se va el guasón, se va el guasón, se va por la bicisenda ... le gusta bailar la cumbia a este maldito animal con la cola va diciendo, quién mierda me va a votar !!

Por segunda vez Michetti se le rebela a Macri, daña su autoridad política y pone en jaque a Rodríguez Larreta

Por G.P. -En 2013 se negó a ser candidata a diputada por la provincia de Buenos Aires. Ahora decidió que competirá en las PASO para ser jefa de Gobierno. Los encuestadores la dan como favorita. Los errores del larretismo.

A Gabriela Michetti nadie la podrá acusar de no haber avisado. Desde sus tiempos como vicejefa, la senadora decía que algún día competiría por la jefatura de Gobierno de la Ciudad. Pasados dos períodos de Mauricio Macri al frente del Ejecutivo porteño, vio llegar su turno. Lo dijo en privado, lo anunció en los medios y, finalmente, se le plantó al líder del Pro. Desafiando la decisión que el mismo Macri había tomado, de llevar a Horacio Rodríguez Larreta como único candidato del partido, Michetti resolvió que competirá en las PASO porteñas y que buscará ser jefa de Gobierno.

Michetti fue consecuente con su palabra, pero dejó a Macri en una incómoda situación. Por segunda vez se rebeló ante un pedido del jefe de Gobierno, que no pudo imponer su decisión en el partido y generó, con ello, un daño a su autoridad política. “Hay un desafío político a la autoridad de Macri muy fuerte, un cortocircuito hacia el interior del Pro. Hay que ver cómo repercute en el armado nacional”, asegura el encuestador Artemio López desde la vereda kirchnerista. Sin embargo, los mismos operadores del macrismo reconocen el inconveniente, aunque aseguran que será “un análisis del corto plazo; después, todo pasa”.

La primera rebeldía política de Michetti había sido en 2013, cuando el jefe de Gobierno le pidió que fuera candidata a diputada nacional por la provincia de Buenos Aires. La ex vicejefa decidió consolidar su poder en la Ciudad y jugó por una banca en el Senado, que ganó con casi 40 por ciento de los votos. El Pro no pudo conseguir un buen candidato en la provincia, no presentó lista propia y tuvo que colar candidatos en la lista del Frente Renovador. Buena parte del macrismo guardó aquel episodio para pasar una factura en 2015.

La manera de contrarrestar la sensación de desafío a la autoridad política de Macri, será, por parte del Pro, mostrar que el jefe de Gobierno se presta al diálogo, abrió el juego en el espacio y, en contraposición al estilo kirchnerista vertical, apela a las primarias para dirimir las diferencias, sin imponer candidatos únicos. Sin embargo, Macri sufre ahora las consecuencias de haberle confirmado a Rodríguez Larreta a mediados de diciembre que él sería su candidato. En aquella oportunidad, tal como reveló Letra P, el líder del partido les dijo a sus asesores más cercanos que su elegido para la Ciudad era el jefe de Gabinete. “El Pro no está en condiciones de mostrar fisuras”, había sido el argumento. Michetti ni siquiera había sido avisada de la decisión y esperó, paciente, su momento de definición.

Ahora el jefe de Gobierno tiene por delante el desafío de instalar la idea de que tanto Rodríguez Larreta como Michetti son sus candidatos. “Si Gabriela le gana la interna a Horacio, ¿queda como que le ganó a Mauricio? Hay que evitar eso”, dice un operador del macrismo, que lamenta que aquella elección de Macri por Rodríguez Larreta se hubiera filtrado a los medios. La jugada, pensada por algún sector del larretismo como una presión para que Michetti terminara declinando su candidatura, resultó un búmeran para el jefe de Gabinete.  “Nadie pensaba que Mauricio iba a dar marcha atrás”, se lamentaba el viernes una fuente más cercana al jefe de Gabinete.  La senadora no solo no se bajó de la pelea sino que terminó convenciendo a Macri de que lo mejor para la candidatura presidencial del jefe de Gobierno es que ella asegure un triunfo contundente en la Ciudad. Además, Michetti se bajó así de la candidatura a vicepresidenta, privilegiando la idea – compartida con otros macristas, como el ministro de Gobierno, Emilio Monzó – de que Macri debe abrir el juego y armar una fórmula presidencial con un referente de otro partido, como el radicalismo. “Pondré lo mejor de mí para contribuir a la realización de ese objetivo”, dice Michetti en referencia a la candidatura nacional del jefe de Gobierno.

En el michettismo nadie duda de que la senadora será la ganadora de la interna porteña. “Los votos son míos”, suele repetir la ex vicejefa entre sus íntimos, confiada. Para los encuestadores, el nuevo mapa recién empezará a definirse a partir del anuncio, pero ya hay algunos indicadores a favor de la senadora. “Hasta hace un tiempo medía mejor ella, pero ahora empieza otra etapa. Michetti siempre tuvo mejor imagen, es más carismática, tiene mayor nivel de popularidad”, confirma Roberto Bacman, de la consultora CEOP. Sin embargo, para Bacman Rodríguez Larreta “aparece por ahora como el candidato de Macri, la gente lo identifica con la gestión”.

“En intención de voto Michetti siempre estuvo casi a la par del mismo Macri. En imagen, aún por encima. No hay ninguna chance de que Rodríguez Larreta le gane una interna. Ella está muy arriba”, asegura López. 

Desde el larretismo ahora se abre una incógnita: cómo ganarle a Michetti que cuenta con los votos del Pro y de los llamados “independientes”. A priori, Michetti no necesita del manejo mediático que sí tiene el jefe de Gabinete para subir su nivel de conocimiento, que ya es lo suficientemente alto. La intervención del “aparato” como carta salvadora de Rodríguez Larreta en un esquema de internas abiertas y con boleto electrónico es, cuanto menos, también difícil de imaginar.