José Salvador Cárcamo
A partir de la revuelta del 18 de octubre de 2019, de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), el Presidente Sebastián Piñera, es responsable político de daños oculares a 460 personas
El 4 de noviembre de 1980 por decreto se crean las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), firmado por el ministro del trabajo José Piñera, hermano de Sebastián el actual presidente de Chile. Señalaba el Ministro, “esto permitirá a un trabajador, de acuerdo a supuestos razonables, obtener una pensión cercana a sus últimas remuneraciones”. La generación que en la actualidad se está jubilando, entraba en 1980 al mercado del trabajo y cobrará hoy menos del 30% prometido por Piñera. Las AFP acabaron con el sistema de reparto o solidario que regía hasta entonces. De esta manera se rompe con la cadena secular de solidaridad entre generaciones donde los que trabajan deben ser los que mantienen a los que están incapacitados para hacerlo, teniendo la obligación moral de sostener a quienes no pueden hacerlo.
En las sociedades modernas a partir de la crisis del 1929 y el Estado del Bienestar se impone por ley el sistema de reparto. El romper con esta cadena secular de solidaridad entre generaciones, es quizás el aspecto más perverso del esquema de jubilaciones impuesto en Chile por la dictadura de Pinochet y los Chicago Boys, que se mantiene intacto hasta el día de hoy.
Lo que para la dictadura y los sucesivos gobiernos después del retorno de la democracia en 1990, era bueno para el conjunto de la población, NO lo era para los funcionarios de la FFAA, Carabineros y gendarmería, que continuaron con el Sistema Previsional de Reparto antiguo de jubilar por años de servicio. La indignación de los chilenos llego a su límite en el 2016 cuando explota la noticia de las millonarias jubilaciones que estaban recibiendo parientes, esposas, y ex esposas de funcionarios del gobierno que haciendo uso de sus contactos ingresan a reparticiones de las FFAA en sus últimos meses de población económicamente activa para así jubilar con millonarias pensiones. Es así como la promesa o “gran estafa” entregada el año 1980 de que los trabajadores al momento de pensionarse recibirían el 100% de su sueldo, ha caído en la más grande de las mentiras cuando en la actualidad con suerte logran recibir el 30% de su salario.
Uso de los recursos
A lo largo de cuatro décadas, el sistema de AFP viene recaudando en forma mensual y de manera forzosa, un 13% de los salarios de todos los trabajadores que han logrado ocupaciones formales. Del total recaudado por el sistema, solo uno de cada tres pesos se utilizó para pagar pensiones, incluidas aquellas pagadas por las propias AFP y aquellas pagadas por compañías de seguros que forman parte del sistema; todos ellas empresas privadas con fines de lucro, cuyos propietarios están relacionados entre sí. De los otros dos pesos recaudados, uno va a parar a los bolsillos de tales administradoras de pensiones y el peso restante es transferido al mercado de capitales, donde la mayor parte se “invierte” en los mercados financieros internacionales y una menor parte en bonos del estado. En los esquemas de reparto usualmente esta proporción es al revés: de cada tres pesos recaudados, dos se destinan a pagar pensiones y el tercero se invierte en bonos del estado preferentemente. Así ocurre en los países que tienen estos esquemas, financiando a los respectivos estados con sus excedentes. En los EEUU, por ejemplo, un tercio de la deuda del gobierno es con su sistema de pensiones. Así como ocurría en Chile en 1980, antes de la privatización del mismo.
La estafa
Comparando las jubilaciones y pensiones de las AFP con aquellas que todavía entrega el antiguo Sistema Público, la de las AFP son miserables, y especialmente para las trabajadoras. Para actividades laborales similares, en las AFP las mujeres cobran un 50% menos que en el Sistema Público y los hombres un 33% menos.
