‘El heredero’
La caída en la popularidad del presidente Macri es un hecho incontrovertible, relevado por el conjunto de consultoras, oficialistas, opositoras, opoficialistas. No es para menos; la ausencia de expectativas de mejoras socioeconómicas y el empeoramiento notable de las condiciones de vida son muy marcadas como para no producir efectos sobre la evaluación de las figuras principales de la coalición de gobierno.
Tras el desbarranque del Presidente sigue la gobernadora Vidal, a la que muchos imaginaban como Plan B del actual gobierno neoliberal, pero como imaginábamos, y tal cual pasó con todos los gobernadores provinciales, Mariú sigue la curva ascendente ayer y descendente hoy de la popularidad y credibilidad de Mauricio Macri.
Así es la vida electoral y la calavera no chilla.
Las novedades que se observan en el escenario aún incipiente de cara a las elecciones del años 2019 resultan correspondientes al agravamiento de la situación social y económica por venir: el crecimiento de figuras centrales por fuera del universo de Cambiemos en especial las de Cristina Kirchner, opositora central y frontal desde el día cero de la gestión neoliberal y Sergio Massa, el oscilante dirigente bonaerense.
En efecto, luego de ensayar frustrados acompañamientos al Gobierno en su “etapa Davos” y más recientemente al facilitar el acuerdo con el FMI propiciando el retiro de sus legisladores de la Cámara baja que intentaba impugnarlo, Sergio Massa parece finalmente resuelto a asumir el rol que parte de la ciudadanía le asigna en las encuestas más variadas y su visión y voluntad política define como el adecuado: ser el recambio amistoso para “los mercados”, reemplazo necesario de la figura de Mauricio Macri cuya estrella declina aceleradamente, más de lo que muchos analistas suponían.
En este contexto la persistencia de la figura de Sergio Massa, tiene su lógica. Una parte del electorado de clase media y media baja especialmente que en el año 2015 acompañó a Cambiemos en la segunda vuelta no volvería a votarlo, defraudado por el impacto, en especial, de la suba de precios y el tarifazo que concurren al estrechamiento de los ingresos familiares y el empeoramiento de sus condiciones de vida. Ricardo Rouvier estima que hay un 30% del electorado de Cambiemos en ballotage hoy en situación de defraudación, esto supone 15 puntos del padrón electoral efectivo.
Un segmento notable cuya migración provoca dos efectos: la persistencia del referente renovador que busca receptar parte de ese electorado defraudado y tiene como horizonte recuperar el volumen electoral del año 2015 de 21,4%, previo a su caída en el año 2017 y el retorno a la alternativa que ofrece Cristina Kirchner para un segmento defraudado extenso , lo que coloca a la ex presidenta con un nivel de preferencias por sobre el 40% a nivel nacional.
Nada extraordinario ni imprevisible este movimiento de regreso.
En el primer caso muchos vuelven a su opción 2015 de primera vuelta, más el agregado de electores que manteniendo el rechazo al kirchnerismo, sienten muy insatisfactoria la gestión macrista.
En el primer caso muchos vuelven a su opción 2015 de primera vuelta, más el agregado de electores que manteniendo el rechazo al kirchnerismo, sienten muy insatisfactoria la gestión macrista.
En el segundo señalamiento, se trata de electores que en revisión del camino de preferencias del año 2015, movidos por el contraste notable entre sus muy empeoradas condiciones de vida actuales y las existentes en el lapso en que la ex presidenta gobernaba con un ato complementario muy importante: muchos de ellos vuelven a transitar un camino que ya habían recorrido: votar a Cristina Kirchner como presidenta.
Cualquiera que recorra la historia electoral del FpV en general y el de las dos elecciones donde Cristina fue electa presidenta observará sin esfuerzo que siempre fue muy masivo el voto cruzado entre opciones locales no kirchneristas y el voto al PRO en particular y el voto nacional al kirchnerismo, cruce muy intenso en Capital, Córdoba, Interior Bonaerense y Santa Fe especialmente.
Para novedades, los clásicos: se observa una pérdida acelerada de popularidad y credibilidad del Presidente y las principales figuras del Gobierno que lleva adelante el ajuste más profundo y de mayor daño social que recordemos en democracia.
En contrario sensu, hay fuerte toma de ganancia de las dos figuras de mayor volumen electoral por fuera del universo oficialista, Cristina Kirchner, la opositora frontal consecuente y Sergio Massa, que juega su suerte a ser “El heredero”.
*Director de Consultora Equis.
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El mapa es muy triste, sobre todo para los que militamos en el interior de la Provincia. Hay que dar una discusión profunda y federal, pero sobre todo deberíamos aprender de los puntos celestes Colon, por ej: ganó la boleta compelta de UC. Hay que escuchar a esos compañeros. https://t.co/1eYo1SCtu8— Pablo Zurro (@pablozurro) 22 de noviembre de 2018
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