12/18/2020

una coalición asimétrica estructurada con dominante




Artemio López: “Electoralmente la centralidad de Cristina es la que organiza el universo del Frente de Todos”



En relación a la medición de la UCA, más allá del número y de la metodología, que arrojó un 44% de pobreza, un 64% de chicos pobres.¿Qué tendría que hacer el gobierno para que esto no estalle?

Lo había anticipado el INDEC, cuando dio la información ya sabíamos que había más de 45 puntos de pobreza. La pobreza por ingreso tiene dos componentes básicos: pérdida de los perceptores de ingreso en los hogares y, por otro lado, un complemento de ingresos que no es suficiente para alcanzar el ritmo inflacionario. Esos son los dos grandes temas que tiene el gobierno por delante. Resolver el tema de carencia de empleo -hay más de 15 puntos de desempleo y probablemente más cuando se restituya la actividad económica y veamos cuánta gente que quiere volver a emplearse lo logra o no- y hacer que los salarios evolucionen por arriba de la inflación. El INDEC dio a conocer ahora el índice de salario anual, actualizado entre septiembre 2019/ septiembre 2020. Los salarios crecieron 31.8 en promedio, formales e informales, pero la inflación en ese mismo lapso creció casi 40 puntos. O sea que por ese camino de pérdida del poder adquisitivo del salario con respecto a la inflación vamos a tener cada vez más pobreza por ingreso. Hoy la línea de pobreza está en 50 mil pesos y el salario que más se repite en la economía argentina es de 45 mil, es decir, está por debajo de lo que requiere para no ser pobre un hogar tipo.

Los promedios de ingreso de los hogares pobres son de 25 mil pesos, la mitad de lo que debieran tener para superar la línea de pobreza. Estamos en una situación compleja por esta doble condición: bajos salarios con respecto al aumento de precios y pérdida de perceptores de ingreso en los hogares por impacto del desempleo.

Mucho se habla de una Cristina en las sombras manejando al gobierno pero a su vez se ve a un Alberto que parece incapaz de delegar y lo pienso incluso desde el punto de vista comunicacional. En principio esa caracterización pareciera incompatible, o Cristina es la que maneja todo o Alberto es el que no puede delegar. ¿Cuál sería desde tu punto de vista la realidad?

Creo que hay un complemento. Es evidente que hay consultas entre ellos, puede haber distanciamiento en algún punto en particular, pero la imposición final la va a tener siempre el Presidente, en Argentina eso funciona así. Por ejemplo la fórmula de la ley previsional, evidentemente ahí hubo un componente por parte de Cristina o del Senado que corrigió la fórmula que había enviado el Ejecutivo que a su vez corrige la desastrosa fórmula macrista. Es lógico dentro de un espacio coaligado donde el Presidente en el sistema representativo argentino tiene una centralidad indiscutible pero al mismo tiempo en la coalición Cristina tiene una centralidad también indiscutible, sobre todo por su volumen político y electoral, no nos olvidemos que el 80 por ciento de los votos de la coalición vienen por el lado de Cristina. Por lo tanto, ¿va a haber protagonismo? Sí, va a haber. ¿Va a haber discusiones? Seguramente, va a haber puntos de vista distintos pero no veo nada que haga pensar que las cosas no se puedan resolver de la mejor manera.

Mencionabas los números interanuales tanto de la pobreza como de los salarios. Pareciera que el escenario es que el gobierno puede llegar a las elecciones del año próximo con un rebote importante de la economía y a su vez el apoyo que obtuvo el gobierno en las elecciones del año pasado se sostiene e incluso, como se ponen en juego las bancas del 2017 donde a Juntos por el Cambio le fue bien, es probable que el gobierno sume bancas y hasta pueda tener mayoría en las dos Cámaras. ¿Este escenario lo ves posible o lo que imaginás es una oposición que recupera espacios, que se hace fuerte y que condiciona al gobierno de cara a los próximos dos años?

Yo veo que la oposición tiene el volumen electoral que tuvo, lo mantiene, pero también el oficialismo lo mantiene. No creo que haya muchas chances de que en un período de salida de la recesión el oficialismo pierda votos ni la oposición gane demasiado. Me parece que van a ir nuevamente a confrontar con una estructura polarizada donde, en líneas generales, los electorados van a permanecer en torno a las opciones que ya mostraron en el 2019, no veo una elección de medio mandato muy distinta. Creo que el país va a crecer, la economía va a acompañar, no va a ser espectacular pero no va a hacer ruido, por lo cual el que votó al Frente de Todos lo va a volver a hacer y también hay que decirlo, los que se opusieron no van a tener motivos para dejar de oponerse. Por lo tanto, vamos a una elección muy polarizada a nivel nacional y lo que vos decís es claro, va a mejorar la posición parlamentaria del oficialismo, es muy probable.

