Por: Darío H. Schueri – Desde Santa Fe
El actual diputado nacional porteño Martín Lousteau despunta en el portal Infobae su entusiasmo por el periodismo, donde sostiene que “es imposible gobernar desde un 30% contra otro 30%; y tratar de construir un país donde la mayor pretensión es que el que piensa distinto la pase mal es de una irresponsabilidad mayúscula”; e invita a “construir consensos y ser capaces de racionalizar los disensos, lo cual requiere de una vocación de amplitud mayor a la existente”.
En ese contexto socio político cultural, el ex Ministro de Economía de Cristina Fernández de Kirchner, y autor de la célebre “Resolución 125” (que dio inicio a la versión contemporánea de la “grieta” en este país) conmina al radicalismo a “revisitar la Convención de Gualeguaychú para convertirse en el puente entre espacios que hoy parecen distantes pero que tienen la responsabilidad de construir lo que hace falta”. Y propone “una coalición que supere a Cambiemos”, formada por “los radicales que no se sienten dentro de ese espacio”, Roberto Lavagna, el socialismo de Santa Fe, muchos gobernadores peronistas o de partidos provinciales, y también sectores independientes y de la sociedad civil; “todos conscientes de las penurias que los argentinos venimos acumulando y de lo que se requiere para dar definitivamente vuelta la página”, termina.
Macri no va a ceder (pese a la incredulidad hacia su gestión)
Naturalmente para el Presidente Mauricio Macri y su alter ego Marcos Peña, pensar en otra cosa que no sea la continuidad de Cambiemos, tal como está concebido con el PRO como sujeto de poder dominante, es casi supersticioso. De la misma manera resulta surrealista concebir que Mauricio Macri no vaya por su reelección; a menos que la economía -o sea los “mercados”- , dicten otra cosa.
Es dable pensar que al Presidente no le hace mella anímica, porque lo deben tener en sus hojas de ruta, las sucesivas derrotas electorales de Cambiemos en distintas Provincias. Los candidatos de la marca son arrastrados, casi indefectiblemente, por la marea negra de la economía. Salvo en casos muy puntuales como en distritos radicales cordobeses la semana pasada.
A Macri pareciera no interesarle la suerte de sus legiones en las elecciones anticipadas; sólo mira su propio destino, atado a una mujer: Cristina Fernández de Kirchner quien, con diez procesamientos en la Justicia y cinco prisiones preventivas mantiene en vilo al país. Y a los mercados. Y más temprano que tarde se verá si al acomodaticio Poder Judicial.
Ahora Santa Fe
Tras los previsibles resultados de las PASO en Entre Ríos, donde Cambiemos obtuvo la nada despreciable cifra del 34 %, el próximo turno electoral PASO será el domingo 28 en Santa Fe, donde José Corral pondrá en juego el capital político de la coalición nacional. Esta elección podría llegar a ser otro test match para La Rosada. O no. Cualquier traspié el 28 tendría chances de ser remedado en las generales del 16 de junio; dos meses antes de las PASO nacionales.
Corral jugó fuerte su candidatura este sábado en la vidriosa mesa de Mirtha Legrand. A sabiendas que el tiempo dado por la diva le sería mezquino, apostó a resaltar la inseguridad y el narcotráfico como lacerantes problemas provinciales, para los cuales él tiene planes de cómo combatirlos.
Omar Perotti pivotea sobre los mismos tópicos: la inseguridad y el narcotráfico. Ambos coinciden en que son LOS puntos débiles del FPCyS santafesino.
Legrand, tras recordarle al inicio del programa que no mide bien en las encuestas, sobre el final invitó a votarlo. Corral fue en busca de un objetivo proselitista: que lo vieran desde Rufino hasta Las Toscas.
El intendente santafesino acaba de poner la lupa sobre los atávicos costos de la EPE, que son trasladados a los usuarios, prometiendo bajarlos en un 20 % si resultare electo Gobernador con un programa que el gobierno prefirió ignorar; “lo que propone (Corral) es fantasioso, egoísta (“sugiere desfinanciar el tesoro provincial eximiendo a la EPE de Ingresos Brutos, cuidándole la caja al gobierno central al no proponer eliminar el IVA”) y copiado de lo que venimos haciendo”, respondió en “off” la Secretaria de Estado de Energía Verónica Geese, quien optó por no pelearse más con el precandidato.
Sobre ese tema, el precandidato radical a Gobernador de Córdoba Mario Negri, en su afán por criticar al gobierno peronista de Schiaretti, declaró que en Santa Fe -y Mendoza- la energía eléctrica es un 40 % más barata que en Córdoba.
El Banco de Santa Fe seguirá en manos de Eskenazi
Tras la prórroga concedida por el Gobernador Lifschitz al Banco Nación para que estudie con detenimiento el pliego de bases y condiciones de la licitación del agente financiero exclusivo de la Provincia, hoy en manos del Grupo Eskenazi, según pudimos saber ya hace más de un mes, la entidad bancaria nacional habría desistido de seguir adelante “por las condiciones impuestas en el pliego, que tornan desaconsejable semejante inversión”, de acuerdo con lo manifestado por un alto directivo del BNA.
Nuestro interlocutor hizo notar también que la Carta Orgánica del BNA resulta un impedimento para hacerse cargo del actual Banco de Santa Fe. Seguirán pugnando por San Luis.
El columnista del Diario La Nación Carlos Pagni se hizo eco de las suspicacias en torno del pliego y escribió que “el socialista Miguel Lifschitz se apresuró a licitar los servicios del Banco de Santa Fe antes de irse, con un pliego escandaloso por los beneficios que otorga al actual concesionario: Eskenazi”.
Desde el Ministerio de Economía en su momento, y ante críticas parecidas de sectores políticos locales, respondieron que la Ley de privatización del Banco prevé la licitación del servicio financiero cada cinco años. Si el Banco quisiera re-estatizarse, se debería aprobar una nueva Ley. O expropiárselo a Eskenazi.
Precisamente Miguel Lifschitz acaba de enviar un proyecto semejante – creación de un Banco público- al parlamento local, con el que el precandidato Antonio Bonfatti no está del todo de acuerdo; prefiere una Corporación de Fomento – sugerida mediante un proyecto de Ley del senador radical Felipe Michlig en su momento, que no esté atada a las regulaciones del BCRA.
Habrá consulta popular por la reforma
Miguel Lifschitz logrará su cometido: que los electores el 16 de junio en mesa separada a la de los comicios ordinarios, puedan decir si están de acuerdo o no con la reforma de la Constitución provincial, que la oposición le negara en el Parlamento el año pasado.
Fue una dura negociación con el Tribunal Electoral, quien finalmente aceptó – pese a las objeciones legales del abogado constitucionalista Domingo Rondina – que haya otra mesa al lado de las “oficiales” para que los electores no tengan que hacer otra fila, donde le entregarán – si el elector acepta preciamente - las dos boletas que tienen en su frente un "Si" y un "No" grandes, para que elija una de ellas y la coloque dentro de un sobre que después tendrá que depositar dentro de otra urna, más parecida a las que se usan en la elección nacional, de boca angosta.
El domingo que viene Miguel Lifschitz comenzará a sentir el escozor del emblemático “pato rengo” norteamericano; mientras Macri pone en juego lo que le queda de credibilidad social con la audaz política de “acuerdo de precios”. Lo curioso es que ni él mismo cree en eso.
El único precio que tiene que cuidar si no quiere desbarrancar, es el del dólar.
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