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8/30/2007

balance de viernes

Continuando con los post de balance de viernes en los umbrales ya de finalizar la administración de Néstor Kirchner, observamos esta vez la evolución del nivel de jubilaciones y pensiones, un tema de singular importancia a la hora de evaluar la performance social de una gestión. En este sentido, los resultados son controversiales. En base a la información disponible en el nuevo estudio del Instituto de Estudios y Formación de la CTA, El aumento previsional y la ausencia de movilidad, es necesario plantear tres cuestiones centrales a la hora de observar y evaluar el comportamiento del sistema en estos últimos cuatro años. Como se observa en el cuadro (click sobre la imagan para verlo mejor) , el haber mínimo presenta un aumento real del 37% deflactado por IPC respecto al 2001, mostrando el mayor crecimiento real a partir de mayo de 2003, en particular en los años 2005, 2006 y según lo muestran las proyecciones para 2007. Con respecto al haber medio, el crecimiento deflactado por IPC punta a punta 2001-2007 es de 3,7% , mostrando en el lapso de la gestión Kirchner sus tramos de mayor recuperación (click sobre la imagen para ver mejor el cuadro) . Esta circunstancia de gran impulso al haber mínimo, produjo un efecto sobre la estructura de haberes previsonales muy profunda. En efecto, si en mayo de 2003, el 30% de los jubilados y pensionados residían en hogares pobres, en la misma condición en el segundo semestre de 2006 lo hacía sólo el 7% del mismo universo, lográndose una mejora sustantiva en términos de condiciones sociales para este segmento altamente vulnerable. Sin embargo, el cuadro que se inserta (click sobre la imagen para verlo mejor) mostrará un segundo efecto del impulso al haber mínimo como política central : el nivel de beneficiarios del sistema que cobran haber mínimo se incrementó notablemente en los últimos años y en particular a partir del año 2003. Asumiendo entonces como positivos los aumentos reales obtenidos en los tramos inferiores, el dato que complementa el análisis señala que la incidencia del haber mínimo pasó de impactar sobre el 17,4% del total de beneficiarios en el 2001 al 73% del universo en el 2006. Así las cosas, combinando las tres informaciones obtenidas acerca del incremento de los haberes mínimos, el crecimiento del haber medio y el aumento de la incidencia del haber mínimo sobre el universo total de jubilados y pensionados, la conclusión es que la política previsional de la administración Kirchner resultó adecuada en la conquista de niveles mínimos de satisfacción social que supuso el abandono de la situación de pobreza de más del 20% de los jubilados y pensionados mediante un crecimiento real del 37% deflactado por IPC del haber mínimo. Sin embargo, la diferencia existente entre este aumento real del mínimo con respecto al haber medio, así como la extensión creciente de los beneficiarios con haber mínimo en el sistema, informa complementariamente que la recomposición del haber mínimo fué financiada en parte sustancial equivalente al 90% de la mejora real, sosteniendo la postergación del resto de los haberes previsionales y el consecuente achatamiento de la pirámide de ingresos del sistema. Esta solución es muy típica del efecto de disciplinamiento social y de demanda que, cerrado el ciclo de las revueltas sociales, en la etapa del capitalismo global trae aparejada toda mega crisis en los países periféricos. Su matriz más notable la inauguró el ex ministro Cavallo cuando mientras el PJ prometía dólar "súper alto" en medio de las hoguera híperinflacionaria de fines del gobierno alfonsinista, él recorría el mundo señalando la necesidad de dejar caer a la administración radical al tiempo que reconocía el elemento de control social positivo que suponía la híper, puesto que después de semejante experiencia, las demandas sociales caerían a menos que cero: Dejalos caer que con un sandwich y una coca los sacamos, fué su emblémática sentencia, frente a la exaltada dirigencia justicialista de entonces, que ya buscaba su Sunday Bloody Sunday en aquél nefasto año 1989. En síntesis, sin ser tan brutal como el modelo del mingo, porque Kirchner se encontró con la caída y obviamente la tomo como dato central de sus políticas, pero no la provocó, este diseño de política previsional desarrollado por la administración saliente es hijo de la mega crisis y concluye con un resultado de doble lectura: por un lado resultó muy adecuado para salir de la gran crisis de transferencia de ingresos a la base del sistema y el empobrecimiento masivo de los beneficiarios, pero en otra perspectiva, promovió el aplanamiento de la estructura de haberes, circunstancia de inevitable regresividad distributiva si, superada como está la crisis, el diseño inicial se perpetua en el tiempo. Lo hará?