública es uno de coeficientes de salvación de los países. En mi concepto, el primer paso para elevar la cultura política es politizar el país. Por eso nosotros tratamos de politizarlo intensamente haciendo que cada uno se interesara por todos. 

Es decir, eso que ahora peregrinamente se descubre como “participación”. Ahora, cultura política no significa que haya 7 u 8 políticos muy sabios y varios millones de ignorantes. Lo que sirve es que el nivel medio de los ciudadanos eleve su cultura política; y entonces se solucionarán todos los problemas. Cuando los hombres del pueblo se ponen en una apatía generalizada, todo se vuelve peligroso; y eso es lo que está pasando en la República Argentina.

Resultado de imagen para el tío alberto fernandez blanco y negroComo se ve, “cultura política” y “politización” son parte de un mismo proceso. Incluso más: la politización de la sociedad es imprescindible de cara a una renovación de la cultura política. La etapa de politización, abierta por Néstor y Cristina, no terminó, y esto por la sencilla razón de que los penosos años de Macri intentaron, a veces consiguieron, peinar a contrapelo esa construcción colectiva y retraer a cada ciudadano a su individualidad. La decisión de Cristina interviene en este escenario, regado de discursos meritocráticos, presos políticos, premiación de carneros y represión a la protesta social. 

El video donde anuncia su candidatura a la vicepresidencia también invoca la necesidad de regresar a La comunidad organizada como un antídoto contra el egoísmo y el individualismo: no hay ciudadano que se realiza en una comunidad que no se realiza. Ella misma, como siempre, aporta el primer ladrillo, la piedra fundamental de la construcción: decidir no postularse como presidenta significa deponer lo personal ante el Movimiento y la Patria. Esa es la decisión de una militante, no de un armador político. ¿Quién más en la política argentina, en la historia argentina, está al nivel de un gesto así? Y nuevamente, como siempre, hay que ser fiel a esta invitación y llevar la buena nueva a todas partes. Como en la historia de El maestro ignorante de Rancière, aquí “El que enseña sin emancipar, embrutece”. Es la militancia organizada la que arrastra mayor preparación para cumplir este objetivo.

Perón, en La comunidad organizada, opone el disfrute del bienestar privado a la difusión de ese disfrute. También se puede decir así: la felicidad no es verdadera si no es felicidad del pueblo. Por lo tanto, la felicidad del pueblo, si queremos realizarla contra el egoísmo y el individualismo, no puede consistir en la felicidad del mundo tal como es, orientado al estilo de vida justamente individualista, signado por el confort personal y la aceptación del statuo quo. Cuando los hombres del pueblo se ponen en una apatía generalizada, todo se vuelve peligroso. No hay que olvidar esta frase de Perón: a la catástrofe macrista llegamos precisamente por el triunfo coyuntural de la apatía encarnada en el discurso “light” de Cambiemos. 

Por eso, al igual que la libertad, la felicidad es una construcción y una conquista, y esa tarea demanda dos cosas: creatividad y organización. Para fundar una nueva comunidad hace falta inventar; para sostener el proceso de invención, hace falta organización. En el proceso de politización, la ciudadanía será co-responsable, con ingenio y disciplina, de inventar su propio destino.

Por lo demás, la profundidad de los objetivos de la militancia no tiene que sacrificarse en aras de un “nuevo tiempo”. Al contrario. La decisión de Cristina, la decisión de que Alberto Fernández sea el candidato a presidente, es táctica. Y la táctica no es el proyecto. El proyecto es la emancipación y no se suspende por mal tiempo, aunque deba incorporar abrigos impermeables en medio de la tormenta.

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1 comentario:

Gerar D´Perogrullié dijo...

Estimado Sr. López Tamble: Infiero, colijo, conjeturo, barrunto y husmeo que Ud. está al tanto de las febriles gestiones de unidad que está llevando a cabo el senador Piquetto, para impedir la dispersión del voto filo-oficialista.
Tras la instalación de Alberto Fernández como mascarón de proa del chavismo vernáculo que lidera esa señora entre bambalinas (quién en el colmo de la arrogancia, juguetea con su celular y no presta atención a la lectura de senten… de cargos por parte de la justicia independiente) debíamos los alternativos salir a replicar con una movida de alto impacto. Comisionado por el Licenciado Piquetto, un servidor tuvo a su cargo la difícil tarea de rastrear al Dr. Lavagna, por entonces de gira por Bolívar, para adquirir reproductores Aberdeen angus para su estancia de Cañuelas. ¡Y qué ejemplo productivista brinda Roberto a la sociedad, poniendo en un segundo plano su carrera presidencial, anteponiendo a la ansiedad de la politiquería de bajo vuelo, los rindes de sus lotes vacunos!
Durante tres días llamé cada 10 minutos sin resultados, pues el móvil del doctor se encontraba en modo avión.
Persistiendo, por fin conseguí tenerlo al habla a la eminencia, quien por un momento abandonó su sempiterno tono académico, para saludarme en un modo más cercano, si se quiere más coloquial: “¿Qué querés, pelotudo?”.
Le respondí: “Doctor, el senador Piquetto dice que tiene que convocar urgente a una conferencia de prensa para decir que es candidato a presid…”.
Un tanto parco, me espetó: “Hay tiempo, no me rompan las pelotas”.
Y cortó la comunicación.
No obstante lo cual, algo se modificó en el temperamento del Dr. Lavagna, pues al día siguiente volvió a la metrópoli para anunciar subiéndose a un taxi, con un vertiginoso discurso de cuatro segundos, que efectivamente sí ¡Habemus candidato del consenso!
Pues bien, hoy el Licenciado Piquetto, debió hacer equilibrio para atemperar el animus belicoso hacia Roberto, por parte de los protocandidatos Massa y Urtubey.
“Que compita con nosotro´ en una Paso. Guien so´, pelado?”. Me replicó con chabacanería un segunda línea de un espacio, que no se sabe si permanecerá del lado de la república o ya ha cruzado la intolerable línea de los pactos espurios con el populismo.
Sabe perfectamente ese sector, que Roberto no cuenta con estructura como para afrontar una primaria. Y que como contraprestación por aportar suculentos votos del planeta progresista, tales como Margarita Stolbizer y Beatriz Sarlo, se ofrece a sí mismo como candidato del consenso.
Salomónico, el Dr. Schiaretti, habituado a la negociación desde sus tiempos como ejecutivo de Socma, expresó, no sin un dejo costumbrista cordobés: “Ese viejo choto y culiau, me dijo que definamos recien el 22 de junio el candidato. ¡Nos van a romper el ocote los Fernández! Yo me comprometí con Mauricio a frenarlos”.
Finalmente prevaleció la idea de hacer un cuarto intermedio, y en ese lapso incorporar figuras taquilleras de la sociedad civil, para dar batalla en la Provincia de Buenos Aires, donde el chavismo se hizo fuerte en las barriadas conurbanas.
Por supuesto que el primer nombre que surgió fue el del comunicador Marcelo Tinelli y personal de su staff: Angie, Larry de Clay y por qué no? Fede Bal y Aníbal Pachano, quienes cuentan con altos niveles de conocimiento.
Para el caso que Tinelli, decline la candidatura a gobernador, el Dr. Schiaretti analiza ofrecérsela a experimentados dirigentes bonaerenses: Chiche Duhalde, Zulma Faiad, o bien Carlos Ruckauf.
A la grieta hay que saltarla, con mesura, con moderación, pero también con creatividad y con audacia en la convocatoria de referentes para nuestro espacio.
(Gerar D´Perogrullié, viceasesor del Senador Piquetto).