4/22/2019

la globalización ya constituye una amenaza para la humanidad

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LA CRISIS MUNDIAL ACTUAL ES ESTRUCTURAL E INTEGRAL

Wim Dierckxens y Walter Formento, Abril 2019.

La ´Introducción a la Crítica de la Economía Política´, es el estudio sobre las Formaciones Económicas Precapitalistas y en él se procura establecer el modo y los tiempos del proceso de cambio social: la formación de las relaciones sociales de producción que corresponden a un estadio definido del desarrollo de las fuerzas productivas y las ¨épocas de revolución social¨ en que las relaciones sociales necesariamente se transforman para ajustarse al nuevo nivel y escala de desarrollo de las fuerzas productivas. Históricamente el periodo de transición de un modo de producción a otro se puede analizar a partir de la categoría de trabajo productivo e improductivo por el contenido, incluso consideramos que el trabajo que presentamos en este libro bien puede aportar una mayor capacidad de análisis prospectivo con una breve retrospección en la historia de la humanidad.

Siguiendo esa línea teórica metodológica, 200 años después es posible analizar el desarrollo y agotamiento de las relaciones de producción basado en las categorías de trabajo productivo e improductivo. La guerra permanente (trabajo improductivo por su contenido) durante el Imperio Romano fue condición necesaria para sostener la capacidad de reemplazo (producir nuevos esclavos disponibles) de esclavos. Sin esta capacidad de reemplazo no era posible reproducir las relaciones de producción esclavista. Las relaciones esclavistas tienen su auge con las primeras guerras del Imperio, cuando la capacidad de reemplazo llega a niveles inauditos que, a la vez, coincide con el episodio más cruel en el trato a los esclavos.

El costo de la guerra se hizo más alto con la expansión del Imperio a territorios cada vez más lejanos, por el hecho de que aumentó considerablemente el costo de reemplazo de la mano de obra esclava. Más aún, le impone la necesidad de contratar un número cada vez mayor de fuerzas mercenarias en lugar de ciudadanos romanos, teniéndole que otorgar incluso ciudadanía romana a dichas fuerzas. La reproducción de la relación social esclavista se hizo más costosa y, además, difícil de sostener ya que los costos de la guerra superaban cada vez más a los beneficios que generaba el trabajo productivo con esclavos. De ahí la necesidad progresiva de la emancipación de los esclavos y la transición hacia una nueva relación social de producción.

También se estudió el modo de producción asiático, aunque en realidad esta formación social no fue exclusivamente asiática. Se puede observar que dicha formación social no solo se desarrolla en Asia sino también en el Egipto antiguo y en las culturas precolombinas de América Latina. La categoría de trabajo productivo por su contenido la podemos observar en las obras colectivas de formar terrazas, canales de riego y la producción colectiva que se despliega a partir de ello. Las obras de culto son improductivas por su contenido pero constituyen una de las formas de hacer legítima socialmente la relación social creada entre la ´comunidad superior´ y las ´comunidades inferiores´, al ocupar la primera una función directiva en la conducción de las obras comunales. Mientras las obras de culto reafirmen la solidaridad pueden ser consideradas indirectamente productivas. Sin embargo, si dichas obras con crecientes lujos improductivos sobredimensionan las obligaciones en contribuciones en trabajo y especie, y estos son a costa de los trabajos productivos en el campo, el trabajo improductivo tiende a acabar con la base de su propio sostén.

Luego, en el capitalismo la subordinación del valor de uso en beneficio del valor de cambio (al comprobar que una mercancía tiene valor de uso si se manifiesta como valor de cambio, por inútil que sea el primero) ha llevado a sobreponer (imponer) el trabajo improductivo por sobre del productivo: Observamos como el consumo destructivo de medios de consumo (obsolescencia programada) implica una pérdida de productividad del trabajo por su contenido; como el consumo destructivo de medios de producción (al bajar inevitablemente la tasa de ganancia) conllevó a la pérdida de productividad del trabajo por la forma; y como el consumo de medios de destrucción y la producción para la guerra lleva a la pérdida de productividad del trabajo por la forma y el contenido. Estas tendencias donde se sobrepone el valor de cambio por sobre del valor de uso, llevan cada vez más a sobrepasar los límites y ponen en situación de crisis estructural mundial la reproducción misma del capital a nivel de la totalidad.

Además observamos que, como consecuencia de lo anterior, se produce una prolongada tendencia a la baja de la tasa de ganancia. El capital individual busca la acumulación ampliada entonces, abandona los países centrales (y por ello dejan de serlo) en busca de trabajo productivo más barato, para desplazarse hacia las economías periféricas, que por ello luego se transforman en emergentes conllevando en su interior un salto de escala del estado, que va en un primer momento de lo nacional a nivel continental, para luego incluso pasar a la escala global.

La globalización del capital significa la globalización de las leyes generales de la acumulación y de la teoría del valor al universalizar la contradicción fundamental entre capital y trabajo. La contradicción aparece como Globalización del capital vs Universalización de lo nacional, donde en lo nacional se contiene todo el trabajo productivo y la economía real, mientras en lo global se expresa el capital ficticio, improductivo y parasitario. La Universalización de lo Nacional contiene la necesaria defensa de la preservación de naturaleza y su ciclo natural de reproducción de la vida que incluye a la humanidad misma. A partir del capital global invertido en las ´economías emergentes´, particularmente a partir del desarrollo la economía emergente de carácter global en China (1981-2006), se desarrollan las condiciones para que luego irrumpa también una Nueva Formación Social Emergente que ya necesariamente no se aferra a la racionalidad capitalista de mercado, aunque aún se desenvuelve en su entorno.

Al no poder reconectarse el capital global con el trabajo productivo por su contenido, tampoco puede resolver cómo salir de una crisis que es estructural u orgánica, lo que a la vez también abre la oportunidad histórica de salir del capitalismo superándolo, lo que a la vez lo convierte en un conflicto estratégico de intereses que se manifiesta como un desafío y una amenaza.

La heterogeneidad y diversidad nacional contenidos en lo universal, es el modo en que emergen las nuevas formaciones sociales que están desarrollando y planteando respuestas que la globalización del capital ya no encuentra, no puede o no tiene; lo cual se constituye en una amenaza para la humanidad ya que el capital globalizado solo puede pensarla en términos de población sobrante para el capital, lo que implica que pueda considerar el exterminio de 2000 millones de seres humanos. Modo como resolvió una situación semejante con la gran guerra mundial de 1914-18 y con la gran guerra mundial de 1939-44.

El modo en que lo nacional-en-lo-universal se expresa en la Nueva Formación Social es afirmándose y permaneciendo. Un modo de agregarse en bloques gran-nacionales (regiones) que contiene y expresa las múltiples identidades nacionales históricas afirmándolas en su diversidad y heterogeneidad; pero que a la vez también contiene un dialogo de civilizaciones, que también se expresan manteniendo toda su heterogeneidad y diversidad histórico-cultural; haciendo que lo universal se manifieste como pluriversal, conteniendo, reconociendo y potenciando toda esa diversidad y heterogeneidad de lo nacional, de lo social y de la naturaleza.

En síntesis, nos encontramos en un momento histórico estratégico de transición. Que nos permitiría hacer observable, participar y poner en relación el desarrollo del capital financiero global, en tanto forma de producción en un modo de acumulación propio de la vieja formación social del capitalismo, con una nueva Formación Social emergente. Consideramos que esta transición está en pleno proceso, que tendrá una manifestación concreta de lucha en el terreno de la subordinación del valor de cambio al valor de uso y con ello, la subordinación del trabajo productivo por su forma al trabajo productivo por su contenido.

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