De acuerdo a estudio realizado por la “Comisión Bravo” durante el gobierno de Michelle Bachelet, la mayor parte de los adultos mayores reciben pensiones bajas ya sea respecto del salario mínimo o en tasa de reemplazo . Con respecto al salario mínimo dicho informe señalaba que el 75% de las pensiones se encontraba por debajo. Tomando la tasa de reemplazo, que se refiere a la cantidad que cobra una persona cuando se jubila en comparación con el último sueldo que tenía cuando trabajaba, la mitad “de los pensionados entre los años 2025 y 2035 tendrían una tasa de reemplazo igual o inferior al 15% del ingreso promedio de los últimos 10 años”. Dando un ejemplo, si una persona gana 600 dólares, recibirá una jubilación de 90 dólares.
Los estafadores
Investigaciones de la Fundación Sol, señalan que 30 grupos económicos de matriz nacional invierten US$43.170 millones de dólares, provenientes de activos del fondo de pensiones administrados por las AFP. Otros 23 grandes grupos multinacionales de matriz extranjera que operan en Chile, reciben inversiones por US$15.237 millones de dólares de las AFP.
De acuerdo al informe de Fundación Sol el Grupo Luksic percibe US$7.877 millones, le sigue en importancia el grupo Said con US$6.483 millones de dólares. En tercera posición se encuentra el Grupo Saieh con US$5.509 millones de dólares, seguido por el Grupo Yarur con inversiones por más de US$5.300, seguido por el Grupo Matte que recibe US$4.731 millones y el Grupo Solari con inversiones de US$2.774 millones. En el sector financiero se concentra el 38,4% de la inversión total del fondo de pensiones, lo cual equivale a US$39.260 millones. Según Marco Kremerman autor del estudio de la Fundación Sol, estas cifras revelan que “los trabajadores chilenos financian con sus cotizaciones a los bancos pertenecientes a los grupos Luksic, Matte, Yarur, Saieh y a otros grupos multinacionales los cuales pagan tasas de interés cercanas al 2% anual. Esos trabajadores y trabajadoras cuando piden un crédito a estos bancos deben pagar tasas de interés anuales que fluctúan del 20 al 40%”.
No + AFP y una nueva constitución
Frente a esta gran estafa en junio de 2013 surge la Coordinadora Nacional de Trabajadores NO+AFP, y en agosto de 2016 se forma el movimiento NO + AFP que convoca a una movilización que reúne a familias y más de 600 mil personas en Santiago. El modelo que proponen es un nuevo sistema, de reparto y solidario, con financiamiento tripartito de los trabajadores, las empresas y el Estado incorporando además un Fondo de Reserva Técnica para capitalización. La propuesta contempla que este sistema reemplace el sistema de capitalización individual de las AFP.
Conclusión
A partir de la revuelta del 18 de octubre de 2019, de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), el Presidente Sebastián Piñera, es responsable político de daños oculares a 460 personas, de 8.575 víctimas de violaciones a los derechos humanos, responsable de la muerte de más de 30 personas, de más de 2.000 presos políticos de la revuelta, lo que deja en evidencia la crisis institucional, que busca saldarse con una nueva constitución. Esta crisis se profundiza con el COVID 19 y la recesión consiguiente de la economía, donde el Congreso por presión popular ha tenido que aprobar el retiro por parte de los trabajadores del 10% de los fondos de sus cuentas de capitalización de pensiones de las AFP, y en diciembre de 2020 se aprobó un nuevo retiro del 10%.
Decía José Piñera en los inicios de los 80 del siglo pasado, que la madre de todas la batallas es el cambio de régimen previsional. Cuarenta años después el pueblo chileno quiere “que la tortilla se vuelva, que los pobres coman pan….” y van por más. En el año 2021 y 2022 habrá elecciones de diputados, alcaldes, gobernadores, y presidente de la República. Conjuntamente con ello habrá dos Asambleas en ejercicio: el Congreso actual y la Convención Constitucional. ¡Vamos Chile Carajo!
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