Un fantasma recorre el Frente de Todos #Francia.
Por Juan Martín Gené.
Muy meritorio lo de #Melenchon. Virtual empate (25.7%) con Macron (25.8%). Como una paralela, suma elementos para el debate dentro del Frente de Todos, ¿Recorrido por el fantasma de Mitterrand-Hollande? Como decía el Gran Nicolas, la Historia está hecha de grandes enseñanzas.
Siempre me llamó un poco la atención la admiración de Alberto por Macron. No me interesa mucho lo personal, pero sí algunas cosas que tienen que ver con las direcciones políticas y con el devenir de los partidos y ciertos paralelismos que me parecen interesantes. Hay problemas como para ponerse a mirar los de Francia, salvo que digan algo interesante a Nos.
Aunque cueste identificar una idea núcleo como impronta en la presidencia de Alberto, para elogiarlo tanto como para criticarlo lo han calificado como un socialdemócrata. Voy a tomar por válida esta hipótesis de pertenencia, ciertamente discutible.
En Francia, después de 22 años de gobiernos gaullistas y de centroderecha, en 1981 ganó Mitterrand por el Partido Socialista (51.7 a 48.2, en segunda vuelta).
Hombre de gran formación y ex miembro de La résistance. Se vislumbraba mayor presencia de la agenda social. Sin embargo, ya en 1983 el arranque reformista encontró sus límites, y sus limitadores.
Mitterrand, en pleno auge global del neoliberalismo, apostó más a conducirlo o administrarlo que a resistirlo. Tampoco resistió el apriete de Thatcher durante Malvinas y le reveló los códigos de desactivación de los Exocet, pero eso es otra historia. En especial para Córdoba…
Retomo. El aggiornado socialista reeligió (54 a 46, en segunda vuelta) y gobernó 14 años, nada mal. En primera vuelta había sumado 3 millones más que en la primera de 1981. Sin embargo, el corrimiento estaba haciendo su trabajoso proceso de digestión en su propia base social y política. Es razonable pensar que se había comenzado a instalar ya una desmovilización o crisis de identidad que afloraría con toda su fuerza en los años subsiguientes y que detonarían con fuerza desde 2012 con Hollande.
Otro partido socialista asociado con el ajuste o con "la austeridad", metáfora piadosa.
En 1995 lo sucedió el neo gaullista Chirac. Jospin, que iba por el PS, ganó en primera vuelta (23% y 3 millones menos de votos que en la pasada). El RPR fue dividido, pero en segunda debe haber sumado porque Chirac ganó incorporando 9 millones de votos que no había tenido en la ida (52.6% a 47.4%).
Me detengo en algo significativo que no es digno de elogio: hace exactamente 20 años, Chirac dirimió frente a Le Pen padre un ballotage, igual que como tuvo que hacer Macron contra Le Pen hija hace poco. Derecha contra derecha extrema, una rueda de Polibio a la francesa.
¿Dónde estaba la izquierda? Para peor, en 2002 en segunda votaron todos contra Le Pen que casi no creció, pero ahora las cosas fueron muchísimo más ajustadas.
Entre Chirac y su sucesor Sarkozy acumularon 17 años de gobiernos de derecha. En 2007 el PS hizo buena elección con Madame Royal que en ballotage duplicó sus votos de primera vuelta, pero no le alcanzó. En 2012, por fin, el socialismo salía del llano entronizando a Hollande. ¿Se reforzó para no caer en la misma encerrona de Mitterrand? Nada de eso. En lo esencial, hizo un decepcionante continuismo neoliberal desde el PS.
En el país de la revolución burguesa, de la oratoria cargada de tensión y dramatismo, la palabra política fue despojada del sentido-de-verdad que se esperaba y conocía. Porque la mayoría veía como perdían derechos sin que desde el Estado se hiciera nada en serio por sostenerlos, salvo con la retórica, cada vez mas vacía y despotenciada, que es lo que pasa cuando no se sostiene en los hechos en medio de la puja.
Un presidente del Partido Socialista decía, como Thatcher y como Macri acá, que "No hay alternativa", que había "Un único camino". Desregulación, concentración y deterioro de la condición laboral.
Hollande ni siquiera se presentó a la reelección.
En 2017 ganó Macron, con una coalición de centro derecha, cada vez más corrida.
¿Cuál es el elemento pensable acá?
Cuando al gobernar, si tu gestión parece contrariar el pacto electoral implícito que te llevó al gobierno, tu propia base se siente desorientada, y acecha el llano. El PS lo pagó carísimo: casi se extinguió electoralmente después de Hollande (Hamon obtuvo apenas un 6.3%). Dejó una vacancia enorme.
Si nosotros no gobernamos como nuestros votantes nos pidieron a nosotros que lo hiciéramos ¿Nosotros qué somos? ¿Qué hay en el lugar del Nosotros? ¿Qué ocupa ese lugar donde esperaban re-encontrarse contenidos, re-presentados? Representar es hacer presente a alguien donde no está.
El FDT no perdió 4 millones de votos porque esos ex electores lo vieron demasiado intenso, exigente y belicoso en la puja distributiva sino indiferente, pasivo o ineficaz para reparar el deterioro de ingresos heredado de Macri.
La prédica moral no sólo no alcanza, irrita.
Hollande es un llamado de atención. No es irremediable. Pero un modelo exportador con bajos salarios, desguarecido de reservas y sensible a Los Grupos es peligroso en el presente y más en el futuro.
Enfrente, la receta repetida. Cuando se trata de rosca, de posibles candidaturas y de mensajes en los medios, la derecha argentina muestra diferentes opciones. Cuando se trata de distribución de riqueza, de ingresos y de conflictividad social, se acaba la dispersión y la derecha argentina se unifica detrás de un mismo proyecto económico que ya conocemos. Internas en la política y camino único en la economía.
Es como si te ofrecieran distintos gerentes pero un único banco.
Lo mejor para que no gane la derecha es no parecérsele.
Es la economía. Pero es la Idea y es la política también. Algo de eso vio Melenchon y se dedicó a construir de abajo hacia arriba. Sin alienar a la propia base. Re enlazando la palabra con un sentido y con una esperanza. Por ahora le esta resultando.
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