Hay una interna en la discusión dentro del oficialismo, una discusión más conceptual a partir de declaraciones del propio Alberto donde él se define como un socialdemócrata y están quienes dicen que hoy el único peronismo posible es un peronismo socialdemócrata. ¿Estás de acuerdo?

Creo que son rótulos. Como decía Perón hay socialistas, socialdemócratas, pero peronistas son todos. Efectivamente creo que cada uno con su rótulo, con su visión, acá hay una certeza central, absoluta y mostrada fehacientemente en la práctica que electoralmente el volumen central lo tiene Cristina, lo ha demostrado desde el 2015 que se retiró hasta la última elección de manera nítida. Y después cada uno tiene miradas, algunos se aproximarán más a una mirada negociadora, progresista, socialdemócrata, otros más popular-democrática pero me parece que en una coalición eso convive perfectamente sobre todo porque lo que tenés enfrente es pre-civilizatorio porque lo que expresa Juntos por el Cambio ni siquiera es una opción política es una opción cultural pre-civilizatoria, lo que ha hecho Macri en estos cuatro años no tiene nombre. El día que haya perspectiva histórica muchos no van a poder creer que haya existido un gobierno así, el peor desde la recuperación democrática y el que más daño ha causado a los sectores populares. Por lo tanto, eso amplía los márgenes de juego interno dentro de la coalición sin ninguna duda. No me parece que el hecho de que se defina uno de una manera y el otro de otra, importe demasiado. Electoralmente, la centralidad de Cristina es la que organiza el universo del Frente de Todos que es una coalición asimétrica estructurada con dominante, la dominante es Cristina Kirchner.

Me consta que has estado siempre cerca de Amado Boudou incluso el momento en que él estuvo en la cárcel, ¿cuál es tu punto de vista respecto a la decisión de la Corte?

A mí me parece aberrante pero funciona la Justicia de manera aberrante. Se ha dicho mucho y yo comparto que Boudou está sancionado por lo que implicó en términos de política económica, su gestión, su visión, la recuperación de las AFJP, eso está claro y comparto. Ahora, la permanencia de este tipo de castigos sobre funcionarios que se atreven a tomar decisiones contra el establishment te impiden hacer una gestión adecuada porque cuál es la lección que queda después del tema Boudou, o incluso del resto de los presos políticos, pero Boudou es muy paradigmático en eso porque tomó decisiones de política económica que afectaron intereses muy puntuales de sectores con mucho poder. Ya está, si vos afectás intereses podés terminar preso y no hay nadie que lo pueda impedir. O sea, para los pibes jóvenes, ¿cuál es el mensaje que están dando? Es tremendo esto porque te afecta la gestión, es decir, no podés tomar decisiones de manera libre, adecuada, de acuerdo acuerdo a tu criterio, si vas a afectar intereses de los poderosos lo que te están mostrando es que vas a terminar preso y nadie va a hacer nada. Entonces es una circunstancia compleja desde el punto de vista jurídico, no me meto porque no conozco, desde el punto de vista económico, pero desde el punto de vista del ejemplo que da a las nuevas generaciones no sancionar de manera adecuada al lawfare, a este manejo discrecional de la justicia y no poner blanco sobre negro la arbitrariedad de las detenciones y de lo que implicó el manoseo de los dirigentes opositores es un ejemplo tremendo para aquellos que quieren hacer política en función de la defensa de los sectores populares. Afecta la gestión porque impide que alguien tome libremente decisiones porque si el destino final es la cárcel tenés que tener todos héroes y no sobran los héroes. Hay un problema severo que yo veo, se está minimizando por parte del oficialismo con respecto a qué implica la permanencia de este tipo de comportamientos.

Si tuvieras que hacer un análisis de lo más positivo y lo más negativo de este primer año de gobierno, ¿qué dirías?

Lo más positivo fue la renegociación de la deuda, por el volumen que implicó con los acreedores privados, y confío en Guzmán en su negociación con el Fondo. Lo más negativo es el poco músculo en la política de ingresos, me parece que falta mucho, que hay que darle un mayor impulso a los ingresos, hay que tomar decisiones más contundentes con respecto a mejoras salariales, permitir paritarias y efectivamente ir a fondo con esa circunstancia. No solamente es responsabilidad del Congreso, también es responsabilidad de las organizaciones gremiales, del conjunto de los que están involucrados en el mundo laboral. Me parece que el gran déficit sigue siendo los ingresos de las familias argentinas que continúan estando muy bajos, en eso estamos muy mal.

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