6/09/2016

una lucecita al final del tunel

Tal como señalamos en enero en estas columnas, por la magnitud de la devaluación y analizando el patrón de impacto sobre precios de la devaluación del año 2014, la proyección de inflación anual alcanzaría el 43% este año . Hoy ya se ubica sobre el 44% para la CGT y el conjunto de consultoras privadas.

Siendo grave el ritmo de aumento de precios, su poder de deterioro sobre la vida cotidiana es muy superior cuando los mecanismos de transferencia de ingresos a los hogares se encuentran muy retrasados respecto a la inflación. Entonces el impacto negativo sobre el consumo del desfasaje es enorme.

En el gráfico de apertura se observa la evolución de los precios según el IPC de San Luis, la evolución de las jubilaciones y los salarios formales y el impacto sobre el consumo doméstico post devaluación y tras el primer cuatrimestre de 2016.

Como se ve, mientras la inflación se dispara tras la mega devaluación y proyecta el 29,2% las jubilaciones se actualizaron un 15,4% y los salarios convencionados un 14,4%, proyectando un promedio de 29% de actualización para todo el año.

Así las cosas, no sorprende que la caída interanual del consumo doméstico alcance al 5,8% en abril según datos de CAME y la perspectiva a mayo sea profundizar su caída.

Al respecto, las caídas de ventas de mayo según datos de CAME muestran un panorama desolador: Golosinas -15,3%, Jugueterías/Rodados -11,5% Deportes -9,1%, Mat. Eléctricos -9,4%, Electrodomésticos/ Art. Eléctricos - 19,6%, Mat. para la construcción -12,7%

La consecuencia de este desmoronamiento del consumo doméstico es fácil de imaginar y ya es habitual en la historia reciente de nuestro país. Inicia una ola de despidos motorizada por las Pymes, que se empalma en este caso específico con los 35.000 despidos estatales, 50.000 en la construcción por la parálisis de la obra pública y el descalabro que la caída de la construcción supone para las actividades relacionadas y los puestos de trabajo indirectos asociados a esta actividad multiplicadora. 

Por cada puesto directo que genera o destruye la construcción, se generan o destruyen otros dos indirectos, muchos informales.

A pesar del ocultamiento de datos oficiales con la complicidad de un INDEC, sujeto a ritmos vaticanos para mantener el apagón informativo en su variante estadística, resulta claro que estamos frente al gobierno democrático que más daño social imprimió en solo un cuatrimestre, desde el año 1983.

En esta perspectiva, la tercera ola de neoliberalismo que sacude al país cumple de manera estricta con el manual de uso tradicional de este nefasto modelo socio económico: Caída vertical del consumo doméstico, deterioro salarial sostenido, desempleo en alza, empobrecimiento generalizado y aumento de la conflictividad social.

El gobierno ha tomado nota de la dirección en que marcha en cuanto a conflictividad social y ya ha resuelto el protocolo anti piquetes y devuelto autonomía a las FFAA mediante el Decreto 721/2016.
Con esta decisión se modifica las facultades delegadas al Ministro por el Presidente , restringiéndolas, en comparación con los Decretos de los años 1984 y 1985, y transfiriéndolas a los Jefes de los Estados Mayores Generales y JEMCO. El Decreto 721/16 deroga el Decreto 436/84 y modifica el Decreto 101/85, ambas normas dictadas por Alfonsín, con lo que esto implica en materia de retroceso institucional sin que ninguno de los socios radicales de Cambiemos abriera el pico, mostrando de paso el lugar insignificante que ocupa la porción neoliberal de la UCR en la coalición de gobierno.

Para cerrar el círculo, esta semana que pasó, en un lamentable fallo, la Corte decidió que sólo los sindicatos pueden llamar a huelga, restringiendo ese derecho de manera absoluta a la decisión de las cúpulas gremiales, hasta hoy la mayoría muy amigables con el gobierno.

En fin, como es tradicional basta ya de emociones negativas! Terminemos bien arriba este post. Nos acercamos al segundo semestre y como advierte  Gaby Michetti, concurrente habitual a los talleres de entusiasmo de Alejandro Rozitchner, ya se verá la lucecita al final del túnel.

Eso sí, al paso que vamos, esperemos que el  fulgor no parta de una locomotora que nos viene de frente, estimados lectores.

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Amilcar Collante, economista de Cesur, se preguntaba si la devaluación (nominal) se va a trasladar a precios y cuánto. Para saber eso, sostiene, hay que recurrir a la historia argentina. Como adelanto, la devaluación de 2002 tuvo un pass-through bajo. Mientras que en 2014 fue alto el traslado a precios.

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